La Campaña de Malasia desde los desembarcos japoneses del 8 de diciembre hasta la retirada a Singapur de hoy.
Un Ejército Japonés victorioso, con la moral por las nubes después de su éxito en la campaña de Malasia, se prepara ya para asestar el golpe definitivo a la “Ciudad del León”. La derrota aplastante que han infligido los soldados japoneses a los Aliados en el Estado Johore han obligado al Teniente General Percival a retirar todas sus fuerzas de la franja costera a través del Estrecho de Johore que separa a la sitiada isla del continente. De ese modo, a las 08:00 horas de hoy, las fuerzas Aliadas han completado su retirada a la Isla y volado la carretera que unía la Isla con el continente malayo. Detrás quedan los restos de su derrota.
Sobre la Isla de Singapur los Aliados reúnen 85.000 soldados en 38 batallones: 13 británicos, 6 australianos, 17 indios y 2 malayos. Los japoneses atacan con menos de 40.000 hombres, pero ello no ha impedido que su avance haya sido imparable y que hayan conseguido expulsar de Malasia a todas las tropas británicas e imperiales. Además, aunque el Ejército Británico e Indio supere numéricamente a los japoneses, estos cuentan con una completa supremacía en el aire y el mar. En estos momentos, los soldados japoneses del 25º Ejército al mando del General Tomoyuki Yamashita contemplan la Isla de Singapur seguros de su victoria.
Las tropas japonesas avanzan entre las locomotoras de la estación de ferrocarril de Johor durante la fase final de su avance a través de la Península Malaya. Fotografía obtenida en el día de hoy.
Los Aliados han organizado la defensa de Singapur en tres sectores. El III Cuerpo Indio al mando del Teniente General Sir Lewis Macclesfield Heath, compuesto de la 11ª División India y de la 18ª División Británica, es responsable del Área Norte. El Área Sur, que incluye la ciudad de Singapur, es responsabilidad del Mayor General F. Keith Simmons, comandante de las tropas de la Fortaleza de Singapur, quien tiene además bajo su mando las defensas fijas, las Brigadas Malayas 1ª y 2ª y la Fuerza de Voluntarios de los Asentamientos del Estrecho. El Área Oeste, al mando del Teniente General Henry Bennett, General al frente de la Fuerza Imperial Australiana de Malasia, se compone de australianos y de la 44ª Brigada India con algunos refuerzos adicionales. Por el momento, a la espera de la invasión japonesa, la actividad militar se limita a intercambios de artillería, ataques aéreos y patrullas. Los objetivos principales de los aviones japoneses son los muelles y el Aeródromo de Kalang.
Durante los últimos 20 años la base naval de Singapur ha sido el epicentro del poder militar británico en Extremo Oriente. Pero los errores que cometieron los estrategas de antes de la guerra, creyendo que Singapur sólo podía ser atacada desde el océano, se han hecho patentes ahora que Malasia se encuentra en manos japonesas. Los grandes cañones que se suponía convertían a Singapur en una fortaleza inexpugnable apuntan todos hacia el sur hacia el mar abierto. Los japoneses, sin embargo, se encuentran al norte, con tan sólo un pequeño estrecho separándolos de la isla.
La pregunta ahora es: ¿debería ser defendida Singapur o abandonada a su destino? El General Wavell, recientemente nombrado comandante en jefe Aliado de la región, ha advertido que la Isla no puede ser defendida durante demasiado tiempo. No obstante, Churchill ha ordenado que Singapur sea defendida a cualquier precio: la rendición no sólo supondría una traición a la población autóctona sino que, además, en el caso de que Singapur caiga, no habrá esperanza para las Indias Orientales Holandesas. La presión a la que se ve sometido Wavell es enorme también por parte de John Curtin, Primer Ministro Australiano, quien ha declarado que la evacuación de Singapur sería una “traición imperdonable.”
Es lebe Japan!
Bomben auf Singapur!
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