viernes, 27 de mayo de 2011

El último combate del Bismarck - 27/05/1941.

El Rodney y el King George V trituran al Bismarck.

Camaradas,

Ha amanecido ya, y en el Bismarck se aguarda con estoica disciplina el ataque de los acorazados británicos. La mar está brava, con un viento del noroeste de fuerza ocho.  En el puente del Bismarck la atmósfera es tensa, pero, lejos de reinar la desolación o la impotencia, entre toda la oficialidad se respira una fanática determinación por permanecer fieles a su juramento.  "El Bismarck combatirá hasta la última granada.  ¡Larga vida al Führer!" fueron las últimas palabras que el Almirante Günther Lütjens transmitió a Alemania, haciéndose eco de la férrea voluntad que impregna de manera unánime a todos los oficiales y marineros del Bismarck, hombres dispuestos a luchar hasta la muerte por el Führer y por el Gran Reich Alemán.  El acorazado alemán navega aproado al viento a siete nudos de velocidad.  Sobre las 05:00 de la mañana se ha intentado lanzar uno de los hidroaviones Arado Ar 196 con el diario de guerra de Günther Lütjens, pero la catapulta se encuentra averiada y el Arado no ha podido despegar.  Más tarde, Lütjens ha solicitado al Alto Mando que algún submarino se acerque hasta su posición para poder hacerle entrega del diario, pero el U-556, aunque cerca de él, se encuentra bajo el agua y no ha podido recibir el mensaje. Finalmente, poco después de las 08:30 horas se toca zafarrancho de combate. Finalmente, a las 08:43, los acorazados británicos HMS Rodney y HMS King George V avistan al Bismarck a 23.000 metros de distancia.

Posición de los buques británicos y del Bismarck cuando aquellos abren fuego.

Balance de fuerzas


Buque:
Bismarck
Rodney
King George V
Desplazamiento:
50.900 Tm
41.000 Tm
44.400 Tm
Armamento:
- Principal:
- Secundario:

8 x 380 mm
12 x 150 mm

9 x 406 mm
12 x 152 mm

10 x 356 mm
16 x 133 mm
Blindaje:
- Cintura:
- Torres:
- Cubierta superior:
- Cubierta acorazada:

320 mm
130-360 mm
50-80 mm
80-120 mm

356 mm
184-406 mm
-
159 mm

348-374 mm
150-324 mm
-
124-150 mm
Velocidad:
30,1 nudos
23 nudos
28 nudos


A las 08:47, el Rodney es el primero en abrir fuego, y un minuto después le sigue el King George V. La distancia es de unos 20.000 metros.  El Bismarck responde disparando sobre el Rodney a las 08:49 con sus dos torres de proa, ya que las de popa aún no pueden orientarse hacia el enemigo. A las 08:54 el crucero HMS Norfolk se une al festival artillero con sus ocho piezas de 203 mm, y a las 08:58 entra en acción la artillería secundaría del Rodney.  Ha dado comienzo la última batalla del heroico acorazado Bismarck. Los primeros proyectiles británicos caen a su popa.

El Bismarck es alcanzado por vez primera.  El Rodney y el King George V siguen ahora rumbos divergentes.

Los surtidores de agua que levantan los proyectiles de sus enemigos circundan al Bismarck. 

A las 09:02, el Bismarck es alcanzado a proa por varios proyectiles que explotan sobre el castillo, el mástil torre, e inutilizan la dirección de tiro de la cofa. A las 09:04, llega a escena y abre fuego el crucero HMS Dorsetshire.  En ese momento, dos acorazados y dos cruceros pesados están disparando con toda su artillería y a placer contra el Bismarck, que navega con rumbo fijo a escasos siete nudos. A las 09:08, el puesto director de proa y las dos torres delanteras quedan fuera de combate. El control de tiro pasa entonces al puesto director de popa, donde el Teniente de navío Müllenheim-Rechberg dirige cuatro salvas contra el King George V hasta que su estación queda también fuera de servicio sobre las 09:13 cuando un proyectil de 356 mm le arranca de cuajo la cúpula del telémetro. Las torres de popa pasan entonces a fuego local tomando como blanco al Rodney que ya ha lanzado seis torpedos contra el Bismarck desde unos 10.000 metros, ninguno de los cuales ha hecho impacto.

Situación del combate en el momento en que la mayoría de los cañones del Bismarck quedan silenciados.

Fotografía que capta este preciso momento: el Rodney a la derecha y el Bismarck a la izquierda.  El humo del Rodney se debe a la pólvora de sus cañones.  El del Bismarck a los incendios que lo asolan.

A las 09:21, la torre "Dora" queda fuera de combate después de que estalle un proyectil propio dentro del ánima del cañón derecho. A las 09:27, la torre "Antón" o "Bruno" dispara una última salva.  Cuatro minutos después, a las 09:31 la torre "César" dispara su última salva, con lo que todas las baterías principales del Bismarck quedan silenciadas. Tan sólo algunos cañones de la artillería secundaria permanecen todavía en funcionamiento y disparan con rabia, pero pronto también van a ser silenciados por la enorme avalancha de fuego a la que el Bismarck está siendo sometido. El mando del buque ha quedado incomunicado debido a los múltiples impactos, así que el segundo comandante, el Capitán de fragata Hans Oels, bajo la cubierta acorazada en la sección XIV asume el mando, y es él quien acaba dando la orden de hundir y abandonar el buque para que no caiga en manos enemigas.

El Bismarck combate hasta el último proyectil, fiel a su juramento ante el Führer.

El Rodney dispara sobre el Bismarck prácticamente a quemarropa.

Una vez que el Bismarck ha perdido su capacidad de combate, el Rodney se acerca más hacia él y, desde distancias que varían entre los 2.500 y 4.000 metros continúa disparando sádicamente con sus nueve piezas de 406 mm contra el indefenso acorazado alemán.  Los impactos se suceden uno tras otro; sobre las 09:40 salta por los aires el escudo posterior de la torre "Bruno", que queda incendiada. A las 09:56, desde unos 2.700 metros de distancia, el Rodney lanza dos torpedos más contra el Bismarck, produciéndose un impacto a babor. A esa distancia es prácticamente imposible fallar, y una salva tras otra alcanza al Bismarck que, increíblemente y para asombro de los británicos, aún se mantiene a flote.  A las 10:00 en punto, las cargas de demolición estallan en la sala de calderas y el vientre del Bismarck comienza a inundarse.

Una dramática representación del estado del Bismarck en estos momentos.

La situación a las 10:00, cuando estallan las cargas de demolición.

A continuación, el Norfolk lanza cuatro torpedos más desde 3.600 metros, y logra nuevos impactos en el flanco de estribor. La destrucción a bordo del Bismarck es total, una auténtica carnicería, hombres sin brazos ni piernas, muertos y heridos esparcidos por la cubierta. Sus cañones apuntan en direcciones absurdas después de haber quedado fuera de combate. La chimenea está llena de agujeros. El hangar de proa de babor, demolido. El palo mayor todavía se mantiene en pie con la bandera de combate al viento. Y sin embargo, en semejante situación, el Bismarck, orgullo de la flota alemana, consigue lo increíble: hacer que sus enemigos se den por vencidos.  De ese modo, el Rodney dispara su última salva a las 10:16, y el Almirante John Tovey, escaso de combustible, se retira del combate.

Los últimos momentos del Bismarck.  Fografía obtenida por el Dorsetshire.

Momento en que el Bismarck se va a pique.

A las 10:20, el crucero Dorsetshire lanza dos torpedos a unos 3.000 metros de distancia contra la banda de estribor del Bismarck. Ambos artefactos logran hacer blanco. Después, a las 10:36, lanza otro más desde 2.200 metros contra la banda de babor que también hace impacto. El Bismarck se va escorando a babor poco a poco mientras se hunde de popa, y finalmente desaparece bajo el agua 10:39.  Su posición exacta es 48º 10' latitud norte y 16º 12' longitud oeste.

El trágico instante, visto desde el Dorsetshire.

Han transcurrido casi dos horas desde que se inició el combate, y el Bismarck ha demostrado tener una formidable capacidad de resistencia. Desde que los británicos lo alcanzaron por primera vez a las 09:02 hasta que el Rodney ha disparado su última salva a las 10:16, o sea durante 74 minutos, el Bismarck ha soportado un martilleo continuo que ningún otro buque podría resistir.  No hay que olvidar que el Hood se hundió seis minutos después de que las primeras salvas saliesen de las bocas de los cañones del Bismarck hace tres días en el estrecho de Dinamarca. Además, ni el cinturón acorazado ni la cubierta protectora del sólido buque alemán han sido perforadas durante el combate, habiendo sido su propia dotación la que lo ha hundido tras hacer estallar las cargas de demolición.

La Operación Rheinübung, al completo.

La odisea del Bismarck.

En total han sido disparados 2.876 proyectiles británicos contra el Bismarck, clasificados de la siguiente forma:

380 de 406 mm del Rodney.
339 de 356 mm del King George V.
527 de 203 mm del Norfolk.
254 de 203 mm del Dorsetshire.
716 de 152 mm del Rodney.
660 de 133 mm del King George V.

El gran dique seco Normandie en Saint Nazaire que debía albergar al Bismarck y al que ya nunca podrá llegar.

De ellos, nunca se sabrá con exactitud cuántos han acertado al Bismarck (400, 500, 600, quizá más), aunque por el estado en que ha quedado el buque, y teniendo en cuenta las cortas distancias en la última fase del combate, puede asegurarse que muchos de ellos han hecho blanco.

Todo lo que queda del Bismarck: sus marineros supervivientes, distinguibles como puntos sobre la superficie del agua.

El crucero HMS Dorsetshire rescata a los supervivientes del Bismarck.

Después del hundimiento del bravo acorazado alemán, que en ningún momento ha arriado su bandera de guerra ni solicitado cuartel, han quedado a la deriva en la mar alrededor de 800 marinos alemanes que ha conseguido saltar del buque a tiempo. El resto, muchos de ellos todavía vivos, se han hundido con el Bismarck, arrastrados al fondo por su inmensa mole de buen acero alemán. Aproximadamente una hora después, el Dorsetshire ha recogido a 85 hombres y el destructor HMS Maori a 25 más.  A las 11:40, el Dorsetshire ha avistado un periscopio y abandonado el lugar del rescate. Horas más tarde, el U-74 (Teniente de navío Eitel-Friedrich Kentrat) ha rescatado a tres marineros. Al día siguiente el buque meteorológico alemán Sachsenwald (Alférez de navío Wilhelm Schütte) encontrará a otros dos.  Al final, de una dotación de más 2.200 hombres sólo se han salvado 115, de los que 110 han sido hechos prisioneros.

Sie sind nicht tot, sie leben in Deutschland!
Sieg Heil, Sieg Heil, Sieg Heil!

7 comentarios:

  1. La flota de superficie alemana no podía pelear contra el poderío de la Royal Navy. No les quedo mas que usar los submarinos (guerrilla marina), para pelear contra UK.

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  2. Bueno, hicieron lo que pudieron y lo cierto es que dieron bastantes quebraderos de cabeza. "Mientras tengamos submarinos, tendremos dientes con que morder," dijo Dönitz. El Tratado de Versalles eliminó a Alemania como potencia marítima y los 6 años de Gobierno de Hitler hasta 1939 fueron insuficientes para reconstruir la Marina de Guerra Alemana. Si la guerra se hubiera retrasado unos años, el Plan Z se habría llevado a cabo y Alemania habría podido contar con una considerable flota que habría dado lugar a muchas batallas épicas como la que he relatado en esta entrada.

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  3. Jamas ningún Buque a logrado que una Nación (Inglaterra) entera le temiera como fue el Acorazado Bismarck. Y aun después de 70 años de su hundimiento aun sigue navegando en los pensamientos de los que vivieron en sus entrañas y de los que lucharon contra el.
    Sieg Heil

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  4. La historia del Bismarck permanecerá siempre en los anales de la épica naval. No fueron tanto sus gestas (al fin y al cabo, fracasó en su intento de irrumpir en el Atlántico y el hundimiento del Hood, aunque importante, no era su verdadero objetivo), como el hecho de que sus marineros y oficiales decidieran aceptar un combate que tenían perdido de antemano y que, por muchos proyectiles y torpedos que encajara, tan sólo se hundió a manos de sus propios marineros.

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  5. si lo hubieran reparado antes, no lo unden.

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  6. El valor de su tripulacion, es notable, como es notable la ingenieria naval alemana.

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  7. Si no hubieran apresurado esta operación y armaban una flota naval con el Tirpitz, el Bismarck, el Gneisenau y el Scharnhorst, la guerra del atlántico hubiera sido diferente, pero la falta de planeacion y la no acumulacion de fuerzas es desastroso.

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