Camaradas,
El Convoy HX-150 con 44 buques mercantes ha partido hoy desde Halifax, en Nueva Escocia, rumbo a Gran Bretaña. Se trata del primer convoy de la guerra que va a recibir escolta estadounidense; cinco destructores al mando del Capitán Morton L. Deyo a bordo del buque insignia, el destructor USS Ericsson.
El convoy navega en nueve columnas separadas entre sí unos 500 metros hacia un punto en el océano situado 240 kilómetros al sur de Terranova, donde la Marina Canadiense abandonará las tareas de escolta entregándola a la Marina Estadounidense, que la asumirá durante la travesía a través del Atlántico hasta alcanzar los Western Approaches Británicos, donde será a su vez sustituida por la Royal Navy. Los canadienses continuarán la travesía escoltando a un convoy lento tipo SC hasta el punto de encuentro en medio del Océano Atlántico.
Al parecer, se pretende que éste sea el patrón operativo para todos los convoys rápidos tipo HX de ahora en adelante. El apoyo en la escolta de los Estados Unidos supone que la Royal Navy podrá desviar tres grupos de escolta del Atlántico Norte para cubrir los convoys de Gibraltar y Sierra Leona. También se espera que los Catalinas de la Marina de los Estados Unidos operando desde bases en Islandia y las Fortalezas Volantes B-17, con base en Argenta, participen en labores de escolta de los convoys.
Operador de señales a bordo de un destructor norteamericano mientras escolta un convoy británico en ruta hacia Islandia.
Todo ello supone una vuelta de tuerca más por parte de Roosevelt en su violación de las reglas por las que deberían regirse el comportamiento de los países neutrales. No podía estar más acertado Charles Lindbergh cuando hace tan sólo cinco días acusó al Presidente Norteamericano de estar jugando con fuego y comprometiendo la seguridad de su país y sus ciudadanos, poniéndolos deliberadamente en el punto de mira de los U-Boote.
Los convoys que atraviesan el Atlántico de oeste a este están transportando al Reino Unido numerosos suministros de guerra y, sobre todo, víveres que los británicos comienzan a aceptar como dieta cotidiana, tales como leche condensada, huevo en polvo, fiambre de cerdo enlatado y legumbres cocidas.
El Comandante Cross, Oficial de Convoys (izquierda) discute un movimiento con el Capitán Lake en la Sala de Operaciones de la Casa Derby, en Liverpool.
Situado en el Cuartel General de los Western Approaches, y bajo su control operativo, se encuentra el Grupo Número 15 del Comando Costero de la RAF. El alcance de sus aviones llega al Atlántico del Nororiental desde sus bases en Escocia, Irlanda del Norte e Islandia. El Atlántico Noroccidental es cubierto por la RCAF Canadiense. Ambas fuerzas adolecen de una gran falta de aviones de largo alcance, lo que significa que el Atlántico Central, al sur de Groenlandia, no dispone de cobertura aéra. Conocido como el “Pozo Negro” o el “Agujero Negro”, es el área más peligrosa para los convoys y la zona donde los Wolfpack de U-Boote suelen estar aguardándolos.
De hecho, el éxito de los U-Boote está resultando tan evidente que en Gran Bretaña las autoridades han lanzado una campaña para animar a la población a consumir patatas, uno de los alimentos que pueden cultivarse a espuertas en los jardines públicos y particulares del Reino Unido y de los que parece haber de sobra. El Ministro de Alimentación Británico ha fijado los precios a minoristas a un penique por libra a lo largo de todo el año.
¡Hago buenas sopas!, dice "Potato Pete."
En los anuncios del Ministerio se puede ver a un personaje llamado “Potato Pete” que aconseja servir una libra de patatas a cada persona cada día. “Utilizad patatas en las masas“, aconseja, yendo tan lejos como aconsejar bocadillos de puré de patatas. El Ministerio también canta las muchas virtudes de las zanahorias y de los nabos en todos los guisos.
Es lebe unsere U-Boote!
Gott straffe Engelland und Amerika!
los estados unidos hicieron todo lo posible para entrar en la guerra, sus actos de provocacion fueron tan evidentes que avergonzaron a gran parte de su poblacion honesta y trabajadora. pero lamentablemente el loby sionista que rodeaba al judaizado rossevelt pudieron mas que la sensatez del pueblo norteamericano. cuando hitler le declaro la guerra a los EEUU no hizo mas que formalizar una situacion que se venia dando desde hace bastante tiempo.
ResponderEliminarRoosevelt no quería dejar pasar el tren de una guerra que sabía determinaría la hegemonía sobre el mundo. Sus discursos pacifistas eran poco menos que nauseabundos ante la realidad de sus actos. Me recuerda a Zapatero, salvando las distancias.
ResponderEliminarAquello me hace recodar un poco las consecuencias del 11 s, donde Bush y su camarilla emprendieron la mal llamada "guerra contra el terror", convirtiendo al mundo en el campo de batalla. Con este "atentado" pudo legitimar su guerra que por poco la declara santa contra Osama Bin Lden. Si no hubiera ocurrido "ese Pearl Harbor", los americanos no hubieran arriesgado el pellejo por vengar el cruel asesinato de sus compatriotas. Después ya es historia conocida.
ResponderEliminarQué casualidad que el "terror" lo encuentren siempre en países que les resultan interesantes económicamente. La de guerras que ha habido y sigue habiendo en África desde la Segunda Guerra Mundial sin que a estos "salvapatrias" se les haya ocurrido intervenir. Tan sólo lo hacen cuando sus intereses comerciales se ven en peligro. Y siempre les precede un gran despliegue propagandístico para convencer a la opinión pública de que se trata de una guerra justa contra un tirano. Un tirano que, muchas veces, ha sido su amigo durante décadas.
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