Las fuerzas del Eje en la frontera egipcia resisten, aisladas - 08/01/1942.

Representación artística de la carretera que se adentra en el Paso Halfaya.

Camaradas,

La retirada de Rommel de Cirenaica hasta El Agheila ha sido sencillamente magistral. El Panzergruppe Afrika ha sido capaz de mantener la coherencia de sus unidades y el contacto con sus líneas de comunicaciones en todo momento y eludir el cerco de los británicos como les pasó a los italianos en Bedda Fomm el año pasado. Con sus líneas de suministro hasta El Agheila dramáticamente recortadas y la Royal Navy en situación de virtual derrota en el Mediterráneo. Rommel se encuentra en una situación privilegiada para recomponer sus líneas mientras que, por el contrario, las líneas de suministro de sus enemigos se extienden a lo largo de centenares de kilómetros a través del desierto. Además, la victoria que los últimos efectivos Panzer del Afrika Korps cosecharon entre el 27 y el 29 de diciembre ante la 22ª Brigada Acorazada en El Haeisa obligaron a las vanguardias del Octavo Ejército a retirarse, permitiendo a las fuerzas del Eje reorganizarse en El Agheila sin presión enemiga.

Soldados italianos capturados en Bardia.

Sin embargo, Rommel tiene una espina clavada: a pesar de sus esfuerzos no pudo rescatar a las guarniciones germano-italianas establecidas en posiciones defensivas sobre la frontera anglo-egipcia, 800 kilómetros por detrás de las vanguardias del Octavo Ejército, completamente rodeadas y superadas en número. La guarnición de Bardia, compuesta de 7.000 hombres, se rindió el 2 de enero bajo el ataque de la 2ª División Sudafricana, que a continuación se dirigió a plantar cerco a Sollum. Estas maniobras completaron el kessel en torno a la posición fortificada de Halfaya, que incluye el escarpado, la llanura sobre él y los barrancos circundantes, aislándola del mar y de cualquier potencial suministro aerotransportado. Los 6.000 defensores, en su mayoría italianos de la 55ª División Italiana Savona al mando del General Fedele de Giorgis, sufren una tremenda escasez de comida y agua y están sobreviviendo a base de suministros arrojados en paracaídas, pero cuentan con una fe inquebrantable en la victoria final, en el Führer y el Duce, y están dispuestos a luchar hasta el final.

El Comandante Wilhem Bach, comandante de la guarnición alemana del Paso Halfaya, conversa con artilleros italianos. 

En el día de hoy, una bandera de tregua se ha alzado en las posiciones italianas del Paso Halfaya, lo que ha arrojado durante un momento un atisbo de caballerosidad y misericordia en esta despiadada guerra de cañones, bombas y bayonetas. La bandera blanca ha otorgado inmunidad a un oficial médico italiano que ha evacuado en camillas a cinco pilotos heridos de la RAF para que puedan recibir atención médica por parte de los sudafricanos que cercan su posición. El oficial italiano ha atravesado sin incidentes las líneas que tan sólo unos minutos antes estaban siendo disparadas y bombardeadas sin cuartel. Ante los británicos, ha explicado que los italianos cercados no cuentan con suministros médicos con los que tratar a los heridos. Es por, lo tanto, una cuestión de humanidad que la tripulación de un bombardero británico que cayó entre las líneas del Eje sea llevado entre sus camaradas. A continuación, el oficial italiano ha regresado a sus líneas con un salvoconducto de paso libre y con un gran suministro de vendajes quirúrgicos para sus propios heridos. A continuación, los combates se han reanudado en toda su crudeza.

Viva l'Italia!

Es lebe Deutschland!