Camaradas,
Cientos de miles de trabajadores de casi todas las naciones europeas están trabajando hoy en la industria de guerra alemana. Entre ellos hay muchos procedentes de países que en su día persiguieron la destrucción del Reich Nacional Socialista de Adolf Hitler, y cuyas naciones incluso hoy están ocupadas por las fuerzas de Alemania o de sus Aliados. En favor de estos trabajadores extranjeros, hay que decir que lo están dando todo por imitar a los trabajadores alemanes, y están haciendo un buen trabajo, a veces muy bueno.
Este artículo es un informe sincero y, a la vez, una prueba irrefutable de que el Reich Alemán Nacional Socialista, a pesar del pretendido bloqueo por hambre de nuestro enemigo, todavía es capaz no sólo de alimentar a cientos de miles de trabajadores extranjeros, sino también proporcionarles vivienda, ropa y cuidados médicos. Incluso disfrutan de días festivos y vacaciones. El Partido, el Frente Alemán del Trabajo, el estado y la economía han trabajado juntos como Nacional Socialistas para crear unas condiciones de trabajo que nunca antes en la historia han sido igualadas en su pulcritud, correción, cariño y justicia.
Trabajadores de una fábrica juegan a las cartas durante un descanso.
El trato correcto y ejemplar explica los buenos resultados incluso de aquellos trabajadores de antiguos territorios soviéticos, que durante décadas escucharon sólo propaganda llena de odio acerca de la Alemania Nacional Socialista. El hecho de que muchos ciudadanos de estados enemigos estén trabajando satisfactoriamente en Alemania es la más aguda crítica de los así llamados hombres de estado que han llevado a estos pueblos a la guerra contra el Pueblo Alemán. Estos trabajadores extranjeros están arreglando parte del daño que sus irresponsables líderes han ocasionado a los pueblos de Europa.
Estos trabajadores extranjeros son prueba de que sus pueblos fueron víctimas de las mentiras de los peores, más pueriles y corruptos criminales de la plutocracia Judía y los verdugos Bolcheviques. Ahora han visto a la verdadera Alemania con sus propios ojos y experimentado los servicios sociales y médicos con los que nadie puede soñar siquiera en la Rusia Soviética. Han visto lo desarrollada que se encuentra Alemania en todas las áreas, y se han encontrado con una cultura tan avanzada que no sólo se han quedado atónitos, sino también se han dado cuenta de lo equivocados que los ha tenido durante décadas la propaganda Judeo-capitalista o Bolchevique.
Trabajadores extranjeros en el Reich a día de hoy, indicando su lugar de procedencia. Cifras en millares.
Por ello, es fácil entender porqué cientos de miles de ciudadanos de países extranjeros que están empleados en las fábricas de armamento de Alemania trabajan con pasión por la victoria de Alemania, por la victoria de Adolf Hitler, dado que quizás por primera vez en sus vidas han visto las virtudes de la justicia, orden y pulcritud de la Alemania Nacional Socialista, contrapuestas a los métodos de explotación capitalista o terror bolchevique.
Cuanto más se prolongue la guerra que se nos ha impuesto contra la conspiración mundial Judía, la plutocracia y el Bolchevismo, más poderosamente escucharemos junto con el ruido de la batalla los sonidos del trabajo en la Gran Alemania, entre nuestros aliados, y en las regiones conquistadas. El enorme esfuerzo laboral protege el frente de casa así como el nuevo territorio ganado por la sangre de nuestros mejores en sus ataques sin precedente. También confiere un nuevo aspecto a Europa. Liderada por los miembros del Eje, Europa se mueve hacia un futuro grande y próspero. Estamos defendiendo nuestro propio destino y el del continente a través de esfuerzos de sacrificio cada vez más grandes y a través de una voluntad fanática e inquebrantable en la victoria final de nuestra bandera.
Mujeres extranjeras fabrican municiones.
Los trabajadores extranjeros que ahora se encuentran en Alemania están trabajando por Europa. Han sido traídos aquí para proporcionar las mejores armas de precisión alemanas a nuestros soldados en las trincheras, a las baterías, a las tropas motorizadas, a la Luftwaffe y a la Kriegsmarine. ¡Que nadie olvide eso! La guerra exige toda nuestra energía. Estamos defendiendo nuestros trabajos y nuestro modo de vida, el futuro de nuestras familias y el progreso social de Europa. Todos los trabajadores extranjeros, sean de naciones aliadas con Alemania como Italia, Hungría, Eslovaquia y Rumanía, o de naciones anteriormente enemigas, tienen claro de que cada alemán durante estos años críticos, está trabajando con sacrificio y obteniendo logros prodigiosos. Debemos mostrar sin cesar que este nivel extremo de esfuerzo es el resultado no de la fuerza ni la obligación, sino de un sentido del deber interno, que estamos siendo movidos por una misión que nos proporciona ejemplos brillantes, que no descansaremos hasta que se haya obtenido la victoria final y que cada trabajador extranjero se ha unido a nosotros no por simple propaganda, sino por realizar con nosotros una tarea común.
¡Tú eres el frente!
Por el futuro del continente, las potencias del Eje están entablando un combate amargo. Así como la necesidad nos ha unido militarmente, así también millones de trabajadores extranjeros y alemanes se encuentran uno al lado de otro en las fábricas, en las máquinas de granja o en los terrenos recién cultivados. Combaten al enemigo común haciendo uso del idioma del trabajo. Desde el punto de vista práctico, el uso de trabajadores extranjeros ha sido hasta hace poco un problema difícil. El uso de trabajadores de las zonas ocupadas ha supuesto un particular desafío. Pero los éxitos hasta ahora han superado todas nuestras expectativas. El Gauleiter Sauckel también ha tenido éxito en convencer a los enormes números de trabajadores extranjeros que se convierten en nuestros trabajadores voluntarios. La economía de guerra alemana, en consecuencia, no ha atravesado dificultades, sino que ha mostrado un continuo aumento en su producción. La incorporación de cientos de miles de trabajadores extranjeros no ha llevado a un desequilibrio entre los objetivos del Führer y las posibilidades biológicas, como sostiene la propaganda enemiga. En su lugar, demuestra la enorme dinámica, liderada por Alemania, que determina el destino de todas las naciones europeas.
En casa y en el frente, una fe dura como el granito en el liderazgo de Alemania es una certeza para todos: ¡Europa triunfará!
Deutschlands Sieg, Europas Sieg!
Europa arbeitet in Deutschland!
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