viernes, 31 de diciembre de 2010

Discurso de Fin de Año del Führer contra las Plutocracias – 31/12/1940.

Camaradas,

Tras celebrar la Navidad con sus soldados, el Führer llegó el 28 de diciembre a su residencia en Obersalzberg para descansar una temporada. Sin embargo, no ha dejado pasar la ocasión del Año Nuevo y ha dirigido al pueblo alemán el siguiente mensaje radiofónico:

Der Führer spricht!

Un año rico en acontecimientos históricos acaba de terminar. El carácter único de estos acontecimientos, su significación revolucionaria para la marcha futura de la Humanidad sólo podrán ser reconocidos en su conjunto por las generaciones venideras. Nosotros no podemos dejar de sentir la impresión de que la fuerza de la Providencia es mayor que las intenciones y la voluntad de los individuos.

Aunque los enemigos de Alemania se hallen en posesión de las riquezas naturales más considerables del mundo, no han logrado siquiera cubrir las necesidades de sus pueblos. La avidez de lucro, la corrupción, la pereza y también la incapacidad de los gobernantes de las democracias plutocráticas se oponen a la aplicación de todos los métodos y medidas que pueden poner obstáculos al egoísmo sin límites del individuo para favorecer a la comunidad.

Esos elementos, que además de dirigir la política de los países demócratas son propietarios o accionistas de fábricas de armamentos han creído y creen aún que la guerra les producirá los mayores beneficios. Sobre todo una guerra larga, porque el interés de los capitalistas consiste en aprovechar durante todo el tiempo posible los fondos que han colocado en la industria bélica.

Las tentativas que hice en 1939 para evitar la guerra con la Gran Bretaña y Francia no sólo tropezaron en todo el mundo democrático con una negativa glacial, sino que incluso provocaron una furiosa indignación. Se había propagado la mentira tonta e infame de que Alemania e Italia querían conquistar el mundo mientras que la verdad era que los antiguos conquistadores del universo necesitaban una nueva guerra para aumentar el rendimiento de sus capitales.

Los grandes triunfos militares.

Desfile de la Wehrmacht en París.

El año 1940 ha visto desarrollarse decisiones de una grandeza y de una rapidez sin precedentes en la historia de los pueblos.

A las afirmaciones de ciertos propagandistas ingleses, según los cuales Francia cesó la guerra cuando aún era capaz de resistir y sin verse obligada a ello, hay que contestar que fueron las divisiones inglesas quienes cesaron las primeras el combate para poder embarcar, haciendo cubrir su retirada por tropas holandesas, belgas y francesas.


Pérdidas mercantes Aliadas desde el comienzo de la guerra hasta hoy.

El Ejército, la Marina, la Aviación y las formaciones de las SS han rivalizado en valor en todos los encuentros y acciones. La dirección del Ejército ha sabido solucionar las más grandes tareas. El valor del soldado alemán ha estado, como siempre, por encima de todo elogio. Pero también la Patria ha tenido una buena parte en este éxito inmenso.

Todas las organizaciones del Partido y del Estado han dado sus pruebas de ello. Cuando la campaña del Oeste terminó, me dirigí a Inglaterra para cesar inmediatamente esta guerra que en el fondo no tiene sentido, y para evitar a Europa y sus habitantes los sufrimientos de una guerra semejante. La respuesta que recibí respondía a los intereses de los que la dieron.

Hasta el aniquilamiento de los responsables.

Muerte a las mentiras.  El Nacionalsocialismo atenaza con un puño fuerte al marxismo y al capitalismo, distintas caras de la misma serpiente.

De esta manera, la guerra continuará hasta el aniquilamiento de los responsables. El Ejército alemán ha hecho sus pruebas. Pero he decidido que sea aún mejor en los meses próximos. Esta decisión será realizada escrupulosamente y sin desmayo. El año 1941 verá al Ejército, la Marina y la Aviación del Reich sensiblemente reforzados y aún mejor equilibrados.

Bajo sus golpes, las últimas frases de los belicistas se desvanecerán y se crearán así las condiciones para una verdadera unión e inteligencia de los pueblos. Los belicistas democráticos que desde hace lustros sumen al mundo en crisis y disturbios incesantes habrán de ser aniquilados. Estamos firmemente decididos a cumplir este castigo con el fin de que la paz europea sea restablecida. Churchiíl y sus cómplices internacionales declaran hoy que defienden su mundo y que éste no puede existir al lado del nuestro. Si es así, tanto peor para ellos. El mundo alemán, del mismo modo que el mundo italiano, ha terminado con la era de los privilegios de algunos capitalistas plutócratas y ha inaugurado en su lugar la era del pueblo. En esta guerra no será la suerte la que ganará, sino el Derecho. Y el Derecho está de parte de los pueblos que luchan por su existencia amenazada.

La Alemania Nacionalsocialista, la Italia fascista y el Japón, su aliado, saben que en esta guerra lo que está en juego no es un régimen ni una construcción internacional futura, sino exclusivamente el hecho de determinar para siempre si esta tierra está o no reservada para unos y prohibida para otros. En la lucha de los privilegiados plutocráticos contra los derechos del pueblo Nacionalsocialista, será éste el que triunfe. Con esta fe empezamos el año 1941.

La cooperación de Italia y la guerra aérea.

Desde junio de 1940 la Italia fascista se encuentra a nuestro lado, tan decidida como nosotros a luchar y dirigir esta guerra. Su lucha es la nuestra, sus esperanzas, las nuestras, y resulta pueril la idea de los que creen poder alterar en algo el final del conflicto llevando a cabo acciones separadas. El señor Churchill ha obtenido ya un creciente número de pseudos-victorias que siempre han acabado revelándose como fracasos.

Recuento de víctimas que el Blitz ha ocasionado en Gran Bretaña durante 1940.

Después de septiembre habrán comprendido los ingleses que lo que nos impidió replicar antes a los actos criminales de Churchill fue un sentimiento do humanidad. En lo sucesivo, llevaremos la guerra hasta sus últimas consecuencias: es decir, hasta que sean eliminados los belicistas responsables de lo que ocurre. Cuando dijimos que por cada bomba arrojada contra la población civil nosotros lanzaríamos diez y si era preciso ciento, no pronunciábamos una frase hueca. Aquello era la expresión de nuestra mas enérgica resolución.

Los que no tienen nada y quieren conseguir algo.

Un político americano ha dicho que la lucha actual no es, en fin de cuentas, más que una tentativa de loa que no tienen nada por conseguir algo. Estamos completamente de acuerdo. Mientras que el resto del mundo se afana por quitar a los desheredados los escasos bienes que les pertenecen —como hizo antes del advenimiento del régimen Nacionalsocialista—, nosotros nos enfrentamos con los que lo tienen todo para luchar por los derechos de los que nada poseen y asegurarles la parte que les corresponde en las riquezas de la tierra. Y al luchar por la felicidad de los pueblos creemos merecer la bendición de la Providencia. Hasta ahora, Dios ha aprobado nuestra lucha. No nos abandonará en el porvenir si cumplimos con nuestro deber con fidelidad y valor.

Sieg Heil!

Orden del día del Führer a la Wehrmacht - 31/12/1940.


Soldados,

En el año de guerra de 1940, las fuerzas armadas Nacionalsocialistas del Gran Reich alemán han alcanzado victorias de una gloria y una grandeza únicas. Ellas han derrotado al enemigo en tierra, mar y aire con una audacia sin precedente. Todas las misiones que he tenido que encomendaros han sido resueltas por vuestro heroísmo y vuestras facultades militares. Habéis vencido a las fuerzas combatientes de nuestros enemigos con el esfuerzo de vuestras armas, pero habéis conquistado moralmente las regiones por vosotros ocupadas gracias a vuestra noble actitud y a vuestra disciplina modelo. Así hemos podido —gracias a vuestro gran espíritu militar en los pocos meses de una lucha histórica— alcanzar una victoria posterior a la lucha heroica, pero vana, de las fuerzas armadas alemanas durante la Guerra Mundial, y hemos podido borrar definitivamente la vergüenza de nuestra sumisión en el Bosque de Compiégne.

1940, año de la Victoria.

Soldados del Heer, de la Kriegsmarine y de la Luftwaffe, yo os doy las gracias en calidad de Jefe Supremo por vuestros méritos incomparables. Yo os lo agradezco en nombre de todo el pueblo alemán. Nos acordamos de los camaradas que han dado su vida en esta lucha por el porvenir de nuestro pueblo. Nos acordamos también de los valerosos soldados de la Italia Fascista, nuestra aliada. Esta guerra deberá ser continuada, por voluntad de los instigadores de las guerras democráticas y de sus cómplices judeo-capitalistas. Los representantes de un mundo que se hunde creen poder realizar en 1941 lo que no han podido lograr en el pasado. Estamos dispuestos. Armados como nunca hasta ahora hemos estado, nos encontramos en el umbral del nuevo año. Sé que cada uno de vosotros cumplirá su deber, pero Dios no abandonará a aquellos que, amenazados por un mundo entero, están decididos a ayudarse valerosamente entre ellos mismos.

Soldados de las fuerzas armadas Nacionalsocialistas del gran Reich alemán: el año 1941 verá la victoria más grande de nuestra Historia.

Sieg Heil, Viktoria!

jueves, 30 de diciembre de 2010

El Segundo Gran Incendio de Londres – 30/12/1940.


Camaradas,

Por si los británicos habían llegado a pensar que los ataques de la Luftwaffe contra Inglaterra comenzaban a flaquear, nuestros bombarderos llevaron a cabo anoche el ataque aéreo más destructivo de todos los que ha asestado contra Londres.

Entre las 18:00 de la tarde y las 21:30 de la noche del 29 de diciembre, 136 bombarderos de la Luftwaffe han bombardeado el corazón de la ciudad de Londres sobre la que han arrojado 22.068 artefactos incendiarios y 127 toneladas de bombas de alto explosivo. El ataque y los incendios que se han desatado como consecuencia han destruido muchos edificios en Livery Halls y engullido el Gran Salón medieval del Guildhall, reduciendo a cenizas un área mayor que la que se destruyó durante el Gran Incendio de Londres de 1666. La Catedral de San Pablo, rodeada por un anillo de fuego, ha salido indemne de milagro, pero otras muchas de las famosas iglesias de Wren, el Guildhall de 500 años de antigüedad, bancos, oficinas y centenares de tiendas han sido reducidas a cenizas.

Famosa fotografía obtenida esta mañana por Herbert Mason desde el tejado del edificio del Daily Mail en la que se muestra la cúpula de la Catedral de San Pablo alzándose sobre las nubes de humo negro.

La propia Catedral de San Pablo se ha salvado sólo por la dedicación de los bomberos de Londres que han podido mantener el fuego lejos de la Catedral y por los “vigilantes de fuego” (firewatchers) de la Catedral que han luchado para evitar que las llamas de las bombas incendiarias arrojadas sobre su tejado se extendieran.

La pira de Londres, anoche.

El ataque de la Luftwaffe ha desatado unos 1.500 incendios individuales, incluyendo tres grandes focos que han terminado por desencadenar una tormenta de fuego. En 1666 la devastación se redujo a los límites de la propia ciudad. Hoy, ha ido mucho más allá. En esta noche se ha producido la mayor destrucción en términos de superficie de todas las que ha causado el Blitz en Gran Bretaña, extendiéndose desde el sur de Islington hasta el propio extremo de la Catedral de San Pablo.

Devastación en los alrededores de la Catedral tras el ataque de la Luftwaffe.


Otro punto de vista de la devastación.

Ha sido uno de los ataques más breves pero de los más violentos que ha desatado la Luftwaffe.  Cuando el último de los bombarderos ha dejado caer su carga de bombas, Londres ha quedado transformada en un ardiente infierno en el que miles de bomberos se esforzaban en dominar el fuego.  El horizonte del puente de Waterloo parecía el decorado de una ópera de Wagner en el que la Catedral de San Pablo destacaba sobre un fondo de nubes de humo que de vez en cuando la ocultaban, desplegando un manto sombrío sobre Londres y el futuro de toda Inglaterra. 

Bomben auf Engelland!

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los Estados Unidos: Arsenal de la Democracia – 29/12/1940.

Camaradas,

El Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, recientemente reelegido, ha pronunciado hoy un lamentable discurso que ha sido retransmitido en onda corta y onda larga a todo el mundo y traducido al francés, alemán, italiano y español. En él, Roosevelt ha declarado lo siguiente:


… el 27 de septiembre de 1940, mediante un acuerdo firmado en Berlín, tres naciones poderosas, dos en Europa y una en Asia, se unieron en la amenaza de que si los Estados Unidos interfirieran o bloqueasen el programa de expansión de esas tres naciones –un programa que pretende conseguir la dominación mundial- actuarían juntas hasta las últimas consecuencias contra los Estados Unidos.

Los líderes nazis de Alemania han dejado claro que pretenden no sólo dominar toda forma de vida y pensamiento dentro de su propio país, sino también esclavizar a toda Europa y entonces hacer uso de sus recursos para dominar el resto del mundo.

Roosevelt en un momento del discurso.

A la vista de la naturaleza de esta innegable amenaza, se puede asegurar, con propiedad y categóricamente, que los Estados Unidos no tienen el derecho o motivo alguno para animar las conversaciones de paz hasta que llegue el día en que exista una clara intención por parte de las naciones agresoras de abandonar todo pensamiento de dominio o conquista del mundo.

¿Alguien cree realmente que necesitamos temer un ataque mientras permanezca en el Atlántico como nuestro más poderoso vecino naval una Gran Bretaña libre? ¿Alguien cree realmente, por otro lado, que podríamos descansar en paz si las potencias del Eje fueran nuestro vecino ahí? Si Gran Bretaña cae, las potencias del Eje controlarán los continentes de Europa, Asia, África, Australia y los océanos. Y entonces se encontrarán en situación de convocar enormes recursos militares y navales contra este hemisferio.

No le falta razón a Franklin.  La Eurasia del Eje podría convocar a las armas a 200 millones de soldados frente a los 30 millones del continente americano.

La historia de los años recientes demuestra que los disparos y las cadenas y los campos de concentración no son simplemente herramientas transitorias, sino los mismos altares de las dictaduras modernas. Puede que hablan de un “nuevo orden” en el mundo, pero lo que tienen en mente no es sino el resurgir de las más viejas y peores tiranías.

El pueblo británico está llevando a cabo una guerra activa contra esta alianza demoníaca. La seguridad de nuestro propio futuro depende en gran manera del resultado de esa lucha. Nuestra habilidad para “mantenernos fuera de la guerra” va a ser afectada por ese resultado. Pensando en términos de hoy y mañana, afirmo al pueblo americano que hay muchas menos posibilidades de que los Estados Unidos entren en la guerra si hacemos todo lo que podemos hacer ahora para apoyar a las naciones que se defienden contra los ataques del Eje que si consentimos su derrota, nos sometemos dócilmente a una victoria del Eje y esperamos nuestro turno para ser el objeto de un ataque en otra guerra más adelante.

No habrá ningún “cuello de botella” en nuestra determinación por ayudar a Gran Bretaña. Ningún dictador, ninguna combinación de dictadores debilitará esa determinación mediante amenazas que pretendan dirigir cómo deben los Estados Unidos llevar a cabo esa determinación.

La potencia industrial norteamericana, a punto de volcarse del lado de Inglaterra.

Como primer paso, el Presidente Roosevelt ha ratificado un borrador para los presupuestos del año fiscal 1942 que se elevará a los 17 billones de dólares, de los cuales 10 irán destinados al programa de armamento. ¡U-Boote, afilad vuestros lanzatorpedos! ¡Habrá que enviar toda esa chatarra yanqui al fondo del mar!

Ein Reich, ein Volk, ein Führer!

martes, 28 de diciembre de 2010

Italia sostiene el Frente en Albania – 28/12/1940.

Camaradas,

Las tropas italianas han conseguido doblegar el avance griego y estabilizar el Frente en todos los sectores. De ese modo, el Tercer Cuerpo de Ejército griego, que lleva varias semanas avanzando en el flanco derecho griego a través de los valles del Devol y el Tomori, ha tenido que detener su avance ante el ardor de la resistencia italiana y abandonado su objetivo de capturar Berati, situada a más de 20 kilómetros de distancia de sus puntas de lanza. El grupo central de ataque griego, constituido por el Segundo Cuerpo de Ejército, ha sido detenido por una fuerte oposición italiana y permanece retenido cerca de Klisura. Por otro lado, el Primer Cuerpo de Ejército que opera en el flanco izquierdo griego ha sido detenido a escasos kilómetros de la localidad de Tepelena en Albania, donde no han podido vencer la resistencia italiana.

Avance griego y despliegue de fuerzas hasta finales del mes de diciembre de 1940.

Así, las fuerzas griegas se ven incapaces de completar su pretendida maniobra de cerco debido al creciente número de tropas italianas, que están siendo reforzadas día a día con nuevas unidades traídas de Italia.

Las tropas griegas, atascadas en la nieve.

Las tropas griegas e italianas desplegadas en Albania han pasado la Navidad en el frente cubierto de nieve. Un convoy compuesto por 100 taxis procedentes de Salónica llegó el día de Navidad al frente y distribuyó licor y dulces por todo el frente. En algún lugar del frente, el conductor de uno de los taxis que hablaba italiano fluido se ofreció voluntario al oficial al mando, que le ofreció cruzar las líneas con una bandera blanca y ofrecer a los italianos algo de licor y cigarrillos. Los italianos aceptaron el regalo y los dos bandos en ese área disfrutaron de tregua el día de Navidad.

Viva il Duce!

lunes, 27 de diciembre de 2010

El Führer y Raeder discuten la estrategia del Reich - 27/12/1940.

El Führer con Raeder inspeccionan la flota alemana de submarinos en 1936.

Camaradas,

El Führer ha mantenido hoy una conferencia con el Gran Almirante Erich Raeder, quien ha intentado convencer al Führer de que la campaña rusa no debería comenzar antes de que Gran Bretaña haya sido derrotada.  El  Führer ha respondido de la siguiente manera: "En general, debido a los desarrollos políticos actuales y la inclinación rusa a involucrarse en cuestiones balcánicas, resulta necesario eliminar, bajo cualquier circunstancia, al último de los adversarios sobre el Continente antes de encargarnos de Inglaterra.  Por esto, el Ejército debe mantener la fuerza necesaria.  En consecuencia, sólo podemos concentrar contra Inglaterra los recursos de la Luftwaffe y la Kriegsmarine."

Caricatura inglesa en la que se parodia a los soldados alemanes que esperan un mes tras otro que el Führer dé la orden de invasión contra Inglaterra.

En realidad, la Wehrmacht se sigue preparando para la invasión.  En la fotografía, unos soldados practican el desembarco desde una lancha.

Dentro del entrenamiento para la operación León Marino, la invasión de Inglaterra, estos soldados arrastran a mano una pieza de artillería.  El barranco ha sido escogido por su semejanza con los acantilado de la costa sur inglesa.

Por otro lado, Raeder le ha hecho notar al Führer que la "amenaza italiana sobre Inglaterra en el Mediterráneo oriental, en Oriente Medio y el Norte de África ha sido eliminada y ya no es posible llevar a cabo ninguna acción decisiva en la zona."  Por lo tanto, se acerca la hora de que la Wehrmacht ponga a los ingleses en su sitio.

Es lebe Deutschland!

El Komet bombardea las instalaciones de fosfato en Nauru - 27/12/1940.

Camaradas,

Después de encontrarse por última vez el pasado 21 de diciembre en la isla de Emirau, los cruceros auxiliares Komet y Orion y el buque suministro Kulmerland se separaron con rumbos distintos. El Orion se dirige en estos momentos a la Isla de Maug en las Islas Carolinas para revisar sus motores acompañado por el buque Kulmerland, que se dirige hacia el Japón. Tan sólo el Komet, por tanto, ha continuado las operaciones en el Pacífico Sur.

La exitosa misión del Orion y el Komet en el Pacífico.

La primera acción en solitario del Komet tuvo lugar el 24 de diciembre cuando intentó sembrar un campo de minas en Rabaul empleando su lancha motora, pero tuvo que abandonar el proyecto porque los motores de la lancha fallaron. El Komet se dirigió entonces de vuelta a la isla de Nauru, donde ha llegado hoy a las 5:45 de la mañana disfrazado bajo la apariencia de un mercante de pabellón japonés.

Los tanques de combustible de Nauru, en llamas.

Siempre caballeroso, el Komet ha enviado una advertencia a la gente situada en la costa para que no hagan uso de la radio y señalado su intención de destruir la planta de carga de fosfato. Entonces, a las 6:40 ha abierto fuego. El bombardeo se ha prolongado una hora, durante la cual el crucero alemán ha destrozado la planta de carga, los tanques de combustible, los buques, los edificios e instalaciones flotantes. Después, el Komet se ha dirigido hacia el sudeste y sólo entonces Nauru ha transmitido la noticia del ataque a Australia.

Las instalaciones de carga de fosfato en la costa, destruidas.

Detalle de los movimientos navales alemanes en torno a Nauru en diciembre de 1940.

Los ataques de los buques alemanes contra la planta de producción de Nauru han logrado hundir cinco buques mercantes británicos y causado graves daños en las importantes instalaciones de carga de fosfato de la isla en lo que constituye un éxito sin parangón para el Reich. Ambos ataques (el de hoy y el del pasado 8 de diciembre) van a tener un gran impacto en la economía de Australia y de Nueva Zelanda. Por el momento, los embarques de fosfato van a quedar interrumpidos durante un tiempo no inferior a diez semanas y las infraestructuras dañadas mermarán sin remedio la producción, que ya nunca alcanzará los números de antes del ataque.

Una hermosa fotografía de la isla de Nauru: escenario de gloria para nuestros buques corsarios.

La Kriegsmarine alemana ha dejado en evidencia el sistema defensivo británico y obligado al Almirantazgo británico y desplegar buques de guerra en el Pacífico así como a organizar un sistema de convoys entre Australia y Nueva Zelanda similar al que tienen establecido en el Atlántico.

Es lebe Kriegsmarine!
Sieg Heil!

domingo, 26 de diciembre de 2010

El Führer felicita las fiestas a la Leibstandarte - 26/12/1940.

Camaradas,

El Führer ha regresado a Berlín después de su viaje de tres días por Francia y ha pasado hoy parte del día con la SS Leibstandarte Adolf Hitler, a quienes les ha dirigido las siguientes palabras: “Cuál será vuestro destino, mis Hombres de la Leibstandarte, no lo sé. Pero sí sé una cosa: estaréis en primera fila en todos los desafíos. Mientras tenga el honor de estar al frente del Reich para dirigir esta lucha, vosotros que lleváis mi nombre os sentiréis honrados de estar al frente de la lucha.”

El Führer con la Leibstandarte .

En otro encuentro con el regimiento de infantería que ha reunido en mayor número de horas de combate, obtenido el mayor número de distinciones en batalla y sufrido las mayores pérdidas, el Führer ha exclamado: “Debéis entender que mi corazón late por vosotros y que estoy encantado de pasar las fiestas entre soldados.”

Es lebe der Führer!

sábado, 25 de diciembre de 2010

El Führer reprende a Darlan - 25/12/1940.

Camaradas,

El Führer ha celebrado la comida de Navidad como un soldado más en la cafetería de un escuadrón de bombarderos. Por la tarde, el tren especial del Führer se ha detenido al norte de París, donde se ha encontrado con el Almirante François Darlan, Vicepresidente de Francia Vichy tras la destitución de Pierre Laval el pasado 13 de diciembre.

A la salida del Hotel Majestic en París, sede del Gobierno Militar alemán.  En la fila inferior, de izquierda a derecha: Henri Pétain, François Darlan y Pierre Laval.

Durante media hora, el Führer ha reprendido a Darlan: “¿Por qué ha sido destituido Laval? Esto es obra de intrigas anti-alemanas entre los colaboradores del Mariscal Pétain.” Después, el Führer se ha lamentado por que Pétain no estuviera presente en la ceremonia de entrega de los restos de Napoleón II en los Inválidos y ha comentado lo siguiente acerca del rumor que se ha propagado de que Pétain se negó a asistir al acto por miedo a que los alemanes aprovecharan la ocasión para secuestrarle: “Es mezquino pensar que soy capaz de algo así, especialmente porque he llevado a cabo este gesto hacia Francia desde la más completa sinceridad.”

Una imagen de 1939 del estilizado Admiral Hipper.

Mientras tanto, en el Atlántico, se ha producido un encuentro la Royal Navy y el crucero pesado Admiral Hipper, que salió de Alemania el pasado 27 de noviembre en misión corsaria contra el tráfico mercante británico. A 700 millas al oeste del Cabo Finisterre, cerca de las islas Canarias, se ha encontrado con el convoy de tropas WS-5A con destino Oriente Medio escoltado por los cruceros HMS Berwick y HMS Bonaventure y el portaaviones HMS Furious. En el breve intercambio artillero que se ha producido antes de que el crucero alemán se retirase hacia Brest, el HMS Berwick y dos mercantes (el Empire Trooper de 14.000 toneladas y el Arabistan de 5.800 toneladas) han resultado dañados, llevándose la peor parte el crucero británico tras encajar una buena ristra de proyectiles de 8 y 4.1 pulgadas que han causado cuatro muertos entre su tripulación además de mandarlo al dique seco por una buena temporada.

Es lebe Adolf Hitler!
Sieg Heil!

Navidades Nacionalsocialistas - 25/12/1940.


Camaradas,

La Navidad es para nosotros los alemanes la época del año más querida y significativa. A partir de ella, hacemos acopio de la fortaleza y la potencia interior de la eterna fuerza vital de nuestra naturaleza. Madre e hijo, familia y comunidad se encuentran en su centro. No se limita a un solo día que transcurre con rapidez, sino que comprende un largo periodo de preparación y muchas tradiciones y costumbres míticas. A pesar de las muchas influencias extranjeras, con el paso de los siglos ha permanecido como una festividad alemana antigua y su naturaleza sólo puede entenderse en el interior del territorio de nuestro pueblo. Hoy, hemos llegado a conocer de nuevo el verdadero significado de las costumbres y tradiciones de nuestra Navidad, despojándolas de los nombres e influencias extranjeras. Los siguientes párrafos nos proporcionarán ideas y directrices para organizar las festividades de Navidad y Adviento.

El Solsticio de Invierno.

La verdadera celebración comunitaria de la navidad (que no podemos llevar a cabo este año debido a las exigencias de la guerra) es el solsticio de invierno. Durante muchos años, ha sido una parte de nuestras celebraciones navideñas de la que no podemos prescindir, pero de ningún modo debería reemplazar a la celebración navideña dentro de la familia. Todo lo contrario; esta antigua costumbre de nuestros ancestros debería fortalecerla y enriquecerla. La celebración del solsticio de invierno no es una cuestión de organizaciones del Partido, sino un asunto que concierne a todo el pueblo. Las unidades del Partido sólo organizan las ceremonias. Toda la comunidad del pueblo debería participar en la celebración del Solsticio de Invierno. Sin embargo, los acontecimientos difieren de un lugar a otro. En los pueblos más pequeños, toda la comunidad se puede reunir alrededor de un fuego. En las ciudades más grandes tiene que ser hecho por grupos locales o incluso por organizaciones individuales del Partido. La experiencia comunitaria, en tales casos, se mantiene encendiendo los fuegos al mismo tiempo y regresando a un lugar de reunión céntrico para una reunión comunitaria. Las antorchas de los que se reúnen pueden arrojarse entonces al fuego comunitario. El fuego comunitario se mantendrá vivo por las organizaciones del Partido hasta el 24 de diciembre. El 24 de diciembre, las familias pueden encender una vela en este fuego y utilizarlo para dar luz a las velas de sus árboles de Navidad en casa. Muchos han participado en esta clase de ceremonias en años recientes en Augsburg, Zittau y Koblenz. Esta costumbre parece que encaja bien y que puede convertirse en la práctica generalizada, dado que simboliza el bienestar y el crecimiento de la comunidad de nuestro pueblo a partir de la chispa ideológica que el Führer ha encendido en nuestros corazones.

El Triunfo de la Luz.

El fuego del solsticio de invierno cada año atrae a muchos millones de alemanes al bosque de invierno y los funde fuertemente en una unidad inquebrantable. Y el fuego del solsticio ha sido siempre un símbolo de la germanizad a lo largo de nuestras fronteras. En el pasado, el fuego del solsticio nunca constituía un fuego de sacrificio para alguna clase de ser divino. Siempre era un recordatorio, un símbolo, una reafirmación por parte de nuestro pueblo de las eternas leyes de la vida. Ardía en tiempos de duelo, en tiempos de alegría. Fue encendido en 1813 durante las guerras de liberación y por el movimiento juvenil antes de la guerra a medida que éste se alejaba del establo en Belén y los cánticos de hosanna al Hijo de David. Friedrich Ludwig Jahn lo describe muy acertadamente con las siguientes palabras:

“Siempre que nuestro pueblo permanezca fiel a las costumbres de sus padres, siempre que las llamas ardan en las cumbres de la montaña en el solsticio de verano y en el campo alemán en invierno, así brillará la chispa del entusiasmo que estallará en llama cuando el pueblo más lo necesite, la llama en la que los traidores, los problemáticos y los mentirosos que amenazan a nuestro pueblo encontrarán su merecido final.”

La costumbre se ha desarrollado a partir del recuerdo de los muertos en guerra y del movimiento mediante el lanzamiento de coronas de flores al fuego del solsticio. Durante muchos años, la SS ha organizado una fuerte danza viril con antorchas que culmina en el encendido del fuego. El impacto del fuego del solsticio viene más a través de las acciones y de los símbolos que a través de las palabras. El discurso en el lugar del fuego debe ser breve e impactante. Debe ser una llamada a la acción, no simplemente una declaración de que nuestros ancestros lo celebraban así hace mucho tiempo. La experiencia de la columna de llamas y del paisaje alemán cubierto de nieve significa para nosotros más que las palabras.

La Navidad en la familia alemana.


Para nosotros los alemanes, el punto cumbre de la víspera de Navidad es el encendido de velas en el árbol, dentro del círculo de la familia. Cuatro semanas antes, se enlaza la corona de Navidad con sus cuatro velas rojas. El día de Ruprecht, el 6 de diciembre, Ruprecht, Padre de la Navidad, visita a los niños. De ese momento en adelante, hay ruido y canciones durante los largos días a medida que las personas hacen pequeños regalos. Los niños pequeños observan todo lo que sucede durante estos días. La madre apenas sabe cómo responder a sus preguntas. Una y otra vez, les habla de Papá Navidad y de sus ayudantes, los elfos y los enanos, de la Señora Holle, Blancanieves y Caperucita Roja, o de Hansel y Gretel y todos los demás, porque la Navidad es una época para que nuestros niños escuchen cuentos de fantasía. Llegado el día, los ojos rutilantes de sus hijos son el mejor agradecimiento que puede recibir una madre por todo el trabajo y amor que ha puesto en preparar las fiestas. Qué es la Navidad sin los niños, qué es la vida sin el sacrificio que una generación hace por otra.

La madre y el hijo están en el centro de la Navidad, aportándole significado y santidad. ¿Podemos pensar en algo más grande que honrar la maternidad? Nuestros ancestros llamaban a la fiesta “La Noche de la Santa Madre” y hacían expresión de nuestros más íntimos sentimientos. Cada año, millones de madres alemanas experimentan el milagro del nacimiento. En Navidad, honramos el amor, la maternidad y la familia, y en el día en que el sol renace, creemos en la victoria de la verdad, la bondad y la belleza. Para nosotros, la Navidad es verdaderamente el festival del amor, el festival de la comunidad de nuestro pueblo y el festival de la luz del alma alemana.

Cada familia celebra la Navidad de su propia manera. No queremos dar una receta de cómo debería hacerse. Aquellos para los que sea posible, llevad a los niños a un paisaje invernal el día de Navidad para enseñarles cómo las semillas brotan bajo la nieve y cómo florecen las rosas de Navidad. Regresan entonces los niños al calor del hogar con ojos brillantes y mejillas sonrosadas, a la espera de que suene la campana detrás de la puerta cerrada de la habitación con el árbol de Navidad que les indica que pueden entrar, y toda la familia se reúne a la luz del árbol. Las manitas del niño más pequeño alcanzan las velas titilantes y los dulces. Descubren nuevas sorpresas en el árbol y es difícil mantener la atención fija en la tranquila ceremonia que comienza con una canción. Uno no debería olvidarse de la canción Oh, Tannenbaum ni de la nueva canción de Navidad “Noche de Estrellas Claras.” Los niños alegran a los padres recitando este pequeño poema y entonces se sientan en el regazo de los padres para escuchar la historia del “pastor que se convirtió en rey” o la historia del “niño en la cuna, lejos en las montañas.” Viejas y nuevas canciones se suceden y tocan los aspectos más tiernos de nuestra naturaleza alemana.

Recordando a los que están lejos.

Si los participantes son principalmente adultos, uno de ellos quizás pueda hablar brevemente del ir y devenir de la Naturaleza, o de la llegada y la marcha de la luz y de la gente, de la batalla y el trabajo, del esfuerzo conjunto de la familia y de la comunidad del pueblo, de hacer acopio de fuerza a partir de la tranquilidad del hogar y de la Naturaleza. Puede hablar de los padres y de los hermanos, o leer una carta de alguien en el frente, donde protege la patria. Debería recordar a aquellos que se han sacrificado por el pueblo, y debería recordar a las madres que preservan la vida del pueblo. En estos momentos, todo el mundo estará orgulloso de los grandes logros de nuestro pueblo, y dará gracias a la Providencia por concedernos un Führer cuando más lo necesitábamos, quien nos ha enseñado a ver las leyes que gobiernan nuestras vidas, quien nos ha devuelto el honor y la libertad.

Entonces se intercambian los regalos. Esta no es la parte más importante de la festividad, pero uno debe pensar con cuidado los regalos que hace. La entrega de regalos nunca debe convertirse en un simple intercambio de mercancías, sino más bien un obsequio de cosas que son apropiadas para la persona y que la dejarán satisfecha. Mantened los regalos ocultos, dado que eso pertenece a la fiesta tanto como las velas en el árbol y el pastel de la madre.

Los adultos se sentarán juntos durante largo tiempo y se contarán sus historias. La mayor parte del tiempo, un miembro de la familia estará fuera con el servicio del trabajo, en el ejército, o trabajando lejos de casa. Todo el mundo que pueda debe volver a casa para la Noche de Navidad, incluso si le lleva un día entero de viaje, para celebrarla con el círculo familiar. Si eso no es posible, intentaremos hacer algo para el que está lejos. En nuestra literatura, tenemos encantadores historias de celebraciones de Navidad por parte de alemanes que se encuentran en tierras extranjeras o mares extranjeros, de la morriña del hogar y de los sacrificios que tienen que padecer, gente que está desempeñando trabajos de importancia vital en la Noche de Navidad y que por tanto no se pueden reunir con sus familias.

La Navidad de los soldados lejos de Alemania.

Cuando celebramos una Navidad alemana, incluimos en el círculo de la familia a todos aquellos que son de sangre alemana y que afirman su etnia alemana, todos aquellos que vinieron antes de nosotros y que vendrán después de nosotros, todos aquellos a quienes el destino no les permite vivir dentro de las fronteras de nuestro Reich o que están cumpliendo con su deber en tierras extranjeras entre pueblos extranjeros. Dondequiera que vivan los alemanes, bien sea en la jungla brasileña, bajo el sol de África, en las alturas de los Cárpatos o en la confusión de Nueva York, todos vuelven sus pensamientos a la madre patria durante la estación de Navidad. Sus ojos siguen a las nubes que se desplazan hacia tierra alemana. Echan de menos su hogar, y sus recuerdos de niñez vuelven cuando recuerdan las palabras alemanas de su madre. Los lazos entre alemanes a ambos lados de la frontera se hacen más fuertes, como en su día dijera el Ministro Rudolf Heß cuando habló en la radio a los camaradas del pueblo más alejados, diciendo que nunca los olvidará, que pertenecen a la gran familia del Pueblo alemán, que se ha alzado de nuevo y que tiene un gran futuro.

Fröliche Weihnächten!
Es lebe Nationalsozialismus!


Nochebuena de guerra en Berlín y Londres - 25/12/1940.


Camarada,

Toda Alemania canta esta noche la vieja canción de Nochebuena, villancico universal: "Stille Nacht, heilige Nacht..." Ha sonado en las iglesias esta tierna melodía, en los hogares y hasta en las calles, azucaradas por una nieve tímida, gracias al pequeño órgano o al aristón del músico ambulante. Sobre Berlín se abate una dulce quietud, mientras en las casas relumbra el árbol de Navidad con todas sus velas encendidas, con todos sus frutos de papel de oro y plata, con todas sus guirnaldas, con todos sus juguetes. A las cuatro de la tarde se han cerrado los cafés. Lo demás se había cerrado antes. A las cinco, un transeúnte ha podido recorrer medio Berlín sin encontrar otro transeúnte. Los trenes del ferrocarril subterráneo, los tranvías y los autobuses, circulan como fantasmas. Dentro de ellos viajan la soledad en compañía de algún ciudadano retrasado.

Soldados de la Luftwaffe escuchan la radio desde sus aeródromos.

Alemania no ha atacado a Inglaterra en la noche sagrada; Inglaterra tampoco ha atacado a sus adversarios. Pero en la paz de la noche, la guerra ha estado presente. Ha penetrado en las fiestas familiares por el prodigioso misterio de la radio. Palabras de Goebbels, jefe del Partido en Berlín, desde una batería antiaérea: "Alemania entera se siente orgullosa de los que defienden a1 país contra las agresiones británicas". Palabras del general Brauchitsch desde un puesto del Canal de la Mancha: "La victoria nos ha escogido a nosotros". Y a la misma hora en que el Führer celebraba la fiesta en el frente, entre sus soldados, Rudolf Hess, lugarteniente del Führer, ha dicho a la nación: "En esta Nochebuena de la guerra estamos más seguros del triunfo que nunca. Llegará el día en que Inglaterra no podrá resistir ni una hora más." La voz de estos hombres ha llegado a través de una tiniebla absoluta al fondo de las casas y la esperanza de la paz próxima y de la paz ganada se ha mezclado con la alegre melancolía de la noche.


Nochebuena en Londres.

Muchas son las cosas de que se ha de privar la gente esta Nochebuena. Por lo pronto, esta noche no hay Misa de Gallo en ninguna iglesia de estas islas, y el que quiera oírla tiene que demorar el almuerzo para cumplir, a la una de la tarde, sus deberes religiosos de la Nativividad. En los restaurantes donde tan jaranera fue la Nochebuena el año pasador, primer año de la guerra, la animación no será tanta porque las autoridades con muy prudento celo, han sido parcas en conceder permisos a los establecimientos públicos con objeto de evitar excesivas aglomeraciones. Las aglomeraciones no se consienten más que en los refugios antiaéreos.  Ha sido pues, y a pesar de la ausencia de ataques aéreos, inédito regalo navideño de la Luftwaffe al pueblo británico, una Nochebuena subterránea, sin campanas; la primera Navidad sin campanas conocida en este país.

Decoración navideña en un refugio antiáereo de Londres.

Anoche sí que hubo bombardeo. Cayeron bombas incendiarias y de las otras, y la alerta duró desde el anochecer hasta la madrugada y estuvo acompañada de incendios y pirotecnias. Sobre las cabezas de los ingleses pende, además, la amenaza de la invasión. La noche del 23, es decir, anoche, era según el rumor que corría de boca en boca y que no tenía más fundamento que la garrulería propia de todos los pueblos en peligro, la fecha fijada para la invasión. Los ingleses la esperaban, puesto que uno acaba por creer todas las fantasías que oye, y no vino. Lo que sí llegaron fueron unas cuantas bombas alemanas que cayeron sobre el Parlamento y produjeron daños en el vestíbulo de Westminster, en el vestíbulo de San Esteban, en el vestíbulo central, que es la sala de espera de los electores que quieren ver a sus diputados, en la escalera que conduce a la tribuna pública, en la antecámara, en el claustro y en otros diversos recovecos de aquella casa. Las ventanas de la Cámara de los Comunes se hicieron añicos y el techo, aunque intacto, está siendo ahora examinado en previsión de posibles accidentes.

Fröliche Weinächten!

viernes, 24 de diciembre de 2010

Nochebuena con el Führer - 24/12/1940.

Camaradas,

Mientras en el Reich un bono navideño valedero por dieciséis onzas adicionales de arroz y vegetales, algo más de una libra de azúcar, jamón y café se reparte a todos los ciudadanos para celebrar las fiestas navideñas y mantener alta la moral civil, el Führer aporta su granito de arena y como ya sucediera el año pasado se aleja de sus más allegados para celebrar la Navidad con sus tropas.

El Führer almuerza con sus soldados.

En efecto, el Führer abandonó ayer Berlín y se dirigió al Oeste con la intención de visitar a los soldados de la Wehrmacht acantonados en Francia y felicitarles las navidades. Durante su visita a las baterías de largo alcance emplazadas en la costa asistió a una ceremonia militar conjunta del Heer y de la Kriegsmarine. Después almorzó con los soldados en una cocina de campaña de la Organización Todt. Durante la comida ha trascendido la siguiente declaración del Führer: “Ante nosotros está la libertad y el futuro de nuestro pueblo. Detrás de nosotros quedan experiencias amargas. En nosotros vive la inalterable resolución de que de esta guerra resurgirá un Reich alemán mejor y más hermoso.”

Los soldados alemanes por doquier celebran la Navidad.

Por la tarde, el Führer prosiguió su visita y se dirigió a Boulogne. Las unidades navales estacionadas ahí le rindieron a su Führer un sentido homenaje.

Durante la jornada de hoy, día de Nochebuena, el Führer ha visitado las instalaciones de dos escuadrones de caza de la Luftwaffe y pronunciado sendas alocuciones, en una de las cuales ha declarado lo siguiente: “Lo que habéis conseguido este año es algo que ni los más viejos soldados creían posible.” Por la tarde, el Führer se ha dirigido a Abbéville, donde pasará la Nochebuena con la guarnición local de la Wehrmacht.

Es lebe der Führer!
Fröliche Weinächten!

El Blitz de Manchester - 24/12/1940.


Camaradas,

La Luftwaffe ha puesto su punto de mira sobre la ciudad de Manchester y la ha destruido por completo en un ataque masivo que se ha prolongado durante dos noches. En la noche del domingo del 22 al 23 de diciembre, 270 aviones han arrojado 272 toneladas de bombas de alto explosivo y 1.032 bombas incendiarias y en la segunda noche de ayer a hoy, 171 aviones han arrojado 195 toneladas de bombas de de alto explosivo y 893 bombas incendiarias. Sólo durante tras la primera noche de bombardeo, la cifra de muertos se ha elevado a 363, con 455 heridos graves y 728 heridos leves. En total, 684 personas han perdido la vida y 2.364 han resultado heridas. Manchester ha sido borrada del mapa.

Devastación en el centro de Manchester.

El ataque contra Manchester ha seguido el mismo patrón de los ataques masivos efectuados en meses anteriores contra ciudades inglesas como Coventry o Southampton. En primer lugar la Luftwaffe ha efectuado un ataque concentrado con bombas incendiarias y algunas pocas bombas de alto explosivo a lo que a continuación ha seguido un bombardeo masivo con bombas de alto explosivo y minas aéreas cada vez más grandes a medida que el área del objetivo ha quedado iluminada como resultado de los fuegos iniciados por la primera oleada de bombas incendiarias.

Esas primeras bombas incendiarias han caído sobre la ciudad apenas dos minutos después de que los ingleses hayan activado sus sirenas de alarma aérea. Una de las primeras ha caído sobre un edificio situado en la esquina entre las calles Princess y Clarence, que en seguida ha quedado en llamas. Dos minutos después, los servicios de incendios han recibido la notificación de que los edificios Royal Exchange y Victoria, el segundo de los cuales ha terminado derribándose contra la calle Deansgate y bloqueado en consecuencia el paso desde la calle Blackfiars a Victoria, dejando atrapados los cables del tranvía bajo los montones de escombros. El Hotel Exchange ha ardido furiosamente así como la tienda de sastre Burton en la esquina entre las calles Corporation y Market.

Un edificio de Manchester, en llamas y reventado como una piñata.

Al cabo de una hora, los almacenes en la esquina de las calles Portland y Sackville, en la calle Watson y en más sitios, se han encontrado en medio de una gran hoguera y abocadas a la destrucción sin remedio. Riadas de bombas incendiarias han caído sobre las casas de las calles Erskine, Russel, Lime y el Parque St Georfes en Holme y no muy lejos de la tienda donde suelo comprar el periódico. Las bombas explosivas han comenzado a reventar edificios por toda la ciudad y las áreas circundantes.

Hay un refugio conocido como Gibsons en la calle Erskine, junto a la carretera Stretford y parte del Ayuntamiento de Hulme que ha recibido un impacto directo como resultado del cual 450 personas han quedado atrapadas, aunque el refugio fue originalmente diseñado para albergar a sólo 200. Afortunadamente, todos y cada uno de los 450 ocupantes han sido rescatados con vida.

Los bomberos no han dado abasto.

Los muchos millares de bombas incendiarias que han sido arrojadas sobre Manchester durante la noche del domingo han causado el mayor problema para la ciudad, que ha sido esencialmente el de incendios incontrolados extendidos en una amplia zona. Las bombas explosivas y las minas aéreas que han caído sobre la ciudad durante las dos noches han desatado una devastación inenarrable. A pesar de que el ataque durante el lunes día 23 por la noche haya sido mucho más corto (de 19:15 a 1:29), el efecto acumulado de los dos ataques ha sido terrible y devastador. En total se han desatado más de 1.300 incendios en el centro de Manchester y áreas circundantes. Los servicios de incendio han convocado 400 dispositivos y más de 3.400 hombres adicionales de todos los alrededores, pero nada va a impedir que un estremecedor brillo ilumine la Nochebuena.

Entre los edificios más emblemáticos destruidos está la Catedral de Manchester, el Royal Exchange y el Free Trade Hall.

Tenemos el privilegio de poder contar con el testimonio de un ciudadano de Manchester: el niño Frank Walsh, que nos permite tener un relato de primera mano de lo que ha vivido la ciudad durante estos dos días:

Acabábamos de terminar el té del domingo. Eran las 18:38 de la tarde del 22 de diciembre cuando las sirenas hicieron resonar su escalofriante alarma. Mucha gente se dirigió a los refugios, pero nosotros decidimos recostarnos bajo la grande y fuerte mesa de roble que descansaba contra la pared en el salón de Scout Road. Casi inmediatamente se pudo escuchar encima el zumbido del motor de los aviones. El continuo estallido de las 233 bombas que se dice fueron arrojadas durante aquella primera noche pudo escucharse a lo largo de varias horas junto con los muchos millares de bombas incendiarias que habían sido esparcidas a lo largo de un amplia área y muchos distritos.

Piccadilly, en llamas.

A medida que avanzó la noche, me aventuré escaleras arriba una o dos veces para mirar a través de la ventana del dormitorio de atrás. A cada visita podía ver que los cielos de Manchester se volvían cada vez más rojo y más brillante a medida que las llamas se extendían de un edificio a otro. La mañana siguiente fue al trabajo en bicicleta, llegando a tiempo a las 8:00 y me fui directo al tejado para unirme a todos los que habían conseguido llegar al trabajo y disfrutar de la mejor vista del más grande incendio que se haya visto jamás en Manchester. Podía verse todo el centro de Piccadilly en llamas desde la calle Mosely hasta Portland. La calle Lever estaba bloqueada con camiones y bombas antiincendios, pero si uno se habría camino por la calle Newton hasta alcanzar la esquina donde se unía con Piccadilly, todo lo que se podía ver era una masa de llamas engullendo toda la hilera de almacenes de cinco pisos que se erigían a ambos lados, todas las ventanas ardiendo de un extremo a otro y de arriba abajo, con las llamas crepitando allá donde había estado el tejado. Como una sábana procedente de algún infierno demencial. Una visión que nunca olvidarán los que hayan sido testigos de ese gran horno de llamas y fuego. No podías tocar las paredes del edificio que albergaba las oficinas de la BBC porque los ladrillos estaban al rojo. Los bomberos estaban incluso echando agua sobre las paredes de los edificios cercanos a los incendios, aunque ellos mismos no estuvieran ardiendo, y hacia el cielo se elevaban columnas de humo por la evaporación de agua.

Destrucción en los jardines de Piccadilly.

Aquella noche hubo 200 edificios comerciales, 165 almacenes, casi 150 oficinas y cinco bombas que quedaron destruidos o seriamente dañados; más de 500 edificios comerciales, 20 bancos, 300 almacenes y 220 oficinas sufrieron daños de menor cuantía. En un radio de una milla a partir de la Plaza Albert 31.3 acres de la ciudad habían sido reducidos a ruinas, con más de 100 escuelas y más de 30.000 casas dañadas o destruidas. Una completa y total devastación.

A pesar de todo lo que había sucedido, la gente intentaba llevarlo de la mejor manera posible. Más tarde esa misma mañana, fui enviado a entregar un paquete a una pequeña imprenta situada en el batiburrillo de callejuelas justo detrás de la Biblioteca John Rylands en Deansgate. Comencé abriéndome paso por la calle Canon que estaba atascada con escombros, cristal roto y mangueras de incendios, con los bomberos todavía echando agua sobre los restos carbonizados de los edificios. Varias calles aledañas se encontraban taponadas por los edificios derruidos. Grandes piedras procedentes de tejados de edificios se encontraban por todos lados.

Ruinas y ruinas por doquier.

Tuve que cambiar mi ruta a menudo y tomar muchos desvíos. Mi viaje progresaba muy lentamente porque debía parar a hablar con los bomberos y otros grupos de transeúntes que permanecían ante lo que solía ser su lugar de trabajo, ahora completamente demolido. El olor a quemado era intenso. Los edificios se derrumbaban por todos lados e incluso derruidos continuaban ardiendo. Los que no estaban en llamas quedaban reducidos a montones de escombros humeantes y ardientes.

No pudiendo continuar por Deansgate debido a los edificios derruidos y al cableado enredado del tranvía, comencé a abrirme paso por las callejéales que circundaban la estación Victoria y se adentraban en Salford a través del Mercado de Hierro en la esquina de la calle Chapel. Todavía aferrado a mi paquete, fui hacia la Plaza Bexley y el Ayuntamiento Salford, deslizándome lentamente a través de las calles llenas de escombros hacia la parte trasera de Deansgate, donde debía efectuar mi entrega.

Abriéndose paso a través de la desolación.

Finalmente, cuando alcancé mi destino, todo lo que encontré del edificio donde se encontraba la imprenta que buscaba era un gran montón de ruinas. Había enormes vigas de madera carbonizada que sobresalía del montón de ladrillos que llegaban hasta la carretera. Así que retomé el camino de vuelta a través de Abel Heywood de la misma manera que había llegado.

Naturalmente, cuando regresé me inundaron de preguntas acerca de la gravedad de los daños en otras partes de la ciudad y me dijeron que como había tardado tanto pensaron que me había perdido o había regresado a casa. Aquellos que consiguieron llegar al trabajo aquel día tuvieron permiso de volver a casa pronto por la tarde a la espera de la siguiente alarma y el nuevo bombardeo que todos sabíamos era inevitable.

Bomben auf Engeland!