A pesar de los contratiempos que están causando las inclemencias del invierno ruso, la Operación Tifón continúa obteniendo importantes progresos. Las divisiones de infantería del V Cuerpo Alemán no han dejado de avanzar a ambos lados de la gran autopista, en dirección sur hacia Moscú y en dirección sudeste hacia el Canal Moskva-Volga. Se trata de las Divisiones de Infantería 106ª, 35ª y 23ª. Después de que Manteuffel se viera obligado a ceder su cabeza de puente, el canal sigue siendo el último obstáculo natural que impide que Moscú sea flanqueado por el norte. Si fuera rebasado por la fuerza que ataca por el norte –El Cuarto Grupo Panzer y el Tercer Ejército Panzer-, lo peor habría quedado atrás. La 23ª División de Infantería de Postdam se dirige hacia el canal a través de Iksha con el 9º Regimiento de Infantería. El otro regimiento de infantería de la división, el 67º Regimiento de Infantería, y el 23º Batallón de Reconocimiento se están abriendo paso igualmente hacia el canal al noreste de Krasnaya Polyana. Más al sur, la 2ª Brigada de Infantería, superando Krasnaya Polyana, ha conquistado Katyushki en la jornada de hoy. Esta población ha cambiado de manos varias veces. Patrullas de la 2ª Compañía del 38º Batallón Panzer de Ingenieros avanzan en la dirección de la estación de ferrocarril de Lobnya. En verdad parece como si la Blitzkrieg vuelve a ir viento en popa.
Al principio, los rusos están confusos. Y, como sucede siempre en estas situaciones, no tardan en presentárseles muchas y grandes oportunidades. Una de éstas queda ilustrada por el siguiente episodio. Las patrullas motociclistas del 62º Batallón Panzer de Ingenieros –originalmente operando bajo la 2ª División Panzer, pero adelantado por el propio Hoepner el 30 de noviembre más allá de las unidades más avanzadas de la 2ª División Panzer para atacar la estación de ferrocarril de Lobnya y la zona al sur de ella- han rodado adelante sobre sus máquinas y, sin encontrar ninguna oposición, han llegado tan lejos como Khimki, el pequeño puerto fluvial de Moscú, a 8 kilómetros de las afueras de la ciudad. Su llegada ha hecho cundir la alarma y el pánico entre la población, pero se trata tan sólo de un destacamento de reconocimiento y los motociclistas alemanes no han tardado en dar la vuelta para avisar al resto de su unidad de la ruta que han descubierto.
No han sido estos motociclistas zapadores los únicos en llegar tan cerca de la guarida de Stalin, puesto que las unidades de la 106ª División de Infantería, atacando a la derecha de la 2ª División Panzer, han llegado casi tan cerca del Kremlin cuando un grupo de combate del 240º Regimiento de Infantería reforzado por un destacamento de combate del 52º Regimiento Antiaérea ha alcanzado Lunevo. Las fuentes rusas han registrado estos acontecimientos con gran horror – el mismo horror que recorrió el Kremlin cuando hace más de veinte años llegaron las noticias: “¡Los alemanes están en Khimki!"
Una escena de la patrulla de reconocimiento de la 2ª División Panzer que ha alcanzado Khimki. Aunque todavía no lo sepan, el suyo será el mayor avance hacia Moscú que logrará la Wehrmacht en esta guerra.
No han sido estos motociclistas zapadores los únicos en llegar tan cerca de la guarida de Stalin, puesto que las unidades de la 106ª División de Infantería, atacando a la derecha de la 2ª División Panzer, han llegado casi tan cerca del Kremlin cuando un grupo de combate del 240º Regimiento de Infantería reforzado por un destacamento de combate del 52º Regimiento Antiaérea ha alcanzado Lunevo. Las fuentes rusas han registrado estos acontecimientos con gran horror – el mismo horror que recorrió el Kremlin cuando hace más de veinte años llegaron las noticias: “¡Los alemanes están en Khimki!"
Este soldado alemán escudriña el horizonte con sus prismáticos. Moscú está prácticamente a tiro de piedra.
En la ciudadela del Estado Mayor dentro del Kremlin de hecho hay una gran consternación desde el 27 de noviembre. Stalin camina arriba y abajo a lo largo de la gran mesa de mapas, frunciendo el ceño. Desde el frente llegan noticias desastrosas: “Fuerzas enemigas del Tercer Ejército Panzer han cruzado el Canal Moskva-Volga en Yakhroma, 70 kilómetros al norte de Moscú, y han establecido una cabeza de puente en su orilla oriental. Existe el peligro de una penetración hacia Moscú desde el norte.” Dado que no hay más defensas más allá del canal, las palabras “peligro de una penetración desde el norte” equivalen a admitir que, a menos que se impida que fuerzas enemigas adicionales crucen a la orilla oriental, podría caer Moscú.
35 kilómetros al sur de Yakhroma, por otro lado, la situación ha dado un giro dramático. Al sur de Rogachevo el XLI Cuerpo Panzer, que ha sido traído desde Kalinin, se encontraba atacando los cruces a través del canal al norte de Lobnya sobre el flanco derecho del Tercer Ejército Panzer el 1 de diciembre. En primer lugar, las unidades de la 23ª División de Infantería, rodeadas al sur de Fedorovka, tenían que ser rescatadas. Más al sur, al noroeste de Lobnya, la 2ª División Panzer del General Veiel amenaza Moscú desde el noroeste. Uno de sus grupos de combate al mando del Teniente Coronel Decker se ha abierto paso a través de la ventisca y un frío gélido hasta Ozeretskoye a lo largo de la carretera minada desde Rogachevo hasta Moscú. El pueblo ha sido capturado. “Todos arriba dirección el Kremlin en la ruta de la Plaza Roja”, han bromeado los ateridos soldados alemanes. Se encuentran en las marquesinas de la parada de autobús de la ruta suburbana a Moscú, sacudiendo los brazos en torno a sus cuerpos y pateando los pies para mantenerse calientes. “¿Dónde está el maldito autobús?” bromean. “Tarde, como siempre.”
Cuando el Teniente Strauss de la 1ª Compañía del Batallón Panzerjager de la 38ª División de Infantería ha pasado por delante de la parada de autobús con su vehículo dirigiéndose hacia Gorki, su conductor se ha dirigido a él con una risita: “¿Por qué no cogemos el autobús, Herr Leutnant? Sólo un viaje de cuarenta y cinco minutos hasta la casa del Camarada Stalin.” El sargento tiene una idea ciertamente optimista de los autobuses soviéticos. La distancia a la Plaza Roja es, al fin y al cabo, de 40 kilómetros.
Tanques y soldados soviéticos marchan por las calles de Moscú hacia el frente de combate. A pesar de esta imagen, la escasez de tanques en el Ejército Rojo a estas alturas de la batalla es calamitosa. En todo el frente de Moscú, nuestros enemigos apenas si pueden reunir 150 T-34s.
Sin embargo, el grupo de combate de la 2ª Brigada de Infantería al mando del Coronel Rodt se encuentra mucho más cerca del objetivo. El 30 de noviembre, los batallones de infantería y de zapadores de la brigada han logrado capturar Krasnaya Polyana tras vencer la tenaz resistencia de unidades de caballería soviética que han combatido desmontadas y de milicias de obreros de Moscú, a continuación han conquistado Pushki y, al día siguiente –hoy- Katyushki. Ahora, el 2º Batallón del Comandante Reichmann, perteneciente al 304º Regimiento de Infantería, ha alcanzado Gorki. Eso los sitúa a 30 kilómetros del Kremlin o a 20 kilómetros de las afueras de Moscú. Un grupo de asalto del 38º Batallón Panzer de Ingenieros de hecho ha penetrado tan lejos como la estación de ferrocarril de Lobnya y la ha hecho saltar por los aires para impedir su empleo por las reservas tácticas soviéticas. Eso son tan sólo 16 kilómetros de las afueras de Moscú y 26 del Kremlin.
Moscú, ciudad de primera línea de batalla.
El corazón de Moscú ha parecido detenerse durante un momento cuando las noticias han alcanzado la ciudad. Es el día en que el Pravda despliega dos inflamados y típicos informes en su primera página – uno acerca del fusilamiento de merodeadores en las principales calles de la ciudad y el otro acerca de sentencias de muerte para los especuladores de víveres en el mercado negro.
Un batallón de esquiadores soviéticos atraviesa Moscú rumbo al frente. Los rusos han recibido el refuerzo de 11 batallones de esquiadores con 400-500 soldados cada uno.
Moscú se ha convertido en la línea de combate. A través de la ciudad retumban los nuevos T-34s recién salidos de las fábricas en las afueras orientales de la ciudad; camiones cargados con milicias de obreros y miembros del Komsomol traquetean hacia las estaciones de ferrocarril – reservas tácticas que la Stavka pretende lanzar de inmediato contra Katyushki y Gorki. Batallones siberianos son conducidos a la línea de frente en taxis y en los coches privados de los oficiales del Partido y del Estado que han sido requisados. La munición es transportada a los puntos de riesgo a bordo de camionetas y autobuses requisados. Un batallón de trabajadores de una planta de tractores situado en las afueras orientales de Moscú podrían estar en acción en el oeste o en el noroeste al cabo de una hora. Stalin está haciendo buen uso de lo que los estrategas denominan las líneas internas en un desesperado esfuerzo por detener las puntas de lanza alemanas en Katyushki y Gorki.
Der Sieg wird unser sein!
Nach Moskau!
Lástima que el fulguroso avance sólo pudo ser frenado por el General Invierno.
ResponderEliminarEste era un momento clave. Si los Japoneses hubieran lanzado un ataque por el extremo este de la URSS Stalin no hubiera podido "rescatar" las divisiones de tropas siberianas que salvarían a Moscú de la caída en manos Alemanas. Moscú habría caído y la amenaza bolchevique habria sido eliminada de la faz de la tierra.
ResponderEliminarSi mejor unos fanaticos agilipollados por el color de la piel, aparte de gilipollas cobarde eres bastante subnormal fachilla de mierda
EliminarJapón falló a Alemania y los espías soviéticos junto con la mala logística alemana hicieron el resto, una pena
ResponderEliminarY entonces avanzando desde Moscú podrían conquistar marte o así..jajajaja
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA HOLA FACHITOS EN SERIO CREEN QUE HITLER PUDO HABER GANADO??? ES LO MAS RIDICULO..POR FAVOR, VERGUENZA AJENA, LA BANDERA ROJA ES INVENCIBLE!!!
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