lunes, 4 de enero de 2010

Unity Mitford regresa a casa - 03/01/1940.


Unity Mitford, la bella Valkiria, con una insignia del Partido Nacionalsocialista regalo personal del Führer.

Camaradas,

Con extraordinarias precauciones para evitar ser vista por el público, la británica de 25 años de edad Unity Valkyrie Freeman-Mitford, hija de Lord Redesdale y amiga personal del Führer, que había permanecido misteriosamente “enferma” en Munich, ha entrado en Inglaterra en camilla tras haber atravesado el Canal en barco hasta Folkestone.


Amiga personal de Adolf Hitler, al que llegaría a "acosar" en Munich, persiguiéndolo en las cafeterías que éste frecuentaba hasta que el Führer se avino a invitarla a un café. Compartían puntos de vista comunes respecto al hermanamiento natural entre Alemania y Gran Bretaña.

Muchas son las especulaciones que los medios británicos han lanzado en torno a su “enfermedad”. Entre ellas, que si había sido tiroteada tras una violenta discusión con el Führer o que si había sido encontrada envenenada en Munich. La realidad de lo que hay detrás de la bufanda que cubría hoy su cuello y que apenas dejaba entrever su garganta no es otra que la pena por que su país de nacimiento, la Gran Bretaña, no se haya avenido a vivir en paz con el Reich.

Su pena la comparten millares de ciudadanos británicos. Cierto es que Unity haya sido quizás una mujer impulsiva, un tanto impetuosa, que ha sabido encarnar como nadie la pasión que los alemanes hemos sentido por el Führer desde que subiera al poder. Pero por encima de todo ese ímpetu, que algunos se atreven a tildar de fanático, hay una mujer idealista que ha visto su alma debatirse entre sus dos grandes amores, sus dos patrias: Inglaterra y Alemania.


Unity y su hermana Diana: dos idealistas.  Acompañaron a la delegación británica que visitó Alemania en 1933 con motivo del Congreso del Partido en Nüremberg y desde ese momento se volvieron incondicionales entusiastas del Reich y de su Führer.

Así es, Unity soñaba con una Europa unida y en paz. Según sus propias palabras, no soportaba vivir en un mundo en el que Alemania e Inglaterra, sus dos grandes amores, se despedazaran el uno al otro. Por eso, después de que Inglaterra declarara la guerra a Alemania, Unity escribió una carta de despedida al Führer, se retiró al Englischer Garten (Jardín Inglés) de Munich y con una pistola con empuñadura de perla que el Führer le regalara personalmente, se descerrajó un tiro en la cabeza.

Sobrevivió al intento de suicidio, no obstante, y fue hospitalizada en Munich con severos daños en el cerebro. El Führer, siempre galante, la visitó, pagó su factura hospitalaria y arregló su regreso a casa. En diciembre fue trasladada a un hospital de Berna en la neutral Suiza donde su madre y hermana menor se reunieron con ella.


Hoy, desembarcada en camilla.

Finalmente Unity ha regresado a Inglaterra. A su llegada, sus únicas declaraciones han sido: “Estoy contenta de estar en Inglaterra, aunque no esté en vuestro bando.”  A estas alturas sabemos ya que es probable que la contienda sea larga, por lo que es probable que no volvamos a saber de las deliciosas hermanas Mitford en mucho tiempo.

Es lebe Unity Mitford!

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho.Estoy seguro que le gustaba la parte de la historia del imperio Carolingio,que fue destruido por los nietos de Carlomagno con el tratado de Verdun.Una Europa unida.

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