Camaradas,
Continúa la evacuación de Dunkerque bajo ataques contínuos de la Luftwaffe, que hunde hoy un nuevo destructor, el francés FS Sirocco, y varios dañados. Durante la jornada los Aliados embarcan 68.000 hombres, la mayoría británicos, entre ellos el propio Lord Gort, comandante del Cuerpo Expedicionario británico, que entrega el mando al General Alexander.
La patética retirada de la otrora fanfarrona Gran Bretaña. El Führer ha perdido el autobús, ¿verdad, señor Chamberlain?
La Luftwaffe ha lanzado tres ataques principales contra los buques aliados durante la tarde y pequeños ataques esporádicos durante todo el día. Durante la mañana ha habido viento fuerte y marejada que, junto con el fuego de artillería alemán, han dificultado a los Aliados el embarque. La salida de los buques grandes de pasajeros ha quedado suspendida hasta la noche, pero los pequeños buques han llegado a cientos a pesar del tiempo desfavorable y la actuación de nuestros aviones y cañones.
Los ingleses evacuados sonríen a la cámara que retrata su derrota. No han dudado en abandonar en el combate a sus aliados franceses. Prefieren la vida al honor.
La cabeza de playa en Dunkerque, reducida a la mínima expresión.
Aunque ha habido combates a lo largo de todo el frente sur y en especial cerca de Bergues, nuestros ataques de hoy se han concentrado sobre todo en la mitad belga de la cabeza de playa, que los Aliados esperan evacuar en la noche de mañana pero que, claro está, deben mantener hasta que haya llegado la hora de la evacuación. En el frente de la 50ª División británica entre la frontera y Bulscamp, en el de la 3ª División cerca de Turnes y en el de la 4ª División en Nieuport la Wehrmacht ha atacado con dureza. Los Aliados han perdido terreno que han recuperado en costosos contraataques. Por la noche, el II Cuerpo de Ejército británico se ha retirado a las playas, dejando a la 50ª División en reserva detrás de las tropas francesas que mantienen la frontera. Toda la cabeza de playa se encuentra ahora al alcance de la artillería alemana y la artillería aliada, escasa de munición, apenas puede responder.
Inglaterra tiene pánico a nuestros Fallschirmjäger.
La defensa anti-Fallschirmjäger que los ingleses han podido pergeñar: despistarlos quitando las señales de orientación.
Tras conocerse en Inglaterra los detalles sobre las exitosas actuaciones de los paracaidistas y comandos germanos en la reciente invasión de Holanda y Bélgica, el gobierno británico ordena que los postes de señales direccionales de todos los cruces de carreteras y caminos sean retirados.
Es lebe Nationalsozialismus!