Camaradas,
Hoy podemos hablar de un nuevo éxito alemán en la guerra naval. Nada más ni nada menos que el buque insignia de la Royal Navy, el acorazado HMS Nelson, ha sido gravemente averiado al impactar contra una mina.
El orgullo de la Royal Navy, al dique seco.
El pasado 30 de octubre la fortuna lo sonrió cuando los torpedos lanzados desde el U-56 del Korvettenkapitän Wilhelm Zahn chocaron contra él sin detonar.
Sin embargo, la suerte ha terminado para el HMS Nelson. Tras su última patrulla en el Mar del Norte y al entrar en el puerto de Loch Ewe a trece nudos, una tremenda explosión ha sacudido y levantado literalmente del mar las 35.000 toneladas de acero del acorazado. Una de los millares de minas magnéticas con las que nuestros aviones y submarinos han estado sembrando las costas y puertos de Gran Bretaña ha sido activada por el casco del HMS Nelson al pasar sobre ella. Aunque no ha habido víctimas mortales, el buque ha sufrido grandes daños que lo mantendrán inactivo durante mucho tiempo. La explosión ha desgarrado la base del casco en varios puntos, provocado un hundimiento de 4 pies de profundidad y 40 de longitud y ocasionado una inundación de 140 pies de extensión.
Enhorabuena a nuestros camaradas del submarino U-31 y en especial al Kapitänleutnant Johannes Habekost, que han sido los encargados de desplegar el campo de minas en que ha sido cazado el HMS Nelson. ¡Habéis salvado la vida de muchos buenos alemanes!
Sieg Heil!
La mala pata fue no hundirlo el otro día, con Churchill y medio Almirantazgo a bordo. La guerra podría haber acabado pronto!
ResponderEliminarUna verdadera lástima para el Ministerio de Propaganda, desde luego. El titular del día siguiente en el Völkischer Beobachter podría haber sido: "El tabaco puede provocar la muerte por impacto de torpedo."
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