viernes, 1 de abril de 2011

Golpe de estado en Irak contra el dominio británico – 01/04/1941.

Camaradas,

El Reino Unido, un feroz Imperio que avasalla a millones de personas de distintas razas a lo largo y ancho de vastos territorios ultramarinos y que mantiene un férreo control sobre sus recursos y su producción, supeditándolas a las necesidades de su propia metrópoli, ha visto materializarse hoy en Irak las consecuencias de su infame represión cuando un grupo de militares iraquíes, encabezados por el recientemente depuesto Primer Ministro Rashid Ali Al-Gaylani, han lanzado un golpe de estado en Bagdad.

Rashid Ali al-Gaylani, a quien los británicos cuelgan el despectivo sambenito de “Ultra-Nacionalista” por su deseo de que Irak se vea libre de su presencia. Un calificativo que, por el contrario, no aplican a los franceses, noruegos, belgas o polacos que viven en los territorios temporalmente ocupados por la Wehrmacht. Ellos no son “Ultra Nacionalistas”, sino “Franceses Libres”, “Belgas Libres” o “Polacos Libres”. La curiosa retórica de la Propaganda.  Quizás en el futuro, en el improbable caso de que el Eje sea derrotado en la guerra, la swástika Nacionalsocialista deje de ser un símbolo solar, milenaria representación de la victoria espiritual y pase a convertirse en un sinónimo de infamia por obra y gracia de la Propaganda judeo-masónico-bolchevique-plutócrata.

El hombre detrás del golpe se llama Rashid Ali al-Gaylani, un musulmán de la secta Sunni que nación en Bagdad en el seno de una reputada familia cuyos ancestros están emparentados con el propio Profeta. En 1924, con 32 años de edad, Rashid Ali al-Gaylani inició su carrera política dentro del primer gobierno liderado por el Primer Ministro Yasin al-Hashimi, que le asignó la cartera del Ministerio de Justicia. Los dos hombres se opusieron fervientemente a la presencia británica en Irak, oponiéndose al Tratado Anglo-Iraquí que el gobierno del Primer Ministro Nuri as-Said firmó en 1930 y fundaron el Partido de la Hermandad Nacional, entre cuyas reivindicaciones figuraba la salida incondicional de los británicos. Gaylani fue Primer Ministro por vez primera en 1933, pero mantuvo el cargo tan sólo durante ocho meses.

El 31 de marzo de 1940, Gaylani volvió a ser nombrado Primer Ministro. La guerra había comenzado e Irak acababa de lamentar la muerte prematura del Rey Ghazi. El reinado de Ghazi fue seguido por una Regencia por parte de su hijo de cuatro años, el Rey Faisal II, llevando a cabo las labores de Regencia el tío de su padre, el Emir Abdul-Illah. Mientras que Abdul-Illah apoyaba a Gran Bretaña en la guerra, Gaylani no dejó de oponerse a los enemigos de Irak e impidió que las tropas británicas atravesaran Irak en su camino a los frentes de combate. También rechazó las órdenes de Londres de que Irak rompiera sus lazos con Italia y envió a uno de sus Ministros a encontrarse con el Embajador alemán en Turquía, Franz von Papen.

Firmantes del Tratado Anglo-Iraquí de 1930.  Irak obtuvo la independencia oficial el 3 de octubre de 1932, de acuerdo con el acuerdo firmado por el Reino Unido en 1930, en el que aceptaba poner fin a su Mandato bajo la condición de que el gobierno de Irak permitiese a observadores británicos tomar parte en los asuntos gubernamentales, aceptase mantener bases militares británicas y estuviese de acuerdo en ayudar al Reino Unido en periodo de guerra. ¡Viva la democracia y la libertad de las plutocracias!

Gran Bretaña respondió a esta actitud rebelde con duras sanciones económicas contra Irak. Mientras tanto, las noticias acerca de las victorias británicas contra las fuerzas italianas en el Norte de África menguaron el apoyo al gobierno de Gaylani hasta que, el 31 de enero de 1941, bajo presión del Regente Abdul-Illah, dimitió como Primer Ministro.

Pero la determinación de Rashid Ali por liberar a su pueblo del yugo británico no cejó, y no tardó en entablar contacto con el “Foro Dorado”, un grupo selecto de militares iraquíes que comparten con Rashid Ali el deso de que Irak fuese, de una vez por todas, un estado independiente y no un satélite del Reino. Los miembros del Foro Dorado son el Coronel Salah al-Din al-Sabbagh, el Coronel Kamal Shabib, el Coronel Fahmi Said y el Coronel Mahmud Salman.

Mapa de Irak, incluidas sus vías de transporte principales y el oleoducto.  El petróleo de Irak: objeto de la codicia de los capitalistas de hoy y de mañana.

Hoy, primero de abril de 1941, el golpe de estado ha sido lanzado finalmente y Rashid Ali al-Gaylani ha vuelto a ser nombrado Primer Ministro, dando inicio a su tercer gobierno y, lo que es más importante, al principio del fin de la presencia británica en Irak. Sin embargo, parece evidente que el Reino Unido y su formidable maquinaria militar, que extiende sus ávidos tentáculos por todo el mundo, no le va a poner las cosas fáciles a los iraquíes. Con problemas en Libia (Erwin Rommel), problemas en las Islas Británicas (la Luftwaffe) y grandes problemas en los Balcanes (la Wehrmacht, el Eje y su propia estulticia), Gran Bretaña se enfrenta ahora no a la pérdida de apoyo del gobierno de un relativamente insignificante país de Oriente Medio, sino a lo que para ella resulta primordial: la amenaza contra la arteria carótida del Imperio Británico: el oleoducto Mosul-Haifa.

La Historia ofrenda así a los británicos una gran oportunidad para la reflexión. En un momento en que los periódicos de Londres no han dejado de conspirar y urdir toda clase de perjurios en contra del Reich a causa de la rebelión que se desató en Yugoslavia el mes pasado por parte de una serie de desalmados que se empeñaron en romper la alianza militar al lado de los países libres del Eje y obstaculizar la perpetuación de la paz en los Balcanes, Gran Bretaña sufre ahora en sus propias carnes la verdadera cara de la rebelión. Un país extranjero ocupado por sus tropas, cuya misión principal no es otra que mantener bajo control británico la producción petrolífera para su maquinaria bélica, se alza en armas para liberar a su pueblo del yugo opresor. Una situación muy distinta a la de Yugoslavia, un país libre que decidió libremente adherirse al Pacto Tripartito y que por culpa de una minoría seducida por los cantos de sirena de Londres, decidió alinearse del lado de quien no puede ofrecerle sino guerra y sumisión. Por Europa y por los pueblos libres del mundo, Alemania vencerá.

Es lebe Deutschland!
Es lebe Irak!

3 comentarios:

  1. Los árabes fueron unos ilusos al creer en una rápida victoria de los alemanes sobre los ingleses. Creyeron que la llegada del EL Afrika Korp de Rommel estaría a la vuelta de la esquina.Pero es un punto interesante de como ellos veían a los nazis como libertadores del dominio británico. Hitler desaprovechó esa magnífica oportunidad de tener un gran aliado como Iraq.

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  2. En las "páginas" este diario veremos cómo Hitler se llegaría a emocionar bastante con esta rebelión y cómo haría llegar una misión militar a Irak, con algunas decenas de aviones, para apoyar la revuelta. El problema fue que la resistencia iraquí se desmoronó muy rápido ante la respuesta británica y la ayuda alemana no pudo ir a más. Hitler llegó a inmiscuir a Francia Vichy en la operación, obteniendo su permiso para utilizar aeródromos en territorio sirio. En verdad los nazis soñaban con que una serie de rebeliones en cadena de todo el mundo árabe provocaran una crisis en el seno del Imperio Colonial británico, pero por desgracia para ellos los británicos lograron sofocar la rebelión iraquí e impedir que Irak fuera la chispa que detonara otras bombas. Francia Vichy también pagó cara su ayuda al Fliegerführer Irak (la misión militar alemana en Irak), y algunas semanas después del final de la rebelión iraquí, el Imperio Británico invadió Siria y Líbano, causando la primera y última guerra abierta entre Francia y Gran Bretaña desde Napoleón. Estos acontecimientos resultan especialmente interesantes para entender el mundo de hoy. Como se puede ver, la guerra por el petróleo no es nada nuevo. No deja de ser cuando menos curioso que en esta ocasión fueran los nazis los que apoyaran el movimiento de libertad iraquí contra los británicos, que en 1941 ejercían el claro papel de potencia ocupante, imperialista y represora. Después de la Segunda Guerra Mundial, los vencedores se ocuparon de que todo cambiara para que todo siguiera igual. Es decir, el colonialismo terminó pero los antiguos colonizadores procuraron que quien gobernara en las antiguas colonias siguieran exportándoles su preciado oro negro. Y así seguimos estando hoy en día. ¡Viva la democracia capitalista!

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  3. Han pasado 70 años Iraq sigue jodido...ahora los contratistas de Blackwater han remplazado a los colonialistas ingleses. Si no fuera por el petróleo el tirano Saddan Hussein no hubiera gobernado ni Bush ni su banda de ganster no hubieran metido allí. Ellos abrieron las puertas del infierno contra el humilde, pacífico y amigable pueblo iraquí.

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