Camaradas,
Charles Lindbergh, el famoso aviador norteamericano que en 1927 logró la hazaña de realizar el primer vuelo a través del Atlántico sin escalas entre París y Nueva York a los mandos del Espíritu de San Luis y una de las cabezas salientes del Primer Comité Americano, organización pacificista que aboga por la no intervención en la guerra de los Estados Unidos, impartió ayer un discurso en Des Moines, Iowa, en el que una vez más ha criticado la escalada hacia la guerra en la que se ha sumergido la Administración Roosevelt:
Los tres grupos que dirigen la política belicista en los Estados Unidos: ingleses, judíos y el mismo Gobierno, habían concebido el plan de precipitar a Norteamérica a la guerra bajo el pretexto de la "defensa". Otro intento—el segundo— trató de hacer participar a los Estados Unidos en las hostilidades sin que el pueblo pudiera darse cuenta de ello. Finalmente, los grupos aludidos han procurado provocar incidentes con el mismo fin.
Ahora bien, hasta ahora no ha habido incidentes demasiado graves para alcanzar el fin que se han propuesto los grupos en cuestión, pero es evidente que otros incidentes están siendo preparados. La situación de Inglaterra es desesperada. Le faltan las fuerzas necesarias para invadir el continente europeo y ganar una guerra que había declarado a Alemania. Inglaterra es también impotente para lograr la victoria en los aires. Esta impotencia continuará a pesar de los aviones que le envíe Estados Unidos. Hasta la entrada de este país en la liza no basta para cambiar gran cosa el aspecto de la situación. Sin la ayuda militar y financiera de Norteamérica, los ingleses se habrían visto forzados hace tiempo a entablar negociaciones de paz.
No es difícil entender porqué el pueblo judío desea la destrucción de la Alemania Nacionalsocialista. La persecución que sufrieron en Alemania sería suficiente para hacer enemigos mortales a cualquier raza. Ninguna persona con un sentido de dignidad o de humanidad puede dejar de condenar la persecución que la raza judía ha sufrido en Alemania. Pero ninguna persona honesta y de amplias miras puede contemplar la política belicista de hoy sin ver los peligros que implica semejante política tanto para nosotros como para ellos.
En lugar de agitarnos hacia la guerra, los grupos judíos de este país deberían oponerse a ella a cualquier precio, dado que ellos mismos serán los primeros en sufrir sus consecuencias. La tolerancia es una virtud que depende de la paz y de la fuerza. La historia demuestra que no se puede sobrevivir la guerra y la devastación. Unos pocos judíos con la suficiente perspectiva ven esto y se oponen a la intervención. Pero la mayoría no lo hace todavía. Su mayor peligro hacia este país reside en su enorme participación e influencia en nuestra industria cinematográfica, nuestra prensa, nuestra radio y nuestro gobierno.
Se ha aprovechado la situación internacional para conseguir un tercer mandato de Roosevelt en la Presidencia. Su poder dependía del sostenimiento del estado de urgencia nacional. El Gobierno Roosevelt es peligroso porque opera con subterfugios. Con promesas de paz ha conducido al pueblo al borde de la guerra. En cuanto ingleses, judíos y administradores de Roosevelt cesen en sus agitaciones belicistas, los Estados Unidos no correrán ningún peligro de ser arrastrados al conflicto.
Charles Lindbergh es una de las muchas voces sensatas que desde el estallido de la guerra se han alzado en los Estados Unidos y que, pese a los oídos sordos del Gobierno, continúan reclamando que Norteamérica se mantenga fuera de la guerra. Con razón desconfían de Roosevelt quien, a pesar de sus palabras, ha mentido al pueblo Norteamericano y nada ansía más que llevar a los jóvenes estadounidenses al lado de Inglaterra a la derrota y a la muerte. El 15 de septiembre de 1939, doce días después de que Francia e Inglaterra declarasen la guerra a Alemania, Lindbergh pronunció un discurso por radio a toda la nación en el que urgió a los oyentes a mirar más allá de los discursos y propaganda con que se estaban alimentando sus oídos y en su lugar mirasen a quien escribía los discursos e informes, quién poseía los periódicos y quíen influenciaba los altavoces.
Es lebe Charles Lindbergh!
Es lebe der Frieden!
tendrás el discurso traducido de este señor, no me gusta mucho interpretar lo que dice. Si lo tienes subtitulado mejor por fa creo que es una profecía de lo que pasaría con su patria unos 60 años después de la caída de las torres gemelas.
ResponderEliminarMe he limitado a buscarlo en Google y en Youtube. El hecho de no encontrarlo en español no me supone un problema. Los puntos esenciales están recogidos en esta entrada.
ResponderEliminarHola a todos. Llegué aquí buscando el discurso del 11/09/41 de este gran aviador. Me parece que deliberadamente se ha alterado la traducción de su discurso en el documental Zeitgeist que aborda el tema de las torres gemelas. Estoy tratando de averiguar con qué intenciones... Slds.
ResponderEliminarpedro.ibarra1976@gmail.com