Camaradas,
La Guerra Franco-Thailandesa es una consecuencia de las políticas coloniales de las mal llamadas democracias libres, tan acostumbradas a repartirse el mundo entre ellas y explotar los recursos de los territorios “colonizados” en beneficio exclusivo de su metrópoli y en perjuicio exclusivo de la colonia. Tradicionalmente, las democracias sólo son capaces de reconocer los derechos y libertades de sus propios ciudadanos mientras que los de sus colonias deben resignarse al papel de súbditos a los que además se les exige agradecimiento por poder vivir bajo el yugo de “civilizados” occidentales. Ya lo hemos dicho hasta la saciedad, pero nunca nos cansaremos de hacerlo: resulta cuanto menos curioso que las democracias británica, norteamericana y francesa no hayan dejado de criticar al Nacionalsocialismo por su discurso racista y su política fronteriza cuando son precisamente ellas quienes han mantenido el dominio del hombre blanco sobre territorios mayoritariamente poblados por razas africanas y asiáticas y también ellas quienes han ampliado sus fronteras hasta la extenuación. La nueva Francia del Mariscal Pétain, lamentablemente y a pesar de todos sus cambios a mejor, tiene que vivir con la negativa impronta de sus predecesores.
Indochina Francesa.
El conflicto que hoy nos ocupa se ha desatado en la Indochina Francesa, una colonia francesa formada en 1887 a partir de las tres regiones vietnamitas, Laos y Camboya que Francia había conseguido controlar a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX mediante invasiones, traiciones y enredos políticos varios. Algunos de los territorios situados en el interior de la Indochina Francesa tradicionalmente habían formado parte de Thailandia y, con la derrota de la Francia plutócrata el pasado mes de junio y su ocupación por parte de tropas alemanas, el Primer Ministro de Thailandia (nuevo nombre de Siam desde 1939), el General Plaek-Pibulsonggram (popularmente conocido como “Phibun”) decidió que se les presentaba a los tailandeses una excelente oportunidad de recuperar sus territorios.
El General Phibun brazo en alto durante un mitin por la "Sangre Thailandesa".
La administración de la Indochina Francesa no tardó en verse aislada de toda ayuda y suministros externos. Después de la invasión japonesa de Indochina en septiembre de 1940, los franceses se vieron obligados a permitir a Japón instalar bases militares en su territorio. Este comportamiento sumiso convenció al régimen de Phibun de que la Francia de Vichy no opondría una decidida resistencia a un enfrentamiento con Thailandia.
Un carro FT-17 en Hanoi.
Soldados de la Legión Extranjera.
Las fuerzas francesas en Indochina consisten en un ejército de aproximadamente cincuenta mil hombres, de los cuales doce mil son franceses, organizados en cuarenta y un batallones de infantería, dos regimientos de artillería y un batallón de ingenieros. Su mayor deficiencia reside en su falta de medios blindados, pudiendo encuadrar tan sólo una veintena de viejos Renault FT-17s (de los tiempos de la Gran Guerra) contra el centenar largo de vehículos blindados con que cuenta el Ejército Real Thailandés. El grueso de las fuerzas francesas estacionadas junto a la frontera con Thailandia comprenden dos divisiones de tropas indochinas además de un batallón de franceses. Por otro lado, los franceses cuentan con una fuerza aérea que asciende aproximadamente a un centenar de aparatos, de los que unos sesenta pueden considerarse de primera línea.
Despliegue de fuerzas entre la frontera de Thailandia (Siam) y Laos.
Por su parte, el Ejército Thailandés es una fuerza relativamente bien equipada. Con 60.000 hombres, está dividida en cuatro ejércitos, el mayor de los cuales cuenta con cinco divisiones. Otras formaciones independientes bajo el control directo del Alto Mando incluyen dos batallones de caballería motorizada, un batallón de artillería, un batallón de señales y un regimiento blindado dotado de sesenta tanquetas y treinta tanques medios. Su Marina es inferior a las fuerzas navales francesas, pero la Fuerza Aérea Thailandesa se haya por encima de la francesa, con 140 aviones de primera línea.
El General Phibun inspecciona sus tropas.
Unidad blindada thailandesa.
Mientras en Bangkok comenzaban a celebrarse manifestaciones nacionalistas y anti-francesas, comenzaron a surgir escaramuzas fronterizas a lo largo de la frontera del Mekong. La superior Fuerza Aérea Thailandesa comenzó a efectuar bombardeos diurnos con impunidad que causaban daños considerables, mientras que las réplicas por parte francesa eran de mucha menor entidad.
Despliegue de fuerzas y operaciones en el sur de Laos y Camboya.
Finalmente, a principios de este mes de enero de 1941, dos ejércitos tailandeses han desencadenado una ofensiva contra Laos y Camboya. La resistencia francesa ha sido instantánea, pero muchas de sus unidades han sido literalmente barridas por las fuerzas tailandesas, mucho mejor equipadas, y se han abierto paso al interior de Laos.
Al amanecer de ayer, día 16 de enero, los franceses lanzaron un contraataque contra las poblaciones de Yang Dang Khum y Phum Preav, recientemente conquistadas por los tailandeses, lo que ha dado origen a una fiera batalla. Debido a las órdenes excesivamente elaboradas y al inexistente servicio de Inteligencia, los contraataques franceses han quedado finalmente detenidos. Los franceses se han retirado de manera ordenada, con los tanques tailandeses retenidos por la artillería de la Legión Extranjera francesa.
A medida que la situación en tierra se ha ido deteriorando para los franceses, el Almirante Decoux ha ordenado a las fuerzas navales disponibles entrar en acción en el Golfo de Thailandia. Así, a primeras horas de la mañana de hoy, 17 de enero de 1941, un crucero ligero y cuatro cañoneras de la Marina francesa han cogido desprevenido a un destacamento naval tailandés compuesto de una cañonera y dos buques torpederos anclado en la isla de Ko Chang.
Transcurso de la batalla de Ko Chang.
A las 5:45, el escuadrón francés se ha dividido en tres grupos según lo planeado por su Almirante. El crucero Lamotte-Picquet se ha dirigido hacia el este, las cañoneras Dumont d'Urville y Amiral Charner al centro y las cañoneras Tahure and Marne al oeste. Las condiciones son perfectas: el tiempo perfecto y el mar en calma. Se espera que el amanecer llegue a las 6:30 y por el momento la escena sólo está iluminada por los primeros rayos sobre el horizonte y el resplandor de la Luna. Los franceses han lanzado un avión de reconocimiento, que ha informado a los franceses de la presencia de dos torpederas en lugar de una, tal y como se pensaba. El avión ha cometido el error de atacar por su cuenta con bombas, alertando a los tailandeses antes de la salida del sol además de fallar sus objetivos. Sin embargo, a pesar de que los tailandeses han tratado desesperadamente de levar anclas y poner en marcha sus buques, las dos torpederas han sido hundidas a cañonazos por el crucero Lamotte-Picquet.
La cubierta del Thonburi, en llamas.
El final del Thonburi, visto desde el Lamotte Picquet.
A las 6:38 los vigías del Lamotte Picquet han avistado al buque de defensa costera HTMS Thonburi dirigiendo hacia el noroeste a 10.000 metros de distancia. Los franceses han iniciado la persecución del buque tailandés, que respondía con fuego pesado pero impreciso de sus piezas de ocho pulgadas. A las 7:15 el Thonburi ha comenzado a arder, encontrándose en ese momento no sólo bajo el fuego del crucero, sino también de las cañoneras francesas. Una de sus torretas ha quedado fuera de combate, pero pronto ha alcanzado aguas poco profundas por las que los buques francesas no pueden seguirlo. Sin embargo, es demasiado tarde para el Thonburi, que arde furiosamente y se está escorando a babor. A las 7:50 el Lamotte-Picquet ha lanzado una salva final de torpedos a 15.000 metros de distancia, aunque ha perdido de vista al Thonburi detrás de una isla de la que no se le ha visto salir.
Ceremonia francesa celebrando la victoria.
Durante la hora siguiente los buques franceses han patrullado el área recogiendo supervivientes y asegurándose de que su victoria es total. A las 8:40 aviones tailandeses han efectuado un ataque con bombas y conseguido un impacto, aunque la bomba no ha llegado a estallar. La artillería antiaérea del crucero ha repelido el resto de ataques y a las 9:40 el escuadrón francés ha partido de vuelta a Saigón con el sabor de la victoria en sus labios.
Es lebe Vichy-Frankreich!
Es lebe Plaek Phibunsongkhram!
Es lebe Plaek Phibunsongkhram!
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