Camaradas,
Hoy ha comenzado un esperado debate en la Cámara de los Comunes de Londres. El Primer Ministro británico, Neville Chamberlain, ha sido duramente criticado, incluso por sus compañeros conservadores, por la retirada inglesa de Noruega central, que se contempla como un desastre militar y otra oportunidad perdida para alejar la guerra de Gran Bretaña, como ya lo fuera la Guerra de Invierno.
Fotografía histórica tomada ilegalmente durante el debate con una cámara espía en miniatura por el diputado conservador John Moore-Brabazon.
El discurso de Chamberlain no ha estado a la altura de la situación. En realidad, no era fácil defender su postura. Por eso, la oposición no ha tenido que realizar grandes esfuerzos mentales para decir unas verdades claras, contundentes y, porqué no decirlo, crueles. En efecto –y recogemos la tesis de la oposición británica-, si los Aliados conocían de antemano la superioridad de los alemanes, ¿por qué se han expuesto en Noruega a un fracaso casi seguro? ¿Cómo no han logrado impedir que llegaran constantemente refuerzos alemanes? ¿Por qué ha sido disuelto el ejército preparado para acudir al socorro de Finlandia, en fecha todavía reciente? Y si el Gobierno estaba preparado a sufrir un descalabro, ¿por qué cantó victoria horas antes del desembarco? ¿Por qué afirmaba que Hitler había hecho un mal negocio estableciéndose en Noruega?
"Hitler ha perdido el autobús." Las declaraciones de Chamberlain el pasado abril, un escupitajo al cielo que ahora le cae encima del sombrero de copa.
El líder de la oposición Clement Attlee ha criticado severamente a Chamberlain, no sólo a causa del reciente fracaso, sino también por su actuación anterior. Noruega es una continuación de Checoslovaquia y de Polonia. Lo que él ha calificado como el desacierto de Munich en el que Chamberlain tiene responsabilidad personal, ha sido de tal magnitud, que bastaría para hacer dudar para siempre de su clarividencia. El jefe de la oposición liberal, Archibald Sinclair, ha preguntado simplemente: ¿Por qué nos hemos colocado en una posición en la cual hemos tenido que aceptar una derrota? Y ha añadido Sinclair que Suecia está casi rodeada por Alemania y que no se ve cómo podría rechazar un eventual ultimátum de Berlín. Hacia el final de su crítica ha formulado una sagaz observación. Suecia desea saber si, en caso de que la ayudemos, bombardearíamos solamente las ciudades suecas ocupadas temporalmente por los alemanes o si bombardearíamos también las ciudades alemanas de donde salen dichas tropas.
Clement Attlee, un hombre humilde y discreto donde los haya.
Mañana terminará el debate con una segunda sesión sobre la que se tiene gran expectativa. Para terminar, queríamos hacer nuestra una frase que ha pronunciado Chamberlain al respecto de Noruega, señalando que la campaña no ha terminado aún, en referencia a la fuerza aliada que cerca Narvik. Nosotros decimos lo mismo, señores de la guerra británicos. En efecto, la campaña no ha terminado todavía: las tropas alemanas avanzan rápidamente hacia el norte, con el terreno y el clima como única resistencia, prestas a hacerles morder el polvo a sus enemigos de nuevo.
Es lebe Nationalsozialismus!
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