El encuentro en Brennero según un noticiario italiano.
Camaradas,
En el día de hoy, el Führer y el Duce han vuelto a celebrar un encuentro en el Brennero, frontera definitiva entre el Reich e Italia. En las conversaciones, que han durado más de cinco horas, han tomado parte, además de los Ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones, Ciano y Ribbentrop, el Mariscal Keitel, Jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas Alemanas, y el General Cavallero, Jefe del Comando Supremo italiano. Al mediodía se ha interrumpido la conferencia y las seis personalidades han almorzado en la intimidad, sin ningún otro invitado.
Se trata de la tercera ocasión en que los dos grandes líderes conferencian en dicho lugar. En el Paso del Brennero, entre las nieves de los Alpes, conferenciaron ya el 18 de marzo del año pasado, dos días después de la visita de Sumner Welles al Duce y horas después del fortisimo ataque aéreo alemán contra la base naval de Scapa Flow. Mucho se fantaseaba entonces de la posibilidad de una paz de compromiso, pero hoy se sabe que allí fue fijada la fecha aproximada de la entrada de Italia en la guerra. Tres semanas después de dicha entrevista se inició la campaña noruega y menos de dos meses después, la campaña definitiva contra Francia. Por segunda ves se encontraron los dos grandes estadistas en el Brennero el 4 de octubre del mismo año; también entonces estuvo presente el Mariscal Keitel, lo que dejaba claro que más se habló, durante las tres horas de conversación, de la guerra que de la paz.
Heil Hitler! ¡Viva il Duce!
Los Aliados se han puesto a temblar en seguida, conocedores de que las entrevistas entre los dos caudillos han tenido siempre consecuencias catastróficas para sus adversarios. El encuentro de hoy se ha celebrado bajo el signo de las victoriosas operaciones en el Mediterráneo y África del Norte. A lo largo de las más de cinco horas de conversaciones, los dos líderes han tenido ocasión de tratar el desarrollo de las recientes campañas de Grecia y Creta, la situación en el África del Norte y Abisinia, la suerte del acorazado Bismarck y la extraña huida de Rudolf Hess. Sin embargo, el Führer y el Duce son hombres de acción y podemos afirmar con convicción que la entrevista no se ha celebrado tan sólo para consideraciones retrospectivas. Ni los alemanes ni los italianos son gentes entregadas a descansar mucho tiempo sobre sus laureles. El mundo puede estar seguro de que el Eje se prepara un nuevo golpe, quizás contra su adversaria en la región del Canal de Suez, uno de los puntos vitales y vulnerables del Imperio británico, o quizá contra algún otro enemigo más poderoso, más temible y más inesperado…
Es lebe der Führer Adolf Hitler!
Viva il Duce Benito Mussolini!
Dado que es mi primera intervención, aprovecho para felicitar en grado sumo a su creador. Es un blog magnífico, y si prosigue hasta el final va a suponer crear una verdadera enciclopedia online de la II Guerra Mundial. La labor de documentación es excelente, y hay que reiterar las felicitaciones a su creador por el gran esfuerzo que ello supone. Dicho lo anterior y respecto a la entrada presente, tengo la duda si en dicha entrevista Hitler informó al Duce sobre sus planes inmediatos en orden a invadir la URSS. En el memorandum oficial de la entrevista, no consta ninguna información al respecto lo cual me sorprende, pues el Führer pensaba contar con la colaboración italiana para dicha invasión. Gracias de todas formas y ánimo, que dentro de poco empieza la guerra de verdad. José Ignacio
ResponderEliminarGracias por tus felicitaciones. No sé si aguantaré hasta 1945, pero por el momento sigo adelante. Plantear los sucesos históricos desde el punto de vista del Eje aporta amenidad tanto al lector como a mí mismo y supone un aliciente para seguir adelante. Una narración fría habría sido un auténtico coñazo, y el clásico enfoque pro-Aliado de que los nazis son malvados criminales y los Aliados unas bellísimas personas que liberan al mundo de la tiranía no habría supuesto ninguna novedad.
ResponderEliminarRespecto a tu pregunta, es cierto, el Duce no fue informado de la inminencia de la Operación Barbarroja en esta reunión. Tampoco fue la primera vez que sucedió algo así. En octubre de 1940 Hitler omitió comentarle nada a Mussolini durante otra reunión -también en Brennero, casualmente- acerca de la intervención alemana en Rumanía. Tres días después se produjo ésta, y Mussolini se cogió tal cabreo que decidió invadir Grecia sin informarle a Hitler. "Se enterará por los periódicos," dijo. Respecto a Barbarroja, Hitler le acabaría informando in extremis a Mussolini a través de una carta que escribió la víspera, el 21 de junio. Otros aliados, como Rumanía y Finlandia, sí que tuvieron noticia antes. Antonescu fue informado en una reunión con Hitler el 12 de junio, y con los finlandeses hubo reuniones abiertas de coordinación militar a partir del mes de mayo. La explicación a esto es que Hitler no consideraba significativa la aportación italiana en Rusia (en la carta, que se publicará en este blog, le conmina al Duce a reforzar el frente africano en lugar de enviar tropas a Rusia), pero sin embargo sí necesitaba imperiosamente la colaboración de Finlandia y Rumanía. Tropas alemanas atacaron la URSS desde suelo finlandés y rumano, y los ejércitos de estos dos aliados tenían asignado su propio papel en el conjunto de la Operación Barbarroja: Finlandia colaborar en la captura de Murmansk y el cerco de Leningrado (cosa que no llegaría a hacer hasta el punto que le habría gustado a Hitler) y Rumanía encargarse por entero durante buena parte de Barbarroja del flanco derecho del Grupo de Ejércitos Sur (primero reconquistando Besarabia y luego yendo más allá -- hasta Stalingrado).
Saludos.