Camaradas,
El Alto Mando del Ejército de Tierra (OKH) ha presentado hoy al Führer, a través de su Jefe de Estado Mayor Franz Halder, un memorándum con una propuesta operativa para las subsiguientes operaciones en el Frente Oriental que va a levantar no pocas ampollas, puesto que viene a ir justamente en contra de las Directivas que el Führer ha publicado recientemente según las cuales los dos Grupos Panzer del Grupo de Ejércitos Centro deben desviarse hacia Leningrado y Kiev y abandonar el avance sobre Moscú, que será llevado a cabo tan sólo por unidades de infantería.
El Führer presta atención a las indicaciones de Franz Halder, que señala sobre el mapa. También está presente Walther von Brauchitsch, Comandante en Jefe de la Wehrmacht.
En su propuesta, el OKH recomienda que se establezca precisamente Moscú como el siguiente objetivo del Grupo de Ejércitos Centro debido a que: a) las condiciones meteorológicas rusas obligan a emprender la ofensiva contra Moscú en septiembre y octubre dado que dos meses es el tiempo mínimo que se estima hará falta para capturar la capital soviética; b) tras su reorganización, las unidades blindadas y motorizadas sólo serán capaces de cubrir distancias limitadas; c) los Grupos de Ejército Norte y Sur habrán de ir en pos de sus objetivos por sus propios medios, dedicándose el Grupo de Ejércitos Centro por completo a la captura de Moscú.
El General Heinz Guderian, que en esta fotografía aparece junto a su vehículo de mando, es uno de los mayores defensores de la propuesta de Halder. El pasado 8 de agosto, en una reunión con Hoth y von Bock en el Cuartel General de éste último en Borisov Guderian trató de convencerle a Hitler de que le permitiera lanzarse sobre la capital soviética. “Mi Führer, la tomaremos”, le dijo, asegurándole que sus divisiones Panzer estarían listas entre el 15 y el 20 de agosto para atacar Moscú y cubrir los apenas 300 kilómetros que les separaban de la capital roja. Halder ha hecho oficial hoy ante el Führer el punto de vista de altos generales como Guderian. En el vehículo puede observarse la bandera de mando del Grupo Panzer de Guderian.
El plan de operaciones de Halder para la ofensiva contra Moscú sitúa el esfuerzo principal del ataque en los flancos del Grupo de Ejércitos Centro, es decir, un movimiento de pinza ejecutado por los dos Grupos Panzer. El meridional (2º Grupo Panzer), al mando de Guderian, atacando hacia Kaluga, vía Briansk y Roslavl, y el septentrional (3º Grupo Panzer), al mando de Hoth, atacando hacia el este desde el suroeste de Belyi y el este de Toropets vía Rzhev. El flanco sur del Grupo de Ejércitos Centro debería quedar protegido por un ejército completo dotado de algunas unidades motorizadas, mientras que el flanco norte debería quedar cubierto por una fuerza similar. El objetivo inmediato de los dos Grupos Panzer sería el de penetrar las defensas rusas y sólo después de considerar el éxito alcanzado se decidiría si proseguirían sus ataques hacia el norte y sur de Moscú o si debían llevar a cabo maniobras de envolvimiento. Para la ejecución de la ofensiva, Halder requiere que el Grupo de Ejércitos Centro disponga de 42 divisiones de infantería, 12 blindadas y/o motorizadas y 1 de caballería. Considera que el Ejército Rojo podría oponer 42 divisiones más 20 que se encuentran en proceso de formación. El comienzo de la ofensiva sería a principios de septiembre (siempre y cuando se resolviesen a tiempo, entre el 21 y 23 de agosto, los ataques de Gomel y Velikye Luki). En cuanto a los Grupos de Ejército Sur y Norte, el primero debería atacar al 5º Ejército ruso el 23 de agosto, mientras que el 6º Ejército debería alcanzar el Dnieper al norte de Kiev y el 17º Ejército cruzar el Dnieper más al sur; el segundo debería completar el cerco de Leningrado a finales de agosto y luego contactar con los finlandeses; también debería eliminar la penetración bolchevique al sur de Staraya Russa y comenzar su avance hacia las Colinas de Valdai simultáneamente con la ofensiva del Grupo de Ejércitos Centro. Es decir, las operaciones de los tres Grupos de Ejército deberían estar coordinadas.
En breve sabemos cuál es la respuesta de Adolf Hitler a esta propuesta. Sabemos que nuestro Führer y Comandante en Jefe sopesará con calma y atención la opinión del OKH pero, también, que por el bien de la Gran Alemania, de Europa y de la civilización occidental, sabrá imponer su genio y mejor criterio.
Führer befiehl, wir folgen Dir!
Mit unsern Fahnen ist der Sieg!
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