El Mariscal Philippe Pétain ha asentado las bases de la nueva Francia con la publicación hoy en la revista Deux Mondes (Dos Mundos) de su artículo “La Política Social del Futuro” en el que ha repudiado públicamente el decadente lema Liberté, Égalité, Fraternité (Libertad, Igualdad, Fraternidad) y lo ha reemplazado por el de Travail, Famille, Patrie (Trabajo, Familia, Patria).
Los pilares de la antigua y de la nueva Francia.
Mi Gobierno ha tomado la medida de su fuerza y su preocupación por el bien común mediante la realización de una serie de tareas durante las semanas anteriores sumamente necesarias pero que nadie se había atrevido a acometer en mucho tiempo. No ha habido nada más incoherente que el sistema económico que hemos padecido durante cincuenta años, cada uno de los cuales ha estado marcado por conflictos violentos y disturbios crónicos donde las huelgas y los cortes de suministro se han ido acumulando sobre las ruinas del anterior sistema como irrefutables argumentos de su decadencia
La libertad era invocada constantemente por los poderosos, a los que la misma libertad concedía un aumento intolerable en el poder, y la ley, cuando intervenía en nombre de los débiles, lo hacía tan torpemente que en última instancia, actuaba en su perjuicio.
Es una historia triste la de las mal llamadas leyes "sociales", que no se han identificado con la clase obrera, no han disminuido el poder del feudalismo capitalista y han arruinado la economía nacional.
¿A quién o a qué debemos atribuir un fracaso tan completo? En mi opinión, no tanto a la incapacidad o a la maldad de los hombres como a la debilidad y la falta de gobierno.
¿Qué políticas sociales nos depara el futuro? Nosotros, más afortunados que nuestros predecesores gracias al nuevo marco institucional, finalmente podemos abordar los problemas sociales de una manera más libre y con medios para una acción más eficaz.
El nuevo lema de Francia.
Cuando nuestros jóvenes se acerquen a la vida de adulto, les diremos que es bueno ser libre, pero que la verdadera “Libertad” no puede ser ejercida sino bajo el amparo de una autoridad directora que deben respetar, que deben obedecer. Para ellos la libertad no supondrá simplemente la libertad de morirse de hambre aunque esta libertad les dé el derecho de introducir una papeleta electoral cada cuatro años en una urna, sino que nosotros reconoceremos su derecho a trabajar.
También les diremos que la “Igualdad” es una cosa hermosa, pero de una manera concreta y dentro de ciertos límites. Si los hombres son iguales en la muerte, es la tarea de una sociedad civilizada el que sean iguales ante la ley y la igualdad de oportunidades. De hecho, los distintos tipos de vínculos de igualdad deben quedan establecidos en el seno de una jerarquía basada en la diversidad de funciones y méritos organizada en torno al bien común.
Finalmente, les diremos que la “Hermandad” es un ideal maravillo, pero al mismo tiempo doloroso. No hay forma de conseguir una verdadera hermandad sino en el interior de ciertos grupos naturales como son la familia, la ciudad y la patria.
"Los franceses nos identificamos con la idea Nacionalsocialista de la primacía del trabajo y no tenemos dificultades en aceptar que es parte de nuestra herencia clásica. No hay sino recordar la fábula que aprendimos todos en la escuela: El labrador y sus hijos. "
Construida en torno a estos principios, la nueva organización social de Francia no será el "liberalismo" ya que no dudará en luchar contra la violencia que se agazapa debajo de ciertas libertades aparentes y hace uso aprovechado de ciertas limitaciones legales.
No será el "comunismo" porque se respetará en gran medida la libertad individual y se conservará el poderoso motor de las ganancias privadas.
No será tampoco "el capitalismo", ya que se pondrá fin al reinado de la economía y su intrínseca inmoralidad y subordinará el factor dinero al factor trabajo e incluso al factor humano.
Una de las principales innovaciones del cristianismo ha sido la de enseñar al hombre a aceptar el trabajo humilde como un valor espiritual. Nos esforzaremos con toda nuestra alma en restaurar este valor, que recae en definitiva sobre el sentido del deber y el respeto de la persona humana.
Es lebe Marechal Pétain!
Travail, Familla, Patrie!
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