Camaradas,
En las vísperas de la ejecución de la operación Fall Gelb, el Führer ha emitido las siguientes intrucciones a los Comandantes en Jefe de las tropas desplegadas en Noruega.
En contra de la voluntad del pueblo alemán y su Gobierno, el Rey Haakon de Noruega y su Gabinete decidieron emprender la guerra contra Alemania.
De esta lucha podemos extraer las siguientes conclusiones: durante la guerra en el Este, los polacos torturaron y masacraron, de la forma más cruel, a soldados alemanes que tuvieron la desgracia de caer en manos polacos heridos o indemnes. Por el contrario, hay que conceder al Ejército Noruego que entre sus filas no ha tenido lugar un solo ejemplo similar de degeneración en la conducción de la guerra. El soldado noruego no ha mostrado sino desdén por todos los métodos cobardes e insidiosos a los que recurrieron los polacos a diario. Él ha luchado abierta y honestamente. Ha tratado a nuestros heridos y prisioneros de guerra bien, lo mejor que ha podido, concediéndoles respeto y dignidad. La población civil se ha portado de forma similar. No ha interferido en los combates y ha dispensado cuidados a los heridos.
Los muertos del crucero pesado Blücher, honrados en Alemania y Noruega por igual.
Por consiguiente, he determinado, en reconocimiento a estas circunstancias, permitir que todos los soldados noruegos tomados prisioneros sean liberados. Únicamente los soldados profesionales permanecerán encarcelados hasta que el antiguo Gobierno noruego se retracte de su llamamiento a iniciar la guerra con Alemania o hasta que cada oficial y soldado haya dado su palabra de honor de no continuar, bajo ninguna circunstancia, su participación en las acciones contra Alemania.
Adolf Hitler.
Un gesto así, verdaderamente sitúa a nuestro Führer en la órbita de los hombres más santos y magnánimos que han existido sobre la faz de la Tierra.
Es lebe der Führer!
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