viernes, 14 de enero de 2011

Gran Bretaña se lanza a la aventura griega mientras su patria agoniza - 14/01/1941.

Camaradas,

El General Archibald Wavell y el Mariscal del Aire Arthur Longmore se encuentran en Atenas para discutir con el Primer Ministro Ioannis Metaxas y el Comandante en Jefe griego, el General Alexander Papagos, los detalles de la intervención británica. Los griegos solicitan el envío de nueve divisiones completas y un componente aéreo considerable para proporcionar apoyo a sus tropas. En estos momentos los griegos cuentan con 13 divisiones para enfrentarse a los ejércitos italianos en Albania y con 4 para proteger la frontera búlgara cuando se estima que los alemanes puedan contar con 12 divisiones en Rumanía. Sin embargo, el General Wavell ha respondido que no está en situación de reunir semejante fuerza y que por el momento se compromete a contribuir tan sólo con una pequeña fuerza (un regimiento combinado antitanque y antiaéreo y una unidad blindada) que se aumentará en el futuro.  Es decir, ni sí ni no y ni mucho ni poco.

El General Metaxas (en el centro, con gafas) es saludado por sus fieles.  Éste régimen fascista es el nuevo amigo de los británicos.  ¿Qué tendrá Metaxas que no tenga el Führer?

La réplica de Metaxas no se ha hecho esperar: A la vista de las circunstancias, los griegos están dispuestos a aceptar transportes, ropa, cañones antiaéreos y antitanques pero se niegan absolutamente a aceptar la oferta británica de un regimiento combinado antiaéreo o antitanque o una compañía de tanques ligeros.  Después, el General Metaxas ha declarado categóricamente que el envío de tropas en los números que los británicos han propuesto no aseguraría la seguridad de Salónica y sin embargo sí provocaría el ataque de Alemania.  Metaxas considera que los británicos no deben desembarcar en Grecia a menos que sean suficientemente fuertes para actuar tanto defensiva como ofensivamente y que todos los preparativos para esto deben hacerse bajo el más alto secreto.  Para apoyar este punto de vista ha citado un telegrama que enviaron los yugoslavos en el que se lamentaban de que el efecto del desembarco de tropas británicas sería el contrario al deseado.  Con la Wehrmacht establecida en Rumanía, ni a los griegos ni a los yugoslavos les apetece apostar por el caballo inglés.

El Alcalde de Londres Sir George Wilkinson y el Ministro de Alimentación Lord Woolton durante una visita a un refugio antiaéreo.

Y así, los británicos continúan haciendo gala de su proverbial capacidad de arreglar la casa ajena al tiempo que demuestran ser incapaces de arreglar la suya propia. El mercado negro en Gran Bretaña está causando estragos en las economías domésticas, hasta el punto de que muchas familias para llegar a fin de mes se ven obligadas a rebuscar entre las basuras y mendigar tras haber gastado sus salarios durante los primeros días. El Ministro de Alimentación, Lord Woolton, ha tratado hoy de poner trabas a los especuladores mediante la congelación de los precios de 21 artículos alimentarios, que han quedado establecidos por decreto a los niveles del pasado diciembre. Los precios de muchos de ellos se desplomarán, pero la mayoría de los comerciantes han dado la bienvenida a esta acción. Dicen que habían estado forzados a comprar suministros a precios sobre-inflados. Los pollos, uno de los artículos que se ajustan a la medida de Lord Woolton, se han encarecido desde el pasado diciembre desde 2 chelines y tres peniques de libra esterlina por libra a 3 chelinas y 3 peniques de libra esterlina. El control de precios también se aplica al café, el cacao, la miel, la comida enlatada, la pasta de carne, el arroz y la pasta de trigo, los encurtidos y salsas, gelatinas y cremas, galletas, frutos secos y queso procesado.  “Siempre me alegro de coger por sorpresa a los especuladores”, ha dicho Lord Woolton. Se espera que pronto el control de precios se amplíe a la mermelada, el sirope, la melaza y la sopa enlatada.

Puesto de pescado en el mercado de Londres.

Una encuesta acerca del coste de la vida que acaba de completar el Ministerio de Trabajo muestra que las familias que ganan menos de 250 libras esterlinas al año gastan semanalmente una libra, 14 chelines y 1 penique a partir de un presupuesto familiar medio de 4 libras, 6 chelines y 3 peniques. La encuesta comenzó en 1937 y presumiblemente no tiene en cuenta los recientes incrementos en los precios como resultado de la guerra y de la escasez de productos.

Nichts für uns, alles für Deutschland!

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