Dos agentes británicos han sido detenidos sobre la frontera germano-holandesa cuando trataban de penetrar en el Reich mediante una audaz operación de nuestro Servicio Secreto. Su objetivo no era otro que el de sembrar la semilla de la confrontación dentro de nuestras fronteras. No nos cabe la menor duda de que agentes como ellos están detrás de los recientes sucesos acaecidos en Praga y, peor aún, del vil atentado de ayer que a punto estuvo de costar la vida al Führer.
El Führer saluda a los duques de Windsor. Aquellos tiempos felices en que Alemania confiaba en el bienhacer de Inglaterra.
Estos dos agentes son las primeras fichas de un dominó que al ser desbaratado nos proporcionará respuestas a muchos de nuestros interrogantes. Los ingleses ya saben cómo se las gasta nuestro Servicio Secreto. He aquí una insignia que ya han aprendido a temer:
Es lebe das Sicherheitsdienst!
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