Camaradas,
El Almirante Edward-Collins llegó anteanoche día 30 de abril a las 10:30 a Aandalsnes desde Scapa Flow con una fuerza de evacuación compuesta de cuatro cruceros, seis destructores y un pequeño transporte. El HMS Galatea y el HMS Arethusa se situaron en el único muelle que ha sobrevivido a los bombardeos y el HMS Sheffield, sin espacio en el muelle, permaneció anclado en la mar. Entre estos tres cruceros y el apoyo de algunos buques menores embarcaron a unos 1.800 soldados británicos, que los propios medios británicos han descrito como “apaleados y hambrientos.” Otros pequeños destacamentos fueron recogidos por el HMS Southampton y otros buques menores al oeste y al norte de Aandalsnes, incluyendo un pequeño grupo de tropas en Molde, donde el General Ruge y su plana mayor noruega han sido abandonados, según su propia petición.
Tras haber llevado a cabo esta cobarde evacuación en plena noche, los británicos efectuaron ayer día 1 la delicada evacuación de las tropas británicas que habían quedado rezagadas, protegiendo la retaguardia, y que llegaron a Aandalsnes por tren y camión durante todo el día desde Dombaas. Aandalsnes había estado siendo bombardeada por parte de la Luftwaffe con cierta intermitencia, sin duda porque quedaba poco que bombardear, mientras el Admirante Layton se adentraba en el fiordo con una fuerza de dos cruceros (el HMS Birmingham y el HMS Manchester) y cinco destructores.
La Luftwaffe acosó sin descanso a los buques de la Royal Navy, forzando a los dos buques antiaréreos emplazados en el puerto a retirarse. A las siete de la tarde, dos destructores ingleses fueron enviados para recoger a los soldados que se han acercado al puerto de Aandalsnes, además de al General Ruge en Molde que se lo había pensado mejor y finalmente decidió seguir a su rey hacia el norte. El resto de la fuerza de infantería británica llegó a Aandalsnes antes de las 11 de la noche, y para la medianoche dos de los destructores habían transportado cerca de 1.300 hombres a los cruceros.
Creyendo que ya sólo quedaban detrás las últimas retaguardias, la flota partió. Sin embargo, dos buques antiaéreos que habían sido dejado atrás terminaron embarcando a casi 1.000 hombres adicionales, que han sido transportados hacinados como sardinas. Para las 2 de la mañana de hoy se puede decir que la evacuación se ha completado. Varios millares de soldados noruegos han quedado abandonados atrás, con la capitulación como única alternativa.
Por la tarde de hoy, los soldados de la 196ª División de Richard Pellengahr que han estado combatiendo victoriosamente a la Sickleforce desde Lillehammer han entrado en la ciudad desierta y en ruinas de Åndalsnes. No han encuentrado ingleses, sólo sus pertrechos abandonados en el puerto y el reconfortante olor de la victoria. El siguiente parte ha puesto el punto y final a la campaña de la Sickleforce, que ha dejado en Noruega 1.404 muertos, heridos y prisioneros:
Las tropas alemanas han perseguido a los destacamentos ingleses en retirada y han logrado penetrar en Åndalsnes, donde han hondeado las banderas de la cruz gamada a las 15 horas.
Sieg heil, Viktoria!
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