Winston Churchill pasa revista a sus comandos terroristas, con los que llevará a cabo prácticas de "guerra sucia".
Camaradas,
Después de que la Fuerza Expedicionaria Británica huyera de Francia en el lamentable episodio de 1940 en Dunkerque, el Primer Ministro Británico Winston Churchill exigió reunir y equipar una fuerza que, si bien no pudiera llevar a cabo acciones decisivas, fuera capaz de causar bajas a los alemanes y subir la moral a los vapuleados británicos. Churchill ordenó a sus Jefes de Estado Mayor proponer medidas para poder llevar a cabo una ofensiva contra la Europa ocupada, dando rienda suelta así a una guerra de terror sin miramientos hacia los civiles. En concreto, el infame Primer Ministro empleó las siguientes palabras: “Deben estar preparados con tropas especialmente entrenadas al estilo de los cazadores para poder llevar el terror a la costa enemiga.”
Las Islas Lofoten forman parte de la línea de costa situada al noroeste de Noruega, unos 160 kilómetros dentro del Cïrculo Polar Ártico. La Operación Anklet supone el segundo ataque contra las islas. El primer ataque, la Operación Claymore, tuvo lugar en marzo de 1941. En Anklet, los británicos han decidido hacer uso tan sólo de efectivos navales y terrestres, sin ninguna intervención por parte de la RAF.
La fuerza naval, conocida como Fuerza J, partió de Scapa Flow y Greenock el pasado lunes 22 de diciembre. Un tercer contingente partió de Lerwick al día siguiente. En total, la fuerza la componen 22 buques y 300 soldados del Comando Británico Número 12 y de la 1ª Compañía Independiente Noruega, unidad colaboracionista de los británicos.
La fuerza naval llegó a las Islas Lofote anteayer, víspera de la Operación Archery. Un buque de transporte escoltado por un destructor y dos corbetas se dirigió hacia Moskenesøya para desembarcar a los comandos. Otros buques llevaron a cabo diversas operaciones por las islas. El destructor Bedouin cañoneó una estación de radio en Flakstadøya mientras el crucero HMS Arethusa junto con tres destructores se adentraban en el Vestfjord, donde capturaron dos patrulleras noruegas y hundieron a otra alemana.
La fuerza de 300 comandos desembarcó a las 06:00 de la mañana. La fecha del 26 de diciembre, Día de las Cajas, fue escogida por los británicos porque esperaban que la guarnición alemana estaría centrada en las celebraciones navideñas y sería cogida desprevenida. Los desembarcos no hallaron oposición y los comandos, provistos de atuendos de camuflaje blancos, tomaron tierra en el lado occidental de la isla de Moskenesøya. Pronto ocuparon las localidades de Reine y Moskenes, apresando a la pequeña guarnición alemana y a algunos Quislings noruegos en la estación de radio de Glåpen.
Ayer, 27 de diciembre, un hidroavión alemán bombardeó al crucero Arethusa, que aunque no fue alcanzado por ningún impacto directo sí sufrió algunos daños que lo van a mantener en el dique seco varios meses. Este suceso ha hecho ver a los británicos que ha sido un error no haber organizado ningún apoyo aéreo.
Finalmente hoy, los comandos y las fuerzas de la Royal Navy han abandonado las Islas Lofoten y puesto rumbo a Gran Bretaña. La Operación Anklet ha supuesto un ínfimo éxito para los británicos, que tan sólo pueden vanagloriarse de haber destruido dos transmisores de radio, algunos pequeños buques alemanes capturados o hundidos y un pequeño puñado de soldados alemanes y Quislings convertidos en prisioneros de guerra. Además, la Royal Navy ha incautado una máquina Enigma con sus discos y aparejos. Los comandos no han sufrido bajas, pero huelga decir que los resultados han decepcionado enormemente a los británicos, quienes se han llegado a inventar la patraña propagandística de que 200 noruegos se han presentado voluntarios para servir en las Fuerzas Noruegas Libres y han regresado a Gran Bretaña con ellos.
Es lebe Norwegen! Es lebe Deutschland!
Gott straffe Engelland!
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