sábado, 27 de agosto de 2011

El U-570 cae en manos británicas - 27/08/1941.

Camaradas,

El submergible U-570 partió de Trondheim, Noruega, el pasado 23 de agosto para operar en el Atlántico Norte en la que sería su primera patrulla operativa.  A las 11:00 de la mañana de hoy, el Kapitänleutnant Hans-Joachim Rahmlow ha levantado su periscopio y, tras comprobar que no había nada alrededor, ha emergido a superficie. Por desgracia, justo sobre el submarino, en el punto ciego del periscopio, se encuentra un avión Hudson de la RAF, que había salido en patrulla desde su base en Kaldadarnes, Islandia.

El U-570, averiado, emerge de las aguas y su tripulación ofrece la rendición.

El piloto del Hudson no ha tardado en detectar el objetivo y ha atacado a placer, lanzando varias cargas de profundidad alrededor del U-570 y ocasionándole tales daños que no ha podido sumergirse de nuevo. Poco después del ataque, la tripulación del U-Boot ha izado la bandera blanca sobre la torre indicando su intención de rendirse.

El U-570 fotografiado desde el Catalina.  Junto a él se encuentra un remolcador.

El Hudson ha establecido contacto con sus superiores y recibido órdenes de sobrevolar al submarino hasta que se encontrase una manera de hacer llegar a la zona algún barco. Un hidroavión Catalina ha relevado al Hudson durante la tarde y finalmente, doce horas de espera más tarde, el remolcador Northern Chief ha aparecido. Durante la noche, con la ayuda de otros tres remolcadores y los destructores HMS Burwell y HMCS Niagara, los británicos han procedido a remolcar al sumergible hasta aguas amigas.

Los marineros de la Royal Navy, maravillados ante la joya tecnológica que ha caído en sus manos.

Los alemanes han tenido tiempo de sobra para destruir todos los documentos secretos a bordo del submarino y todas las partes vitales de su maquinaria interna. Los británicos no podrán hacer uso de su máquina Enigma ni de sus códigos de cifrado y habrán de contentarse con volverlo a poner en servicio bajo la bandera de la Royal Navy lo que, no nos cabe la menor duda, les proporcionará una nada despreciable mejora cualitativa. ¡Ahora, quizás sí, debamos tenerle miedo a la Royal Navy!

Es lebe die Kriegsmarine!

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