sábado, 26 de noviembre de 2011

Ante la amenaza que se cierne sobre Tobruk, Rommel decide regresar al oeste - 26/11/1941.

Camaradas,

Rommel se ha reunido hoy con Crüwell y le ha reiterado su deseo de acabar con las fuerzas británicas desplegadas en la frontera lo antes posible. El comandante del Afrika Korps le ha urgido a Rommel que reconsidere su decisión y regrese a Tobruk de inmediato. Las noticias que llegan de parte del Teniente Coronel Westphal, el oficial de operaciones de Rommel en el Cuartel General del Panzergruppe Afrika en El Adem, indican que están teniendo lugar duros combates alrededor de Belhamed cerca del pasillo de Tobruk. Crüwell está convencido de que la lucha en el oeste es crucial en el desarrollo de la batalla y le preocupa que mientras los Panzer del Afrika Korps se encuentran en la frontera los escasos tanques que les quedan a los británicos puedan operar cerca de Tobruk sin ser molestados. De nuevo, Rommel ha ignorado a su subordinado y ha dado órdenes de despejar de ingleses el terreno entre Sollum y Bardia.

Ludwig Crüwell, contrario a la aventura que ha emprendido Rommel en el este, lejos de los principales frentes de combate, pero obediente a sus órdenes.

La 15ª División Panzer ha atacado en dirección a Fort Capuzzo y se ha topado con la 5ª Brigada Neozelandesa cerca de Sidi Azeiz. Parece claro que los kiwis tienen al grueso de su fuerza más al oeste y Crüwell no tarda en darse cuenta de que esta unidad está avanzando hacia Tobruk. De hecho, dos de sus brigadas, las Brigadas de Infantería de Nueva Zelanda 4ª y 6ª, ya están en acción cerca de Belhamed a tan sólo 16 kilómetros del pasillo de Tobruk mientras la 5ª Brigada Neozelandesa se concentra en reducir a la guarnición italiana de Bardia.

Los Panzer avanzan ante una fuerte oposición.

Entretanto, la 21ª División Panzer, que también ha atacado hacia el norte, se ha visto enfrentada a una fuerte oposición cerca de Sollum. La 132ª División Acorazada Ariete ha llegado finalmente a las inmediaciones de la frontera, aunque sin alcanzarla, y ha comenzado a avanzar hacia el noreste en dirección a la costa, en Bardia, aunque no ha avanzado más allá de Fort Capuzzo. Todas estas operaciones han logrado algunos éxitos inevitablemente, aunque han sido locales y descoordinados dado que todos los ataques han estado viciados de un cierto grado de confusión. Rommel y Crüwell a menudo han emitido órdenes contradictorias, con Rommel realizando cambios de planes sobre la marcha insistiendo en que los ataques continúen sin descanso a pesar de que los suministros estén escaseando y el cansancio y las averías azoten a los hombres y sus vehículos. Algunas de las unidades parecen estar más preocupadas en buscar combustible y víveres que en seguir el aluvión de órdenes contradictorias.

La angustia atenaza a un oficial británico que siente que los Panzer están a punto de irrumpir en su cuartel.

Toda esta actividad del Eje tan cerca de sus cuarteles generales en Maddalena han provocado una gran ansiedad a Cunningham. En un momento determinado, los Panzer alemanes se han situado a tan sólo 45 kilómetros de distancia de la principal base británica en Thalata. Aunque no se han producido escenas de pánico, el personal situado allí y todavía más en la retaguardia está muy preocupado. Este nerviosismo ha contagiado a muchos de los soldados británicos de la frontera, haciéndole titubear todavía más a Cunningham. Otros están hechos de otra pasta y se han mostrado convencidos en que la lucha debe proseguir sin descanso. Por ejemplo Auchinleck, quien continúa firme en su determinación de que la ofensiva todavía se puede ganar y siente que el comandante del Octavo Ejército está mostrando signos de desgaste mental y físico, síntomas que son típicos de la fatiga de batalla. Antes de partir para El Cairo Auchinleck ha dejado instrucciones para la conducción de la batalla, que incluyen una orden que deberá ser dirigida a todas las tropas del teatro: “Atacar y perseguir”, será en lo sucesivo la consigna de todo el mundo en el Octavo Ejército. A continuación se ha subido a su avión y decidido relevar a Cunningham de su mando al frente del Octavo Ejército.

Dos tanques Crusader del XXX Cuerpo, que ante la ausencia del Afrika Korps, opera a sus anchas.

Mientras Rommel trata sin éxito de desmoralizar y confundir a los británicos atacando su retaguardia, las actividades al oeste del campo de batalla se están volviendo en su contra y el XXX Cuerpo está haciendo un buen uso del respiro que le ha proporcionado la ausencia del Afrika Korps. Las formaciones que habían quedado diezmadas y dispersas en las anteriores batallas de tanques están recuperando ahora algo de cohesión, aunque la 7ª Brigada Acorazada ha sido tan vapuleada que ha tenido que ser retirada a Egipto para ser recompuesta. Sus tanques supervivientes han sido distribuidos entre otras unidades. Las dos brigadas acorazadas que quedan, la y la 22ª, han reparado tanques averiados y dañados y registrado los campos de btalla en busca de otros que puedan volver a ser puestos en servicio. Los soldados británicos han descansado, han recuperado las fuerzas con largas horas de sueño y de nuevo han reunido el coraje necesario para entrar en la refriega una vez más.

Avance de la División de Nueva Zelanda durante los últimos cuatro días.

Durante los últimos tres días la 2ª División de Nueva Zelanda de Freyberg ha estado avanzando a lo largo del sendero Trigh Capuzzo y el risco norte hacia Sidi Rezegh, exprimiendo a la 90ª División Ligera Alemana contra los cañones de la 70ª División Británica en el corredor de Tobruk. Esta creciente presión que se ha estado ejerciendo sobre el anillo del Eje en torno a Tobruk está provocando alarma en el Cuartel General del Panzergruppe Afrika. El oficial de mayor rango allí, el Teniente Coronel Westphal, está tratando con desesperación de obtener noticias de Rommel, completamente frustrado por la falta de contacto del genial suabo con sus propios cuarteles generales. Mientras tanto, la División de Nueva Zelanda se ha abierto paso a través de una férrea oposición hasta capturar Sidi Rezegh y después Belhamed a primera hora de hoy, amenazando con conquistar El Adem. Este último movimiento ha sido la señal que ha convencido al Mayor General Scobie a realizar un último gran esfuerzo en su batalla de ruptura para reunirse con los kiwis. El asedio de Tobruk parece a punto de ser levantado y Westphal ha continuado enviando frenéticas peticiones a Rommel para que regrese con algo de apoyo blindado para mantener a raya a los británicos. Llegado este punto, Rommel ha comenzado a darse cuenta de que es improbable que los acontecimientos en la frontera mejoren radicalmente. La fatiga, la falta de suministros, las averías y la fuerza de las unidades británicas están quebrantando la resolución de sus tropas de combate en el momento en que finalmente ha recibido informes de los trágicos acontecimientos en Tobruk. Está claro que se necesita al Afrika Korps de vuelta en el área de Sidi Rezegh, y no sin ciertas reticencias, ha decidido interrumpir su aventura oriental y regresar con sus tanques al oeste del campo de batalla. Así, ha dado instrucciones a Ravenstein de dirigir su división hacia El Duda mañana a primera hora mientras que a la 15ª División Panzer de Neumann-Silkov le ha urgido a finiquitar sus acciones en la frontera lo más rápido posible antes de unirse a la 21ª División Panzer en un ataque combinado sobre los neozelandeses. Estas decisiones las ha tomado sin la participación del Teniente General Crüwell, que en ese momento se encuentra en sus cuarteles generales al sur de Gasr el Abid. No mantiene el menor contacto con Rommel y no sabe nada de estos nuevos objetivos que acaban de darse a sus Panzer. Todavía peor: no sabe nada de los acontecimientos que tienen lugar en Tobruk y ni siquiera del paradero de sus dos divisiones Panzer.

La incursión de Rommel en la frontera.

Así ha terminado el extravagante intento de Rommel de obligar a los británicos a interrumpir su ofensiva. Ha conseguido muy poco, en gran parte debido a la intervención personal de Auchinleck en el Cuartel General del Octavo Ejército y su determinación en continuar el ataque en Tobruk a pesar de la amenaza a sus espaldas. El movimiento del Eje sí que ha provocado cierta confusión y en los cuarteles generales británicos ha cundido una gran intranquilidad al tener fuerzas enemigas tan lejos en su retaguardia, pero aún así no han cambiado de planes y no han detenido sus operaciones en el área de Tobruk. Las líneas de suministros británicas no han sido interrumpidas y ninguno de sus principales almacenes de suministros han sido capturados. La principal consecuencia ha sido que ha precipitado el relevo del comandante del Octavo Ejército.

Un soldado británico examina un Pzkfw IV fuera de combate.  En el suelo descansa el cadáver de uno de los miembros de su tripulación.

Al final, los alemanes han perdido 30 de sus 100 Panzer sin conseguir rescatar a sus guarniciones fronterizas. Rommel ha debilitado sus unidades Panzer y agotado suministros vitales sin conseguir ningún progreso notable. Desde el mismo comienzo, el Teniente General Crüwell ha tratado de convencerle a Rommel de que su primera tarea debería ser la completa aniquilación de los tanques del XXX Cuerpo mientras tuviese la oportunidad de hacerlo y despejar al campo de batalla occidental hasta sofocar el intento de ruptura de la guarnición de Tobruk. Rommel se ha comportado impulsivamente, confiando demasiado en sus propias habilidades como comandante audaz y defensor de la guerra móvil. Siempre dispuesto a asumir grandes riesgos en aras de una conclusión espectacular, en este caso quizás debería haber actuado como un buen comandante y haber hecho lo más obvio para asegurar una victoria que estaba al alcance de su mano.

Panzer, marsch!
Nichts für uns, alles für Deutschland!

2 comentarios:

  1. Hola, gracias por esta gran página. ¡Te lo agradezco mucho!. Justo lo que buscaba ver la guerra desde el punto de vista de un soldado no de un general ni la guerra en general sino desde los ojos de un soldado, un ser humano como tú y yo, aunque no toda la información sea como lo acabo de decir. Igualmente se lo agradezco mucho, señor.

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  2. Coincido completamente con el comentario anterior, gracias por la oportunidad de contar con estos detalles... Saludos.

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