Una unidad motorizada del Afrika Korps rueda por el desierto de Libia.
Camaradas,
El Afrika Korps avanza en cuatro columnas. La que rueda a lo largo de la costa se compone del batallón de reconocimiento de la 5ª División Ligera y un batallón respectivamente de las divisiones de infantería motorizada italianas Bologna y Brescia, además de algo de artillería de la Brescia. Mientras tanto, elementos de la 5ª División Ligera y de la 132ª División Acorazada Ariete (desplegadas en dos columnas muy separadas entre sí) empujan hacia El Mechili en tres columnas. Rommel ha dispuesto que, una vez alcanzado el objetivo, dos de las columnas se dirijan a Tobruk mientras que a la cuarta, integrada por el 8º Batallón de Ametralladoras del Teniente Coronel Ponath, le ha asignado una misión especial: dirigirse hacia Derna y cortar la retirada británica por la Via Balbia.
El desierto se encuentra plagado de pequeñas unidades mixtas del Eje. Rommel vuela de una unidad a otra a bordo de su Fieseler Storch y les urge a continuar el avance hacia El Mechili y la victoria. En un determinado momento, Rommel ha avistado a una unidad detenida sobre la arena. El avión de reconocimiento del General la ha sobrevolado y Rommel ha dejado caer el siguiente mensaje sujeto con una piedra: “Si no reanuda la marcha de inmediato, bajaré.” En seguida, la unidad ha arrancado de nuevo.
Mientras tanto, el General Archibald Wavell, que ha llegado hoy a Tobruk, ha ordenado la retirada general en Libia. De ese modo, la guarnición británica de Bengasi recibe la autorización de retirarse de la plaza a través de El Regima. Los soldados de la 9ª División Australiana se han subido a bordo de todos los vehículos disponibles y han huido hacia Tobruk. Al llegar a sus oídos la noticia, el General Erwin Rommel ha ordenado a uno de sus destacamentos avanzar sobre la ciudad durante la noche, tomándola sin oposición. La 2ª División Blindada se retira hacia El Mechili, con el Afrika Korps pisándole los talones y sufriendo bajas constantes. Su General, Gamber-Parry, ha estimado que sus tanques son tan poco fiables que cada diez millas uno de ellos se avería irremisiblemente, ahorrándoles a nuestros panzer el trabajo de destruirlo.
Es lebe Erwin Rommel!
Die Panzer rollen in Afrika!
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