Aclamado con verdadero entusiasmo, el Duce ha realizado un resumen sincero de la participación italiana en la guerra, de la que se cumple hoy el primer año. A pesar de las baladronadas de Churchill, el Duce tiene motivos de sobra para sentirse satisfecho. En el frente griego y los africanos, sus resultados han sido brillantes. Albania se verá ensanchada con las regiones de Kossovo al norte y Cramuria al sur. Montenegro recobra su independencia y entra en la órbita italiana. El pueblo italiano ya conoce los acuerdos políticos y territoriales concertados con Croacia. Fiume dispone hoy de un "hinterland" (retaguardia) y gracias a la ocupación de todas las islas del Quarnero tiene una consistencia de que carecía. El puerto de Fiume tiene ante sí perspectivas seguras, ya que está destinado a servir de salida a Croacia y Hungría. Con la anexión de casi todas las islas del archipiélago dálmata, la creación de las dos nuevas provincias de Spatato y Cattaro y la ampliación de la antigua y fielísima provincia de Zara, el problema dálmata puede ser considerado como resuelto.
El Duce de Italia, tal y como lo ven los italianos.
En África oriental nuestras tropas, cercadas, dan aún mucho que hacer a los ingleses en las tres zonas de Dankalia, Jimma y Gondar. ¿Cuánto tiempo podrá durar esto? No se puede decir, pero es seguro que la resistencia proseguirá hasta el límite de las posibilidades humanas. Los ingleses se han beneficiado de su superioridad en material, sus posibilidades prácticamente ilimitadas de abastecimiento y la defección casi general de nuestras tropas coloniales.
Con Alemania trabajamos juntos, marchamos juntos, combatimos juntos y venceremos juntos. La camaradería entre nuestras fuerzas armadas se esta convirtiendo en camaradería entre los dos pueblos. En sus recientes discursos, el Führer ha reconocido explícitamente la magnitud de la ayuda de sangre que Italia ha prestado al Eje.
Representación del discurso de hoy por parte de la propaganda enemiga. "¡Te saludo, Italia, por tu año más victorioso!"
Entre los países que se encuentran todavía fuera del conflicto actual, hay uno que merece una consideración especial y este país es España. A pesar de los halagos, que han sucedido a los intentos de chantaje, está claro que España no puede renunciar a aprovechar la ocasión única que se le ofrece de reparar las injusticias sufridas en otros tiempos. No solicitamos en modo alguno que España adopte una decisión, decisión que debe ser tomada por sus elementos responsables con toda libertad; nos limitamos a pensar y creer que España sabe de qué lado están sus amigos probados y de qué lado están sus enemigos, no menos probados. La Revolución Falangista, que ha aportado un nuevo destino histórico a España, no puede ponerse al lado de las fuerzas plutócratas del judaísmo y de la francmasonería, fuerzas que con su ayuda a los rojos trataron y tratan de impedir o dificultar sus esfuerzos de renovación nacional.
Aun en el caso de que la guerra durara más allá de nuestras previsiones, incluso si surgieran nuevas complicaciones, Inglaterra no puede vencer ya que todas sus posiciones y posibilidades europeas han sido destruidas y América, por mucho que haga, no puede sustituirlas. El Eje, expresión revolucionaria de la nueva Europa, vencerá.
Al terminar de hablar el Duce, interminables ovaciones han llenado todas las esquinas de la Cámara. Todos los consejeros nacionales y el público de las tribunas han irrumpido en largas aclamaciones de “¡Duce!, ¡Duce!, ¡Duce!”, y poco después los asistentes han entonado el himno Fascista.
Viva il Duce!
Vinceremo!
Mussolini fue un tarado AL EQUIPARSE con Hitler al tratar de emular sus victorias por no sentirse ser sombra del dictador alemán.
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