Camaradas,
El que con fuego juega con fuego se quema. No cabe decir otra cosa del incidente que ha tenido lugar hoy y que a punto ha estado de desencadenar la guerra entre los Estados Unidos y Alemania.
Los Estados Unidos, por su propia cuenta y riesgo, y en virtud a las “Patrullas de Neutralidad” establecidas en febrero de 1940, comenzó a patrullar con buques de guerra las aguas del Atlántico cercanas a los Estados Unidos. En flagrante violación de sus deberes como nación neutral, los Estados Unidos no han dejado de tensar más y más la cuerda, hasta el punto de que sus buques de guerra han estado operando alegremente en aguas del Atlántico Norte tan lejos como Islandia.
El destructor USS Greer, que el Presidente Roosevel ha querido emplear como excusa para entrar en la guerra.
Lo inevitable ha tenido lugar hoy. El destructor norteamericano USS Greer ha dejado de respetar sus obligaciones y no ha podido resistirse a tomar parte en la caza del sumergible alemán U-652 que operaba en la zona de bloqueo marítimo y que había sido avistado por aviones ingleses. El sumergible ha sido atacado con cargas de profundidad y, en respuesta, ha disparado hasta dos torpedos contra el USS Greer, que no han llegado a alcanzar al destructor.
Sin embargo, la noticia del enfrentamiento no ha tardado en llegar a los Estados Unidos, donde las autoridades se han apresurado a realizar una lectura de lo más sesgada del suceso y acusar a Alemania de que uno de sus U-Boot ha intentado hundir a un destructor de una de sus inofensivas patrullas “neutrales”.
Roosevelt, fumando y bebiendo en público, a imagen y semejanza de su homólogo británico.
La respuesta Alemana no se ha hecho esperar, y el Reich ha afirmado con rotundidad “que el ataque no ha sido iniciado por el submarino alemán, al contrario,… el submarino ha sido atacado con cargas de profundidad, perseguido continuamente dentro de la zona de bloqueo alemana y atacado con cargas de profundidad hasta la medianoche. El Presidente Roosevelt parece estar realizando grandes esfuerzos con todos los medios a su disposición para provocar incidentes con el propósito de incitar a la guerra al pueblo norteamericano.”
Por su parte, el Departamento Norteamericano de la Marina ha replicado que las declaraciones alemanas son inexactas y que “el ataque inicial lo realizó el submarino sobre el Greer.” El propio Roosevelt ha decidido sumarse a la polémica, deseoso de implicar a los Estados Unidos en la guerra europea. Según sus propias palabras:
“El Greer navegaba bajo bandera estadounidense. Su identidad como buque norteamericano era indiscutible. Entonces y allí fue atacado por un submarino. Alemania admite que se trataba de un submarino alemán. Deliberadamente, el submarino disparó un torpedo contra el Greer, seguido de otro. A pesar de lo que la oficina de propaganda de Hitler se haya inventado, a pesar de lo que cualquier organización obstruccionista norteamericana prefiera creerse, os digo que el hecho sin rodeos es que el submarino alemán disparó primero contra este destructor estadounidense sin previo aviso y con la deliberada intención de hundirlo.”
Caricatura británica. Adolf Hitler y el Gran Almirante Raeder, dentro de un barco pirata, se preguntan si arriar o no la bandera pirata mientras un proyectil de Roosevelt marcado con la "orden de disparar a primera vista."
Declarando que Alemania ha sido culpable de un acto de piratería, el Presidente Roosevelt ha anunciado la que se conocerá como la orden de “disparar a primera vista” acerca de que “la presencia de submarinos alemanes en cualquier aguas que los Estados Unidos consideren vitales para su defensa constituye un ataque. En aquellas aguas que consideremos necesarias para nuestra defensa, los buques y aviones norteamericanos no esperarán hasta que los submarinos del Eje que acechan bajo el agua o los buques del Eje sobre la superficie, asesten el primer golpe mortal.” En un delirante giro filosófico, Roosevelt ha añadido lo siguiente: “La agresión no es nuestra. Nuestra preocupación es sólo la defensa. Pero aclaremos esta advertencia. A partir de ahora, si los buques de guerra alemanes o italianos se adentran en aquellas aguas cuya protección resulte necesaria para la defensa norteamericana, lo harán a su propia cuenta y riesgo… Toda la responsabilidad reside en Alemania. No habrá disparos a menos que Alemania continúe buscándolos.”
El Senador Demócrata David Walsh, ha organizado un Comité aclaratorio para revelar los detalles del incidente, lo que ha llevado al Almirante Harold Stark, Jefe de Operaciones Navales, a redactar un informe escrito que ha rsultado de lo más revelador: el submarino disparó primero, sí, pero sólo después de que el Greer hubiese estado acosándolo y persiguiéndole durante horas después de que su presencia hubiese sido detectada por un avión británico. Según palabras del Almirante Stark:
"¡Cielos, ése es uno de los nuestros!" Caricatura propagandística británica acerca del Incidente Greer.
A las 08:40 de la mañana el Greer, que transportaba correo y pasajeros a Islandia, “fue informado por un avión británico de la presencia de un submarino sumergido unos 16 kilómetros justo delante de él. Basándose en la información proporcionada por el avión británico, el Greer comenzó a buscar al submarino y a las 09:20 lo localizó con su equipo de sonido submarino. Entonces, el Greer procedió a seguir al submarino y transmitir su posición. Esta acción, emprendida por el Greer, iba de acuerdo con sus órdenes, es decir, proporcionar información pero no atacar. El avión británico permaneció cerca del submarino hasta las 10:32, pero antes de su marcha el avión arrojó cuatro cargas de profundidad contra él. El Greer mantuvo el contacto hasta las 12:48. Durante este periodo (3 horas 28 minutos), el Greer maniobró para mantener al submarino a su proa. A las 12:40 el submarino cambió de rumbo y se acercó al Greer. A las 12:45 una burbuja de impulso (indicando el lanzamiento de un torpedo por el submarino) fue avistada a bordo del Greer. A las 12:49 un torpedo fue avistado atravesando la estela del buque de estribor a babor, a 100 metros de distancia por la popa. En este momento, el Greer había perdido contacto sonoro con el submarino. A las 13:00 el Greer comenzó a buscarlo y a las 15:12... el Greer volvió a establecer contacto. El Greer atacó inmediatamente con cargas de profundidad... El resultado del enfrentamiento fue indeterminado, aunque se asume por la respuesta alemana que el submarino sobrevivió."
"¡Suerte que tenemos camas separadas!" Caricatura intervencionista que critica la postura de los aislacionistas, quienes creen que la guerra en Europa no tiene porqué afectar a los Estados Unidos y que deben mantenerse al margen. Junto a la cama del Tïo Sam, Europa se encuentra afectada por toda clase de enfermedades contagiosas: hitleritis, fiebre nazi, etc.
Por último, el periodista del New York Times y ganador del Premio Pulitzer Arthur Krock ha dado la razón al Reich al hablar de “quién atacó a quién.” Krock ha definido el término “ataque” como “un comienzo, un inicio agresivo del combate, un movimiento que es la antítesis de la defensa. Según esta definición, nuestro destructor ha atacado al submarino alemán.”
Es lebe Nationalsozialismus!
Es lebe unsere U-Boote!
Es lebe Nationalsozialismus!
Es lebe unsere U-Boote!
48 años después nací en Lima, en esa época gobernaba " caballo loco", la hiperinflación era terrible y los canes ahorcados por los senderistas eran pan de cada día. Todavía existía la URSS, faltaba dos meses para la caída del muro de Berlín, otros tres para el derrocamiento del dictador rumano Nicolae Ceucescu y los yanquis invadían Panamá. El Internet lo usaban unos cuantos "iluminados". Michael Jackson estaba en el apogeo de su fama y la tecnología de las redes sociales era algo sacado de los "supersónicos".
ResponderEliminaryankis bastardos esclavos del sionismo, algun dia se ahogaran en su propia sangre
ResponderEliminarFeliz cumpleaños con retraso, Gustavo.
ResponderEliminarEl papel de Roosevelt fue de lo más oscuro en su afán de entrar en la guerra. Tengo preparada una entrada que se publicará en enero acerca de la conspiración de Pearl Harbor y de cómo las altas esferas norteamericanas, aunque supieron de las intenciones japonesas, los dejaron actuar.