Camaradas,
Cuando el Führer le comunicó a Antonescu sus planes de invadir la Unión Soviética en junio de 1941, éste ofreció de inmediato su apoyo para acabar con el comunismo soviético. A cambio, el Führer le prometió que Rumanía recuperaría los territorios pérdidos el año anterior. Al cabo de pocas semanas, las tropas rumanas habían conquistado el territorio de la recién nacida República Socialista de Moldavia, dentro de la cual se englobaba la Besarabia y Bukovina, alcanzando la antigua frontera de 1940.
Mujeres ucranianas lloran amargamente por la destrucción de su ciudad a manos de los bolcheviques antes de retirarse.
El Cuarto Ejército Rumano del Teniente General Nicolae Ciuperca inició el avance general el 3 de agosto. El 8 de agosto se le ordenó a Ciuperca que avanzara sobre Odessa, tomándola, lo que en principio se pensaba sería una tarea sencilla. El Alto Mando de Rumania no había tenido en cuenta el poderío de las fortificaciones en Odessa ni el hecho de que la plaza nunca podría quedar rodeada por completo al tener acceso al Mar Negro.
Las tres líneas defensivas de Odessa y las sucesivas ofensivas rumanas.
Detalle operativo de la Batalla de Odessa. Mapa ruso.
Los soviéticos organizaron tres líneas defensivas: la primera tenía 80 km de largo y estaba situada entre 25 y 30 km de Odessa, la segunda era la más fuerte y se encontraba a sólo 7 km de la ciudad, con una longitud de 30 km, la tercera línea defensiva se encontraba dentro de la misma ciudad. Inicialmente se encontraban cuatro divisiones y dos regimientos en Odessa, lo que equivalía a 34.500 soldados y 240 piezas de artillería. El apoyo aéreo era reducido, aunque con el tiempo entrarían en acción algunas escuadrillas llegadas desde Crimea.
El plan de ataque rumano consistía en dividir las fuerzas del Cuarto Ejército y mientras una mitad realizaba un ataque frontal, la otra rodeaba Odessa por el norte.
Vista aérea de Odessa. La ciudad ha sido conquistada con la intervención exclusiva de tropas de Rumanía.
Primera Ofensiva.
Inicialmente todo salió como se había planeado, y para el 10 de agosto, las fuerzas de Rumania ya habían penetrado la primera línea defensiva soviética.
El rápido avance rumano fue frenado por Antonescu a mediados de agosto, cuando el cerco ya se había cerrado, para dar tiempo a las unidades de retaguardia a que alcanzaran el frente. Una ofensiva lanzada el 16 de agosto permitió la toma del suburbio de Bieláyevka, desde donde se suministraba agua a la ciudad, el día siguiente. Sin embargo las bajas habían sido altas en ambos bandos y Antonescu expresó su preocupación de que los soviéticos no renunciarían a Odessa fácilmente. Para el 24 de agosto, el Cuarto Ejército había sufrido 5.329 muertos, 18.600 heridos y 3.378 desaparecidos.
Segunda Ofensiva.
Tras quedar estancado el avance debido a los contraataques soviéticos, se planeó otra ofensiva para el 28 de agosto. Esta vez se realizarían dos ataques frontales contra la segunda línea de defensa soviética. Sin embargo, después de avanzar unos cientos de metros, la ofensiva se detuvo de nuevo, y al día siguiente los soviéticos contraatacaron, aunque la mayoría de las unidades rumanas mantuvo su posición. Entre el 30 y el 31 de agosto se intentó reanudar la ofensiva rumana sin mayores resultados.
A inicios de septiembre, el Teniente General Ciuperca le sugirió al Mariscal Ion Antonescu que le permitiera realizar un ataque desde el oeste de Odessa, ya que creía que la infraestructura defensiva era débil allí. Pero Antonescu se negó, asegurando que los soviéticos lograrían detener un asalto dirigido desde en una sola dirección; además dejaría expuestas otras unidades del Cuarto Ejército en otras zonas del cerco.
Al no obtener ningún logro reseñable, Antonescu detuvo la ofensiva el 6 de septiembre. Llegado ese punto los refuerzos habían incrementado el número de asaltantes hasta los doscientos mil soldados. Los soviéticos también habían recibido refuerzos, unos 15.350 hombres.
Tercera Ofensiva.
Los conflictos entre Antonescu y Ciuperca motivarían a que este último fuera reemplazado por el Teniente General Iosif Jacobici el 9 de septiembre, el cual había aceptado cumplir las órdenes del Alto Mando de Rumania sin protestar. No obstante, nada más asumir el mando solicitó suspender la ofensiva del 10 de septiembre durante dos días.
Infantería rumana bajo el fuego enemigo.
Esperando que esta tercera ofensiva acabaría con la resistencia en Odessa, el Mariscal Antonescu y el General de Brigada Alexandru Ioanitiu, jefe de Oficiales, acudieron el 17 de septiembre a observar la ofensiva. Nada más llegando al Cuartel General del Cuarto Ejército, Ioanitiu murió en un extraño accidente.
La ofensiva rumana comenzó de nuevo, y aunque se logró capturar más territorio que en las dos ofensivas anteriores, un desembarco anfibio soviético aisló una división rumana y causó estragos a lo largo de todo frente, obligando a que el cuerpo de artillería que estaba bombardeando el puerto se retirara.
En esta ofensiva se tomaron 4.946 prisioneros de guerra, pero la falta de municiones y el cansancio extremo de los soldados obligó a detener el asalto hasta la llegada de refuerzos.
Cuarta Ofensiva.
A pesar del inexorable avance de las fuerzas rumanas terrestres, la derrota soviética ocurriría debido a dos acontecimientos independendientes: la destrucción del depósito de combustible de Odessa y a que el General alemán Erich von Manstein lograra irrumpir en el Istmo de Perekop el 29 de septiembre, haciendo peligrar el suministro de Odesa desde Sebastopol. Por esta razón, el Alto Mando Soviético ordenó evacuar el puerto soviético el 6 de octubre, si bien luego postergó la evacuación para el 14.
Infantería rumana entra en Odessa.
Soldados rumanos junto a la costa de Odessa.
El Cuarto Ejército Rumano de 340.223 hombres, ha sufrido nada menos que 92.545 bajas durante toda la batalla. También ha perdido 19 tanques, 90 piezas de artillería, 115 morteros, 956 ametralladoras livianas, 336 ametralladoras pesadas y 10.250 rifles. Las fuerzas aéreas de Rumania han arrojado 1.249 toneladas de bombas. 151 aviones soviéticos sido derribados frente a 20 de la fuerza aérea rumana.
Soldados rumanos conducen a prisioneros soviéticos hacia la cautividad. Nótense los brazaletes blancos de los rumanos, para evitar que sus aliados alemanes los confundan con rusos.
Por su parte, los soviéticos han sufrido 41.268 bajas: 16.578 muertos y desaparecidos y 24.690 heridos. Del 1 al 16 de octubre, la Flota Roja del Mar Negro ha logrado evacuar a Crimea 86.000 militares y 15.000 civiles de Odessa.
Es lebe Rumanien!
Sieg Heil!
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