Camaradas,
El Führer ha asistido hoy a una representación de la ópera Götterdämmerung (El Ocaso de los Dioses) de Richard Wagner en el Festival de Bayreuth.
El Führer, vestido de gala, camino del Teatro de Ópera de Bayreuth. "Quien quiera comprender a la Alemania Nacionalsocialista debe de conocer a Wagner." Adolf Hitler.
Si el vínculo del Führer con la música de Wagner es intenso, no lo es menos su vínculo con Bayreuth y con la que viene siendo su directora desde 1930, Winifred Wagner. El Führer ha asistido a todos los festivales de Bayreuth desde 1933, y permaneciendo una media de diez días en cada uno de ellos. Este año, por desgracia, debido a las exigencias de la guerra que Inglaterra no quiere terminar, sólo va a permanecer en Bayreuth el día de hoy.
La amistad del Führer y Winifried se remonta a 1923. Cuando el Führer fue encarcelado por su papel en el Putsch de Munich, Winifried le envió paquetes de comida y material de escritura que el Führer empleó para escribir su autobiografía Mein Kampf. A finales de los años trinta, Winifried sirvió de traductora personal del Führer durante las negociaciones de tratados de paz con Inglaterra.
"Tío Hitler" con la familia Wagner. Wolfgang Wagner (segundo por la izquierda) con su hermano Wieland (derecha), su madre Winifred y Adolf Hitler. Bayreuth, 1937.
Como el propio Führer ha confesado en más de una ocasión, en Bayreuth ha vivido algunos de los momentos más bellos de su vida. En la residencia de los Wagner, donde ha sido recibido como huésped año tras año, ha podido disfrutar de auténtica vida familiar, tratando a Wieland y a Wolfgang como a sus propios hijos. "Tío Adolf", le llaman. El Führer tiene intención de librarlos a ambos del servicio militar. Alemania no se podría permitir que la herencia de Richard Wagner se perdiera en los campos de batalla.
August Kubizek, amigo de adolescencia del Führer. Compartían su pasión por Wagner y vivieron en el mismo piso de estudiantes en Viena. Fue el Führer quien, a los 18 años de edad, convenció al padre de Kubizek para que dejara a su hijo ir a la ciudad y estudiar en el conservatorio, lo que cambió la vida de Kubizek a mejor y le permitió cumplir su sueño de hacerse director de orquesta.
Durante su corta estancia en Bayreuth ha tenido ocasión el Führer de reunirse con otro gran amigo, August Kubizek, al que ha confiado las siguientes palabras:
Esta guerra me está privando de mis mejores años. Tú sabes lo mucho que todavía tengo que hacer, lo que todavía quiero construir… Tú sabes mejor que nadie todos esos planes que me mantuvieron ocupado desde mi juventud. Sólo he podido llevar a cabo una pequeña fracción de ello. Aún tengo una infinidad de cosas que hacer. ¿Quién las haría si no?
Triste destino el del Führer, un idealista amante del arte que anhelaba crear un gran estado social alemán y al que las plutocracias demócratas, envidiosas y temerosas de que alguien les demostrara que las cosas sí que pueden funcionar de otro modo, le han impuesto una guerra de aniquilación.
Es lebe Adolf Hitler!
amo la música de Wagner es sublime comparado con Justin Bieber y el reggaeton que son bazofias frente al genio alemán que supo usar su gran talento para dejar bien parado a su patria.
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