sábado, 13 de noviembre de 2010

El Führer y Molotov discuten el Nuevo Orden mundial - 13/11/1940.

Camaradas,

Durante la mañana de hoy, Göring ha recibido a Molotov. Mientras tanto, el Führer ha recibido al Kapitänleutnant Otto Kretschmer, as de U-boot, y le ha entregado en mano la condecoración de la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble que le concedió el pasado 4 de noviembre.

Kapitänleutant Otto Kretschmer, as de U-Boote, condecorado por el Führer.

Por la tarde, Molotov ha vuelto a ser recibido por el Führer. A la Prensa ha trascendido el siguiente comunicado escueto:

El Presidente del Consejo de los Comisarios Popular de la Unión Soviética y Comisario Popular de Asuntos Extranjeros, Herr Molotov, ha sido el invitado del Führer en un pequeño círculo de personas el miércoles 13 de noviembre por la tarde. Las discusiones políticas han continuado en presencia del Ministro del Reich de Asuntos Exteriores von Ribbentrop y del Vice-Comisario Popular de Asuntos Exteriores Dekanazov.

Sin embargo, una vez más nuestros lectores tienen a su disposición un detallado informe de lo hablado hoy:

Una imagen de la reunión de hoy con Molotov.

Finlandia.

El Führer ha hecho referencia al apunte que hizo ayer Molotov según el cual el acuerdo germano-ruso se había completado “con la excepción de un punto: Finlandia.”

Molotov ha explicado que este apunte hacía referencia no sólo al acuerdo en sí, sino también y en particular a los Protocolos Secretos.

El Führer ha contestado que, en el Protocolo Secreto, se designaron zonas de influencia y áreas de interés y se distribuyeron entre Alemania y Rusia. En lo que respecta a tomar posesión, Alemania se ha atenido a los acuerdos, cosa que no ha hecho Rusia. Alemania no ha ocupado ningún territorio dentro de la esfera de influencia rusa y había hecho concesiones más allá: a saber Lituania y Bucovina, dándose cuenta de que a veces la revisión del acuerdo puede resultar ventajosa para el otro socio.

Lo mismo se aplica a Finlandia. Alemania no tiene ningún interés político ahí. Eso lo sabe el Gobierno ruso. Durante la guerra ruso-finlandesa Alemania ha cumplido sus todas sus obligaciones y ejercido una neutralidad absoluta.

Molotov ha confirmado que, en efecto, el Gobierno ruso no critica lo más mínimo la actitud de Alemania durante ese conflicto.

El Führer termina afirmando que Alemania reconoce que Finlandia es de interés y que se encuentra dentro de su zona de influencia. Sin embargo, Alemania tiene un gran interés en las entregas de níquel y madera finlandesas y, por otro lado, no desea ningún nuevo conflicto en el Mar Báltico que entorpezca su libertad de movimientos en una de las pocas regiones mercantes que todavía controla.

Molotov con Hermann Göring, durante esta mañana.

Además, la tenaz defensa finlandesa durante la guerra con Rusia les ha hecho ganar las simpatías del mundo, en especial Escandinavia, y puesto a muchos en contra de Alemania por sus acuerdos con Rusia. Por ello, Alemania no desea una nueva Guerra Finlandesa a pesar de que respete las legítimas reclamaciones de Rusia. Durante la duración de la guerra, no obstante, sus intereses económicos en Finlandia son tan importantes como los que tiene en Rumanía y Alemania espera consideración al respecto por parte rusa.

Molotov ha respondido diciendo que la opinión de los líderes soviéticos y de Stalin en particular, es que resulta posible reforzar y activar las relaciones entre los dos países. Sin embargo, para que dichas relaciones tengan una base permanente, hay que clarificar ciertos asuntos secundarios como es el caso de Finlandia. Si Rusia y Alemania quieren llegar a entenderse, esto puede resolverse sin guerra, pero es imperativo que no hay ni tropas alemanas en Finlandia ni manifestaciones políticas en dicho país contra el Gobierno ruso-soviético.

El Führer ha respondido que no puede hacer nada con el segundo punto. Sin embargo, puede dar la seguridad de que si se alcanza un acuerdo general, no volverán a aparecer tropas alemanas en Finlandia nunca más.

Molotov ha respondido que por manifestaciones también entiende el envío de delegaciones finlandesas a Alemania o recepciones en Alemania de prominentes finlandeses. Más allá, la presencia de tropas alemanas ha llevado a una actitud ambigua por parte de Finlandia, con eslóganes del tipo “no es finlandés quien aprueba el último Tratado de Paz ruso-finlandés” y otros por el estilo.

El Führer ha respondido que Alemania ha ejercido siempre tan sólo una pequeña influencia de moderación y que ha aconsejado a Finlandia y también a Rumanía que acepten las demandas rusas.

Molotov replica que es su deber aclarar definitivamente la cuestión de Finlandia, para lo cual no hace falta nuevos acuerdos. El Pacto germano-ruso en vigor asigna Finlandia a la esfera de influencia rusa.

Molotov saluda a Rudolf Hess.

El Führer repite que Alemania no desea ninguna guerra en el Báltico y que necesita el níquel y la madera de Finlandia. Políticamente no está interesada y, al contrario, que Rusia, no ha ocupado territorio finlandés. El tránsito de tropas alemanas terminará durante los próximos días y no se enviarán más trenes de tropas. Para Alemania, es esencial saber si Rusia tiene intención de ir a la guerra contra Finlandia.

Molotov responde a esto con evasivas, afirmando que todo se arreglaría si el Gobierno finlandés abandonara su actitud ambigua hacia la Unión Soviética y si la agitación contra Rusia entre la población cesara.

El Führer insiste una y otra vez que no debe haber guerra con Finlandia. Si hubiera guerra, podría ser una excusa para la intervención inglesa o norteamericana, en cuyo caso Alemania se vería obligada a intervenir en contra de su voluntad. Una guerra con Finlandia tendría repercusiones de largo alcance que Alemania desea evitar. Además, se teme que una guerra con Finlandia pudiera causar un desgaste en las relaciones germano-rusas y le pide que por favor muestren ellos ahora la misma comprensión que mostró él en la cuestión de Polonia, cuando Alemania se vio claramente perjudicada por las ambiciones soviéticas sobre Polonia.

Molotov no entiende porqué el Führer puede temer el estallido de una guerra en el Báltico cuando su situación es mucho mejor ahora que la de hace un año. Alemania ha ocupado Noruega, Holanda y Bélgica, derrotado por completo a Francia e incluso está segura de la derrota de Inglaterra. Por todo ello, Molotov no ve bajo estas circunstancias de dónde puede venir el peligro de una guerra en el Báltico. Lo único que tiene que hacer Alemania es tomar la misma posición que tomó el año pasado. Si hiciera eso sin condiciones, entonces no habría complicaciones en la cuestión finlandesa. Sin embargo, si mantiene sus reservas, entonces surgiría una nueva situación que tendrá que ser discutida.

El Führer afirma tener algún conocimiento en materia militar y considera muy posible que los Estados Unidos se establecieran en Escandinavia en el caso de que Suecia acabara decantándose por Finlandia en una posible guerra. El Führer desea terminar la Guerra Europea y no puede sino repetir que la incierta actitud de Suecia hacia una nueva guerra en el Báltico podría suponer un desgaste en las relaciones germano-rusas de consecuencias imprevisibles. ¿Declararía la guerra Rusia contra los Estados Unidos en el caso de que éste interviniera a favor de Finlandia?

Molotov responde que esta cuestión no es de interés en la actualidad, a lo que el Führer responde que sería demasiado tarde para una decisión cuando lo sea. Molotov rectifica entonces y declara que no ve ningún signo de que vaya a estallar una guerra en el Báltico. El Führer responde que en tal caso todo estará en orden de cualquier modo y toda la discusión ha sido de una naturaleza puramente teórica.

El vasto Imperio Británico: un estado en bancarrota.

División del Imperio Británico.

Después de la conquista de Ingllaterra el Imperio Británico será un gigantesco estado de extensión mundial en bancarrota de cuarenta millones de kilómetros cuadrados de extensión. En este estado en bancarrota habría acceso para Rusia a un océano abierto libre de hielo. Hasta ahora, una minoría de 40 millones de ingleses ha dominado a 600 millones de habitantes en el Imperio Británico. El Führer está a punto de aplastar a esta minoría. Hasta los Estados Unidos no está haciendo otra cosa que picotear en este estado en bancarrota algunos pocos elementos que le resultan especialmente interesantes. Alemania, por supuesto, querría evitar cualquier conflicto que la desviera de la lucha contra el corazón del Imperio: las Islas Británicas. Por esa razón, al Führer no le gusta la guerra de Italia contra Grecia puesto que desvía fuerzas a la periferia en lugar de concentrarlas contra Inglaterra en un punto. Lo mismo sucedería en el caso de una guerra en el Báltico. El conflicto con Inglaterra será una lucha hasta la última trinchera, y el Führer no tiene ninguna duda de que la derrota de las Islas Británicas llevará a la disolución del Imperio. Es una quimera que el Imperio pueda ser dirigido y mantenido unido desde Canadá. Bajo esas circunstancias surgen perspectivas de alcance mundial. Durante las próximas semanas tendrán que entablarse negociaciones diplomáticas con Rusia. Todos los países que puedan estar interesados en el estado en bancarrota deben detener todas las controversias que pueda haber entre ellos y preocuparse exclusivamente en la división del Imperio Británico. Esto es aplica a Alemania, Francia, Italia, Rusia y Japón.

Molotov replica que ha seguido la exposición del Führer con interés y que está de acuerdo con todo. Sin embargo, no puede hacer tantos comentarios como el Führer porque no ha pensado en estos temas tanto como él. Lo primero que hay que hacer es decidir acerca de la colaboración germano-rusa, en la que Italia y Japón serían incluidas después.

El Führer afirma que desea crear una coalición mundial de potencias interesadas que estaría constituida por España, Francia, Italia, Alemania, Rusia y Japón y que hasta cierto punto representaría una coalición que se extendería desde África hasta Extremo Oriente formada por todos aquellos que deseen satisfacerse del estado en bancarrota británico. Todas las controversias entre sus miembros deben ser neutralizadas y para este propósito hay que plantear una serie de cuestiones. Después de que se alcance un acuerdo en el Oeste entre Francia, Italia, España y Alemania, hay que alcanzarlo en el Este. Y no sólo entre Rusia y Turquía, sino en toda la Esfera de la Gran Asia Oriental. Es una cuestión de determinar a grandes rasgos los límites de futura actividad de los pueblos y de asignar a naciones grandes áreas donde puedan encontrar un amplio campo de actividad durante cincuenta o cien años.

Turquía y Bulgaria.

Molotov responde que el Führer ha planteado una serie de cuestiones que ocupan no sólo a Europa. Primero desea discutir un problema cercano a Europa, el de Turquía. Como una potencia del Mar Negro, la Unión Soviética tiene relación con varios países. La Unión Soviética ya ha expresado a Rumanía su insatisfacción por que ésta haya aceptado la garantía de Alemania e Italia sin consultarlo con Rusia. El Gobierno soviético es de la opinión de que dicha garantía está dirigida contra los intereses de la Unión Soviética.
En conexión con esto, Molotov le pregunta al Führer qué diría Alemania si Rusia diera a Bulgaria una garantía bajo las mismas condiciones que Alemania e Italia han dado a Rumanía. Rusia, sin embargo, ha intentado llegar a un acuerdo de antemano con Alemania en este asunto y, si resulta posible, también con Italia.

El Führer ha respondido que dicha garantía ha sido la única posibilidad para inducir a Rumanía a ceder Bessarabia a Rusia sin una guerra. Además, debido a sus pozos petrolíferos, Rumanía es de absoluto interés alemán e italiano. Por último, el propio Gobierno rumano ha pedido a Alemania que asuma la protección aérea y terrestre de la región petrolífera, dado que no se siente completamente segura de los ataques de los ingleses. En referencia a la amenaza de invasión de Salónica por parte de los ingleses, el Führer repite que Alemania no tolerará un desembarco semejante, pero asegura que al final de la guerra todos los soldados alemanes se retirarán de Rumanía.

Molotov y von Ribbentrop (a la derecha).

En respuesta a la pregunta de Molotov sobre la opinión de Alemania acerca de una garantía rusa sobre Bulgaria, el Führer replica que si la garantía se diese en las mismas condiciones que la garantía germano-italiana a Rumanía, la cuestión dependería de si la propia Bulgaria hubiera solicitado dicha garantía, algo de lo que, en la actualidad, el Führer no tiene conocimiento.

Molotov afirma que Rusia quiere estar segura ante un posible ataque desde los Estrechos y querría tratar esta cuestión con Turquía. Una garantía a Bulgaria aliviaría la situación. Como Potencia del Mar Negro tiene derecho a ello y cree que será capaz de entenderse con Turquía.

El Führer responde que esto está de acuerdo grosso modo con el punto de vista de Alemania, según el cual sólo los buques de guerra rusos pueden pasar con libertad a través de los Dardanelos, permaneciendo los Estrechos cerradas a todos los demás buques de guerra.

Molotov insiste en la cuestión de la garantía rusa a Bulgaria y pregunta cuál sería la posición de Alemania al respecto. El Führer vuelve a preguntar si acaso han pedido los búlgaros dicha garantía y que de todos modos, tiene que consultarlo con el Duce dado que Alemania sólo tiene un interés secundario. Alemania es una potencia del Danubio, no de su desembocadura en el Mar Negro y si deseara que hubiera fricciones con Rusia, no las buscaría en el Estrecho de los Dardanelos.

La charla ha vuelto a oscilar entonces de nuevo en torno a los grandes planes de colaboración entre las potencias interesadas en el estado en bancarrota del Imperio Británico. El Führer afirma que si no fuera posible llegar a un acuerdo, se perdería una oportunidad histórica.

Llegado este punto, el Führer hace notar lo tarde que se ha hecho y propone interrumpir la conferencia dado que los temas principales ya han sido discutidos suficientemente y debido a que los británicos suelen aprovechar la llegada de la noche para efectuar sus bombardeos.

Es lebe Nationasozialismus!

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