Hoy hace ocho años que Adolf Hitler subió al Poder tras la dimisión forzosa del General Schleicher. No se conoce en la historia un ejemplo igual de tantos resultados obtenidos en tan poco tiempo. En la política interior, el régimen Nacionalsocialista ha consolidado y perfeccionado la unidad del Reich y ha integrado a la clase obrera en el concepto del Estado nacional. La huelga forzosa ha desaparecido después de haber alcanzado bajo el otro régimen la cifra de seis millones de obreros sin trabajo. Los limitados recursos de Alemania «pueblo sin espacio» (Volk ohne Raum), no permiten que el Führer le haya conducido a un estado de prosperidad, pero se produce más que antes y el reparto de las riquezas se efectúa de un modo más equitativo. En cuanto a la política exterior, Alemania ha sabido aprovechar todos los errores cometidos por sus adversarios, como la evacuación anticipada de la tercera zona renana, la frialdad con Polonia, Ias sanciones ineficaces contra Italia, etc., y en un plazo asombrosamente breve, ha roto los obstáculos que el Tratado de Versalles había levantado frente a su libre desarrollo. Después de haber efectuado su rearme, proclamó la introducción del servicio militar obligatorio, luego procedió a la ocupación militar de la zona desmilitarizada de Renania, demostró en la Guerra Civil Española la superioridad de sus aviadores y técnicos, forjó con Italia el Eje y firmó el Pacto tripartito. Después de haber eliminado, mediante un acuerdo con Rusia, el peligro de tener que luchar en dos frentes, venció en tres semanas a Polonia y ocho meses más tarde, en el mismo lapso de tiempo, a Francia. Más completamente que Napoleón, el Reich de Adolf Hitler domina el Continente y ya no le queda otro enemigo que el mundo anglosajón. El futuro historiador registrará con verdadero asombro tamaños éxitos, en todos los terrenos, en menos de dos lustros.
El acontecimiento principal de las celebraciones del octavo aniversario del ascenso del Führer a la Cancillería ha sido el discurso que ha pronunciado en el Sportpalast en Berlín. El discurso ha sido retransmitido por radio, además de a Alemania, a Italia, Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Yugoslavia, Suiza, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y el Japón, y traducido a 26 idiomas.
El acontecimiento principal de las celebraciones del octavo aniversario del ascenso del Führer a la Cancillería ha sido el discurso que ha pronunciado en el Sportpalast en Berlín. El discurso ha sido retransmitido por radio, además de a Alemania, a Italia, Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Yugoslavia, Suiza, Argentina, Uruguay, Estados Unidos y el Japón, y traducido a 26 idiomas.
Llegada del Führer al Sportpalast.
El Führer se ha presentado ante su gente más temprano de lo habitual, a las 16:30 de la tarde. Entre banderas, ministros y generales, frente a dieciséis mil personas electrizadas por su voz y su ademán, el discurso ha tenido una intimidad que parecía imposible en la sala inmensa, .cruzada por luces cegadoras y entre aquéllos uniformes pardos, grises y negros. El Führer ha hablado con su pueblo de una manera cordial, limpia, sencilla, empleando con frecuencia.formulas humorísticas para expresar la incomprensión de los enemigos de Alemania. Apoyado en el pupitre, con los brazos abiertos y las manos en sus bordes laterales, ha lanzado su diatriba:
Inglaterra contra el Continente.
Al comenzar su discurso, el Führer ha hecho una exposición retrospectiva del período que precedió a su advenimiento y culpado a Inglaterra del estallido de la Guerra de 1914, de las miserias de Alemania y de su dominación, establecida por la violencia sobre la cuarta parte del mundo. El pretendido “equilibrio europeo", que en realidad quiere decir impotencia interna completa de Europa, permitió a la Gran Bretaña azuzar, según los casos y según sus conveniencias a unas potencias europeas contra otras y comprometer así las fuerzas interiores de Europa en luchas continuas al amparo de las cuales podrá llevar adelante sus planes con toda tranquilidad. Desde el punto de vista social, Inglaterra es el país más atrasado de Europa. El despertar de los pueblos europeos ha eliminado ya definitivamente el peligro de la desorganización continental. De la vieja nación alemana ha surgido el Nuevo Reich y al sur Italia ha realizado también su renacimiento. Es decir, han aparecido nuevos elementos que han convertido el "equilibrio de fuerzas" en una simple quimera.
Puedo contarme como uno de los hombres que más han hecho por Alemania.
Ya no habría criticado el pasado si no hubiera actuado major que los que me precedieron. Pero hoy puedo contra como uno de los hombres que más han hecho por Alemiania y en calidad de tal tengo que hacer constar que el éxito logrado por nuestros enemigos en 1918 sólo se debia a una concentración verdaderamente extraordinaria de incapacidades personales en la dirección y gobierno dé nuastro pueblo de entonces. Versalles fue la mayor injusticia, la más grande perfidia que se ha hecho a una gran nación en toda la Historia. Hemos seguido un camino que nos hemos visto obligados a recorrer y hemos tenido continuamente el deseo de llegar a un acuerdo inteligente si la inteligencia hubiera sido posible. Pero los belicistas ingleses volvieron a emprender la misma actividad incendiaria que habían realizado en 1914. Francia no tenía ningún motivo para entrar en la Guerra.
Nuestros adversarios empiezan a imitar nuestros métodos de justicia social, y si la guerra dura aún mucho tiempo será una gran desgracia para Inglaterra porque van a tener que mandar una comisión que se encargue de copiar nuestro programa.
El Führer sentado con los suyos. Instantánea obtenida hoy unos momentos antes de comenzar su discurso.
Nadie podrá desalojanos del Continente.
Me permito echar otra mirada retrospectiva. El año que acaba de terminar ha decidido ya la suerte de la Guerra. Estamos ahora en este Continente y nadie podrá desalojarnos de donde estamos. Hemos construído bases y en el. momento dado daremos el golpe decisivo. Nuestros enemigos .podrán darse cuenta este año de que hemos aprovechado todo nuestro tiempo para preparar estegolpe decisivo. ¿Qué esperan? ¿Una ayuda extranjera? ¿De América? Sólo puedo decir que hemos previsto todas las posibilidades. Todo el mundo se da cuenta de que el pueblo alemán no tiene absolutamente nada contra el pueblo americano. Si los Estados Unidos intentan mezclarse en.el conflicto europeo, Europa .se defenderá. El que crea poder ayudar a Inglaterra debe en todo caso saber una cosa: todo barco, importante o no, que se ponga ante nuestros tubos lanzatorpedos, será torpedeado. Hacemos una guerra que no hemos deseado, sino todo lo contrario. No se puede ofrecer: la paz más a menudo que lo he hecho yo. Pero si los otros desean la guerra y quieren exterminar a la nación alemana, tendrán sorpresas desagradables. Esta vez no se encontrarán frente a una Alemania extenuada como durante la Gran Guerra. Pero si tienen otras esperanzas, he de decir que no les comprendo. Cuando se dice que Italia va a separarse del Eje, por ejemplo, sería mejor que esos seño'res no inventaran revoluciones en Milán y tuvieran cuidado.de que no haya revoluciones en su propio país.
Der Führer Spricht!
Combatiremos a Inglaterra en todos los sitios donde podamos. Si los ingleses ven en los reveses actuales de nuestra aliada una demostración de su victoria, he de decir que no lo entiendo. Han de saber que ni el Duce ni yo somos judíos o especuladores. Cuando nos damos la mano, lo hacemos como dos hombres de honor, y espero que nuestros adversarios podrán darse cuenta de ello en el curso del año actual. Quizá, el enemigo piense en los Balcanes o en otros Estados a los que pueda arrastrar al conflicto. A esto he de decir que en todos los lugares donde aparezca Inglaterra, la atacaremos. Tenemos todos los medios necesarios para ello y lo hemos previsto todo. La guerra terminará con la victoria alemana.
Alemania no podrá ser vencida por el hambre.
Comenzamos el año nuevo con una fuerza armada como ningún Estado poseía hasta ahora jamás. El número de nuestras divisiones ha sido aumentado considerablemente. En todos los demás aspectos también hemos mejorado grandemente. Nuestras fuerzas armadas obtendrán en un terreno o en otro la victoria definitiva. Nuestra producción ha aumentado enormemente en todos los terrenos. Lo que los otros proyectan ha sido ya realizado por nosotros. El pueblo alemán tiene confianza en su Gobierno, en su Ejército y está dispuesto a soportar lo que el Destino le mande. El año 1941, estoy convencido de ello, sera e1 año histórico de un gran orden nuevo en Europa.
Contra los judíos internacionales.
El programa no puede ser otro que la union de todos en el mundo, la ruptura y el aniquilamiento de los intereses particulares y el fin de la tiranía ejercidas por ciertos pueblos. Este año proporcionará, realmente, las bases de una inteligencia entre los pueblos y, por consiguiente, la paz. No quiero dejar de recordar que ya en el primero de septiembre de 1939 dije en el Reichstag que si el otro Continente llegara a ser precipitado en una guerra por la acción de la Judería, ésta dejaría de una vez para siempre de desempeñar un papel en Europa, sea el que sea. Acaso haya quien se burle de estas palabras, pero vemos cómo nuestro criterio sobre las razas adquiere carta de naturaleza en otros pueblos y confío en que también aquellos países que siempre se nos mostraron hostiles reconocerán algún día que su mayor enemigo no hemos sido nosotros, sino que lo tienen en el interior, y entonces formarán un frente común con nosotros: el frente de la humanidad aria contra los explotadores judíos internacionales.
Nuestra fe inquebrantable nos llevará a la Victoria al servicio del pueblo alemán. Esta es nuestra finalidad. Que Dios no nos abandone en esta lucha. ¡Deutschland Sieg Heil!
Es lebe Deutschland!
Sieg Heil!
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