martes, 8 de diciembre de 2009

Estados Unidos denuncia la piratería británica - 08/12/1939.

Camaradas,

El pasado día 6 conminamos a través de la Prensa Internacional a que los países neutrales se pronunciaran al respecto de las medidas que el gobierno británico ha aprobado de cara a reforzar el bloqueo comercial en torno a Alemania, de modo que cualquier intercambio comercial con nosotros pudiera ser objeto del expolio inglés. Resultaba especialmente vergonzoso que nadie o muy pocos hubieran mostrado la menor resistencia a un bloqueo que perjudica a tantas naciones inocentes y que pone a Inglaterra al nivel de los corsarios de épocas pasadas. Pues bien, nada menos que el gobierno norteamericano ha emitido hoy una protesta oficial en los siguientes términos:

"Cualquier cosa que pueda decirse a favor o en contra de las medidas que un beligerante dirija contra otro, ellas no pueden efectuarse de modo que amplíen los derechos de un beligerante sobre buques neutrales y sus cargas, o penalizar a estados neutrales o a ciudadanos de las mismas que llevan a cabo actividades legítimas."


Inglaterra: hoy como ayer, amparando la piratería.

"Dejando a un lado los más básicos principios de las leyes internacionales y sin olvidar que el mantenimiento de la integridad no puede ser evocado con demasiada fuerza en un tiempo como éste en el que la falta de respeto en las relaciones internacionales amenaza la seguridad de las naciones que aman la paz, hay razones prácticas que mueven a mi Gobierno a denunciar la Orden emitida por el Consejo Británico a que aquí nos referimos. No en vano son muchos los casos de ciudadanos norteamericanos que han adquirido mercancías de origen alemán y por las que han realizado pagos parciales o totales o por las que se han comprometido de algún modo. En otros casos los bienes adquiridos o que pudieran ser adquiridos no es posible conseguirlos en ningún otro mercado. Estos ciudadanos se han basado en dichas adquisiciones o derecho de adquisión para el desempeño de su legítimo comercio, industria o profesión. En estas circunstancias, el Gobierno Británico sabrá apreciar porqué mi Gobierno no puede ver con ecuanimidad las medidas contempladas en la Orden suscrita dado que en el caso de que llegara a aplicarse no dejaría de añadir nuevas dificultades y perjuicios a las que el comercio inocente ya está sujeto."

Y quede clara constancia que no lo hemos dicho nosotros, sino el gobierno de Franklin D. Roosevelt.

Es lebe Freiheit!

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