Camaradas,
El General Yeremenko ha estado reforzando su famoso Frente de Bryansk tan pronto como desde el 12 de agosto, inmediatamente después de su conversación con Stalin en un momento en que el ataque sobre Moscú parecía inminente, y ha seguido fortaleciendo su posición desde entonces. En su lugar, Guderian se dirigió hacia Kiev. Yeremenko se ha ufanado de que a finales de agosto Guderian habría sido capaz de atravesar su frente defensivo y que el avance hacia el sur, hacia Kiev, había sido su segunda mejor opción. Según Yeremenko, las uvas de Moscú colgaban demasiado alto para Guderian: por eso se había dirigido contra Kiev en su lugar.
Los Panzer avanzan con infantes montados en su carrocería. En segundo plano se observa el humo de los combates.
Cabría esperar, por tanto, que seis semanas después, la ofensiva de Guderian contra el frente de Bryansk se encontrase con un oponente formidablemente preparado y una resistencia poco menos que inexpugnable. Sin embargo, con tenacidad, seguro de sus fuerzas y sin preocuparse de la vanidad de Yeremenko, Guderian se ha lanzado contra sus líneas en dirección a Bryansk, el importante nudo de vías de ferrocarril y carreteras.
Incluso en el momento del avance de Guderian hacia el interior de Ucrania, en agosto, la ciudad de Bryansk era una especie de misteriosa y siniestra amenaza en su flanco. Se sabe, por boca de los prisioneros, que el General Yeremenko y su estado mayor residen allí junto con contingentes especiales y unidades de élite. Se sabe que la ciudad constituye un punto clave en la defensa soviética de Moscú. Se encuentra escondida en espesos bosques, protegida por tierras bajas empantanadas. Desde ella los soviéticos han lanzado repetidos ataques contra el flanco expuesto de Guderian. Y ahora que el golpe decisivo contra Moscú está comenzando a cobrar forma desde la zona Roslavl-Smolensko, Bryansk y los ejércitos soviéticos en sus inmediaciones representan una gran amenaza al flanco de Guderian. La eliminación de esta amenaza es un requisito vital para el ataque principal sobre Moscú, así como la aniquilación de las poderosas fuerzas de cobertura en la zona de Vyazma.
Éste es el significado táctico de la doble batalla de Vyazma y Briansk.
Curiosamente, para sopresa de todos y en especial de los mandos soviéticos, el ataque de Guderian contra el frente defensivo de Yeremenko ha tenido éxito en su primer intento. La penetración se ha logrado en la zona del 13º Ejército Soviético.
Hace un fantástico tiempo de otoño. Las carreteras en el sector del Segundo Grupo Panzer todavía están secas. La punta de lanza del XXIV Cuerpo Panzer, la 4ª División Panzer, rueda a toda velocidad hacia delante como alma que lleva el diablo. Mientras persigue a su destacamento avanzado -que ya se dirige contra Dimitrovsk-Orlovskiy al mando del Comandante von Jungenfeldt- Guderian se reúne con el Comandante del Cuerpo y el Comandante de la 4ª División Panzer, los Generales Freiherr Geyr von Schweppenburg y Freiherr von Langermann-Erlenkamp. La gran pregunta es: ¿debería continuar el avance para derrotar por completo al 13º Ejército Soviético, que ya se encuentra confuso, o debería detenerse a las tropas para darles tiempo a reorganizarse y reabastecerse de combustible? Ambos generales aconsejan precaución: no dejan de recibir informes de que el combustible se está agotando y los hombres están agotados.
Punto de repostaje alemán en un bosque.
Un poco más tarde, cerca de la colina rematada con un molina de Sevsk, Guderian se reúne con el Coronel Eberbach, el Comandante de la 5ª Brigada Panzer. "He oído que le han obligado a parar, Eberbach," dice Guderian. "¿Parar, Herr Generaloberst?" pregunta sorprendido el Coronel. Añade con sequedad: "Estamos avanzando sin problema, y sería un error detenernos ahora." "¿Pero qué pasa con el zumo, Eberbach? Me dicen que se están quedando sin él." Eberbach suelta una carcajada. "Estamos rodando con el zumo del que no se ha informado al Batallón." Guderian, que conoce a sus hombres, se une a las risas. "De acuerdo, continúe adelante," le dice.
Los Panzer avanzan a través de una aldea soviética azotada por los estragos del combate. A su encuentro acuden soldados soviéticos, con los brazos en alto.
De ese modo, los tanques de la 4ª División Panzer cubren 130 kilómetros, combatiendo todo el tiempo. El 13º Ejército Soviético se encuentra completamente desbaratado. Lo que Yeremenko creía imposible: la ciudad de Orel, 20 kilómetros detrás del frente de Bryansk, es conquistada por los tanques de Eberbach al mediodía del día 3 de octubre. Las defensas del exterior de la ciudad de 110.000 habitantes son cogidas tan por sorpresa que no realizan un solo disparo. El primer vehículo con el que se topan los Panzer alemanes es un tranvía lleno de gente. Los pasajeros creen que las tropas soviéticas se adentran en la ciudad y saludan entusiasmados o, quizás, piensan que la Wehrmacht al fin ha llegado para liberarlos del yugo soviético. En cuatro días, la 4ª División Panzer ha avanzado 240 kilómetros e inflingido 2.200 bajas al enemigo, capturado 16 tanques y 24 piezas de artillería a cambio de tan sólo 41 muertos y 120 heridos.
Las cosas van mal para el Frente de Bryansk de Yeremenko. Las unidades de Guderian han dislocado por completo el flanco izquierdo del Frente de Bryansk y capturado a 9.300 soldados soviéticos, 60 tanques y 109 piezas de artillería. La 17ª y 18ª Divisiones Panzer del XLVII Cuerpo Panzer ruedan hacia Karachev y cortan la carretera Bryansk-Oral detrás de los Cuarteles Generales de Yeremenko. La trampa se está cerrando. Yeremenko ve el desastre que se le viene encima. Telefonea al Kremlin y solicita permiso para escapar. Pero Shaposhnikov, el Jefe de Estado Mayor, le interrumpe, urgiéndole a esperar un poco más.
Yeremenko esperará. El que no esperará será Guderian, y tampoco sus puntas de lanza acorazadas.
Panzer, marsch!
Es lebe der Generaloberst der Panzertruppen Heinz Guderian!
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