Camaradas,
El Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, recientemente reelegido, ha pronunciado hoy un lamentable discurso que ha sido retransmitido en onda corta y onda larga a todo el mundo y traducido al francés, alemán, italiano y español. En él, Roosevelt ha declarado lo siguiente:
… el 27 de septiembre de 1940, mediante un acuerdo firmado en Berlín, tres naciones poderosas, dos en Europa y una en Asia, se unieron en la amenaza de que si los Estados Unidos interfirieran o bloqueasen el programa de expansión de esas tres naciones –un programa que pretende conseguir la dominación mundial- actuarían juntas hasta las últimas consecuencias contra los Estados Unidos.
Los líderes nazis de Alemania han dejado claro que pretenden no sólo dominar toda forma de vida y pensamiento dentro de su propio país, sino también esclavizar a toda Europa y entonces hacer uso de sus recursos para dominar el resto del mundo.
Roosevelt en un momento del discurso.
A la vista de la naturaleza de esta innegable amenaza, se puede asegurar, con propiedad y categóricamente, que los Estados Unidos no tienen el derecho o motivo alguno para animar las conversaciones de paz hasta que llegue el día en que exista una clara intención por parte de las naciones agresoras de abandonar todo pensamiento de dominio o conquista del mundo.
¿Alguien cree realmente que necesitamos temer un ataque mientras permanezca en el Atlántico como nuestro más poderoso vecino naval una Gran Bretaña libre? ¿Alguien cree realmente, por otro lado, que podríamos descansar en paz si las potencias del Eje fueran nuestro vecino ahí? Si Gran Bretaña cae, las potencias del Eje controlarán los continentes de Europa, Asia, África, Australia y los océanos. Y entonces se encontrarán en situación de convocar enormes recursos militares y navales contra este hemisferio.
No le falta razón a Franklin. La Eurasia del Eje podría convocar a las armas a 200 millones de soldados frente a los 30 millones del continente americano.
La historia de los años recientes demuestra que los disparos y las cadenas y los campos de concentración no son simplemente herramientas transitorias, sino los mismos altares de las dictaduras modernas. Puede que hablan de un “nuevo orden” en el mundo, pero lo que tienen en mente no es sino el resurgir de las más viejas y peores tiranías.
El pueblo británico está llevando a cabo una guerra activa contra esta alianza demoníaca. La seguridad de nuestro propio futuro depende en gran manera del resultado de esa lucha. Nuestra habilidad para “mantenernos fuera de la guerra” va a ser afectada por ese resultado. Pensando en términos de hoy y mañana, afirmo al pueblo americano que hay muchas menos posibilidades de que los Estados Unidos entren en la guerra si hacemos todo lo que podemos hacer ahora para apoyar a las naciones que se defienden contra los ataques del Eje que si consentimos su derrota, nos sometemos dócilmente a una victoria del Eje y esperamos nuestro turno para ser el objeto de un ataque en otra guerra más adelante.
No habrá ningún “cuello de botella” en nuestra determinación por ayudar a Gran Bretaña. Ningún dictador, ninguna combinación de dictadores debilitará esa determinación mediante amenazas que pretendan dirigir cómo deben los Estados Unidos llevar a cabo esa determinación.
No habrá ningún “cuello de botella” en nuestra determinación por ayudar a Gran Bretaña. Ningún dictador, ninguna combinación de dictadores debilitará esa determinación mediante amenazas que pretendan dirigir cómo deben los Estados Unidos llevar a cabo esa determinación.
Como primer paso, el Presidente Roosevelt ha ratificado un borrador para los presupuestos del año fiscal 1942 que se elevará a los 17 billones de dólares, de los cuales 10 irán destinados al programa de armamento. ¡U-Boote, afilad vuestros lanzatorpedos! ¡Habrá que enviar toda esa chatarra yanqui al fondo del mar!
Ein Reich, ein Volk, ein Führer!
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