Camaradas,
Tal y como adelanté hace tres meses, el blog va a llegar a su final dentro de exactamente un mes. Hasta entonces, la publicación de entradas continuará regularmente. Debo informar de que mi propuesta de crear un equipo que mantenga el blog vivo no ha prosperado y que, por lo tanto, tras la publicación de la última entrada el próximo día 7 de febrero, el Diario de Guerra guardará silencio.
Mi motivación era alta cuando decidí abandonarlo y lo sigue siendo ahora; simplemente he preferido enfocar mis esfuerzos creativos en otra dirección. Considérese este post una última llamada para todos aquellos interesados en que el blog siga adelante. La idea de conformar un equipo sigue en pie, aunque soy consciente de que lo que no ha salido adelante en tres meses difícilmente lo hará en uno.
También, acabo de añadir un gadget de Donaciones para ver si "suena la flauta". Mi motivación a lo largo de los más de dos años que he estado embarcado en este proyecto no ha sido nunca económica, pero quién sabe. Si a lo largo de este último mes funciona y el blog me permite costearme algunos tés y ensaladas -como el bienamado Führer de Lupulox, soy un convencido teetotaler vegetariano-, quizás me plantee continuarlo por otras razones más allá de las meramente altruistas.
Un saludo y gracias a todos los lectores, en especial a los que se han tomado la molestia de plasmar sus comentarios,
Lupulox.
Lamento sinceramente el final de este blog,que me ha enseñado cosas nuevas de una temática que siempre me apasiona,el tercer reich y la 2ªguerra mundial.Verlo desde el angulo que usted expone,desentierra del olvido las razones que entonces como ahora condugeron al colapso del capitalismo y al undimiento de la sociedad en la miseria física y moral,que precedió al reich y a la guerra.Agradeciendo su trabajo,le despide con pesar y agradecimiento su asiduo lector:M.Galeote
ResponderEliminarMe uno al pesar por el fin del blog.
ResponderEliminarEl esfuerzo que debe representar mantenerlo al día se me antoja imposible, por lo que te agradezco la labor titánica de preparar todas las entradas día por día. Ha sido un placer leerlas diariamente y embarcarme hacia esa época.
Por otra parte, con el cambio en la dirección de la guerra y el penoso final que todos conocemos, casi mejor dejarlo en este momento (amén de las razones que ya nos comentaste) que volver a revivir la agonía de lo que podría haber sido una gran Alemania y una gran Europa.
Es lebe Deutschland !
Lamento sinceramente el próximo fin de este blog. Desde este mi exilio en Sudamérica, la lectura diaria de la gesta de lo que pudo ser, me unía aunque sólo fuese en espíritu, con España. Era algo que todos los días nos elevaba de la omnipresente mediocridad y la opresiva estupidez reinante. Aunque comprendo el esfuerzo y los recursos que requiere semejante iniciativa. Recibe mis saludos, mi comprensión y mi gratitud.
ResponderEliminarMuchas gracias por las felicitaciones, camaradas. En efecto, mi nivel de implicación ha sido muy alto y ha llegado un punto en que el nivel de calidad que me he exigido y la abundancia de acontecimientos, con tantos frentes de guerra abiertos, han hecho imposible acometer el proyecto por parte de una sola persona. La tarea es ciertamente apasionante, pero las circunstancias me han impuesto la necesidad de enfocar mis esfuerzos en otra dirección.
ResponderEliminarReitero mis agradecimientos a todos los lectores, seguidores y comentadores. Quién sabe. Quizás en el 2022 lo retomo. Salud y Victoria.
Muy buenas.
ResponderEliminarDesde mi humilde posición de lector de este cualitativamente enorme blog, y si no hay posibilidad de revocación de la decisión del cese de su actividad, quiero mostrar mi más sincero agradecimiento por todas y cada una de las anécdotas depositadas en este espacio. Siendo consciente del tremendo esfuerzo que exige un blog tan detallado, tan meritorio y tan admirable, reitero mi ánimo en pro de su pervivencia. Espero que, por lo menos, el vestigio de su existencia permanezca y no desaparezca del la red.
Un abrazo enorme. Ha sido un placer haberle leído día tras día y haber podido llenar mi insignificante tiempo con unas lecturas de semejante calibre.
Lástima que lo tengas que finalizar justo en 1942, en el año más intenso de la guerra cuando allí se vuelve mundial. También cuando se va dar la batalla de Stalingrado. Bueno pero ha sido maravilloso leer lo y comentarlo. Bueno te mando mis saludos por parte de un historiador aficionado.
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