Unser Rommel - Nuestro Rommel.
Camaradas,
Como suele suceder en la guerra, la victoria suele venir acompañada de ocasiones perdidas. Así, tras el gran éxito cosechado en Benghazi el pasado 29 de enero, el
Panzeramee Afrika perdió la oportunidad de aplastar al grueso de las unidades británicas que permanecían en Cirenaica. En efecto, el Cuerpo Motorizado Italiano y el
Afrika Korps Alemán se mantuvieron retrasados en Agedabia y Mais, lo que concedió a los vapuleados británicos la oportunidad de retirarse a la relativa seguridad de la línea Gazala-Bir Hacheim.
Pero los combates en el desierto no concluyeron con la conquista de Benghazi. Durante estos últimos días, todas las pequeñas localidades costeras a lo largo de la
Via Balbia hasta Derna han sucumbido una tras otra al inexorable avance del Panzerarmee Afrika y los ingenieros británicos se han visto obligados a demoler los pasos en Derna apresuradamente.
Panzer y soldados del Afrika Korps avanzan sin que nadie pueda detenerlos.
El vacío dejado por los británicos en retirada lo han llenado a toda velocidad las unidades alemanas de reconocimiento, que se han desplegado en posiciones adelantadas para cubrir la nueva línea de frente. Teniendo en mente la seguridad de su flanco sur,
Rommel ha ordenado ocupar el Oasis Gialo. Al XXI Cuerpo Italiano se le ha encomendado tapar el hueco entre Agedabia y Bengazi. A pesar de la ausencia de ninguna línea defensiva natural al oeste de la línea Gazala-Bir Hacheim, Rommel tiene la confianza de que podrá estar a salvo de contraataques enemigos durante un periodo de seis a ocho semanas.
Amigos y enemigos cantan loas a Rommel.
Los nuevos éxitos de Rommel le han merecido al intrépido General las alabanzas del propio Mussolini, quien ha criticado a sus generales por no atreverse a dirigir las operaciones desde primera línea de frente tal y como lo hace el General Alemán.
Soberbia fotografía a color de Erwin Rommel con sus galones de Generaloberst.
El Führer, gratamente sorprendido, no dejó tampoco la oportunidad de felicitarle a Rommel con un ascenso. El 30 de enero, un día después de la toma de Benghazi, Rommel se convirtió en el más joven
Generaloberst (Coronel General) del Ejército Alemán de todos los tiempos. En Alemania, el prestigio de Rommel como genio militar es indiscutible. La sola mención de su nombre –tal y como sucediera en el discurso del Führer del 30 de enero- es suficiente para suscitar una “tormenta de aplausos” entre los alemanes.
“Hoy,” le ha escrito su mujer,
“han rendido un homenaje especial a tu nombre durante la retransmisión musical de la tarde – han tocado piezas de canciones y las iniciales de los compositores han conformado un nombre, el nombre de nuestro héroe popular el Generaloberst Rommel…”
Y no sólo los anunciantes alemanes están impresionados. Un comentador de radio estadounidense ha añadido combustible a la leyenda de Rommel al decir: “Rommel, el niño caprichoso entre los generales, ha vuelto a sacar un conejo de la chistera.”
Erwin Rommel (izquierda) acompañado por sus oficiales.
En Gran Bretaña, Churchill ha tenido que batallar ante los miembros de la Casa de los Comunes, horrorizados y terriblemente enfadados. Se les había dicho que el ejército de Rommel había sido prácticamente destruido y Churchill se había ufanado de que el
Octavo Ejército pronto conquistaría Trípoli. Y sin embargo, ha sido el ejército de Rommel el que ha avanzado casi 500 kilómetros y son las tropas británicas las que marchan hacia los campos de prisioneros de guerra.
Dado que confesar la cruda verdad era una opción nada apetecible para Churchill, el viejo y borracho Primer Ministro decidió decantarse por la vaguedad anclada en el mito.
“No pudo deciros cuál es la situación actual en el frente occidental de Cirenaica,” contestó Churchill a su audiencia.
“Tenemos ante nosotros a un oponente muy audaz y hábil y, si se me permite decirlo, a un gran general…” En verdad que no ha sido una declaración demasiado astuta por parte de Churchill. Rommel ya es un héroe ante los ojos de muchos soldados británicos, tanto oficiales como soldados. ¡Y para colmo, ahora, el Primer Ministro Británico le manda besos al hombre responsable de la humillación del Octavo Ejército y de
Auchinleck!
El causante de muchos de los desvelos de Churchill.
Llegado este punto, muchos en el seno del Octavo Ejército Británico se han habituado a decir “Rommel” cuando quieren decir “el enemigo”. En un vano intento de acallar la aureola de admiración hacia Rommel que ha cundido en su propio ejército, Auchinleck ha emitido una circular en la que ha advertido de que si la veneración por Rommel no se corrige, pronto le atribuirán poderes sobrenaturales.
“Por lo tanto les suplico,” escribe Auchinleck,
“que descarten tajantemente la idea de que Rommel no es otra cosa que un general alemán común, y de hecho un general bastante desagradable, como sabemos de la boca de sus propios oficiales.” La circular del Comandante en Jefe de Oriente Medio concluye con las siguientes palabras:
“No siento celos de Rommel. Firmado: Auchinleck.”
Las cifras del contraataque de Rommel.
El fulgurante avance de Rommel desde el 21 de enero hasta hoy. Diecisiete días le han bastado al genial suabo para hacer retroceder a los británicos centenares de kilómetros hasta la Línea Gazala.
Para el Octavo Ejército, los humillantes acontecimientos de enero de 1942 han sido un golpe terrible. Todos los suministros que había reunido después de millones de horas de trabajo-hombre al oeste de la línea Gazala han caído en manos de su enemigo, lo que ha puesto fin a cualquier esperanza que pudieran albergar los británicos de desatar una contraofensiva en febrero. Aparte de municiones y víveres, el Panzerarmee ha capturado también 1.600 vehículos de varios tipos.
Columna alemana avanza a través de Cirenaica. El Afrika Korps se equipa en gran medida con vehículos británicos capturados.
En total, el ataque del Panzerarmee le ha costado al Octavo Ejército unos 1.390 oficiales y soldados muertos, heridos y desaparecidos. La
1ª División Acorazada ha sufrido pérdidas especialmente altas, habiendo perdido todos salvo 40 de los 150 tanques con que contaba originalmente así como 85 piezas de artillería de todos los calibres. El 30 de enero, el General
Messervy informó que su división no podría enfrentarse a más de 25 Panzer si esperaba obtener algún éxito.
Soldados británicos muertos durante los combates de enero.
A pesar de que las pérdidas del Octavo Ejército han sido altas, el victorioso Panzerarmee Afrika tampoco se halla en su mejor momento. Desde el 18 de noviembre de 1941, el 32% de los 119.000 soldados alemanes e italianos que había en el Norte de África han causado baja. El elemento alemán del Panzerarmee es tan reducido – 12.500 hombres en tres divisiones que la situación se está acercando al ridículo. La contribución italiana al Panzerarmee asciende a 25.000 hombres, distribuidos entre no menos de siete divisiones. Rommel ha solicitado con urgencia refuerzos masivos, pero uno de sus principales problemas sigue estando en convencer a los italianos, quienes las están pasando canutas para hacer llegar los suministros a través de esta inmensa extensión de terreno que acaba de ser reconquistada… “Roma está apretando el freno. Siendo eso así, creo que voy a tener que volar bastante pronto a los cuarteles generales del Führer,” ha escrito Rommel en una de sus cartas. El último comunicado de Mussolini ha sido tajante. Resulta muy difícil enviar suministros en barco al Panzerarmee por el simple motivo de que los depósitos de combustible se encuentran casi agotados. Las fuerzas del Eje deben defender Tripolitania y esto dictará sus disposiciones. “A Roma,” ha escrito Rommel en otra carta, “no le gustaría nada más que volver a abandonar Cirenaica.”
Un suboficial italiano registra a prisioneros de guerra indios.
Auchinleck, mientras tanto, tiene ante sí la desagradable tarea de explicar a una audiencia poco amistosa porqué las armas del Imperio Británico han sido capaces de derrotar a Rommel y a su andrajoso ejército. El Comandante en Jefe de Oriente Medio ha echado la culpa al cañón antitanque de 2 libras y la poca fiabilidad del tanque
Cruiser británico. También ha criticado el liderazgo táctico de las unidades blindadas británicas y admitido que no son lo suficientemente buenas como para contrarrestar la ventaja cualitativa del enemigo. Auchinleck también ha informado de que hay signos de que
“en algunos casos el personal del Cuerpo Acorazado Real está perdiendo la confianza en su equipo.” A nadie le preocupan demasiado las excusas de Auchinleck, quien ya ha escrito una memoria que mañana enviará a Londres. En ella, ha preferido no hacer una estimación de cuándo podrá el Octavo Ejército volver a emprender la ofensiva, aunque sí que le ha dicho a Londres que tan sólo una superioridad numérica en tanques de tres a dos garantizará el éxito contra el ejército de Rommel.
Vörwarts mit unserem Rommel!
Die Panzer rollen in Afrika vor!