Camaradas,
Ha llegado el momento de hacer las pertinentes recapitulaciones. Después de los cambios de táctica que ha llevado a cabo en los últimos días, podemos hablar definitivamente de que la Batalla de Inglaterra ha entrado en una nueva fase que, si el sentido común no nos engaña, será la última.
La fase de la Batalla de Inglaterra que ha concluido hoy: ataques masivos contra las ciudades británicas y sus centros industriales.
El mes de septiembre comenzó con un cambio de objetivos: con el pretexto de que no se estaban destruyendo suficientes cazas de la RAF, la Luftwaffe dejó de martillear los aeródromos y radares británicos y comenzó a atacar las ciudades británicas y su industria. Con esta estrategia, el Reich pretendía dislocar la moral británica y destruir las fábricas aeronáuticas que surtían a la RAF. También esperaba que los cazas de la RAF acudieran en masa a la defensa de sus ciudades, facilitando a la Luftwaffe la tarea de derribarlos en número suficiente para establecer la supremacía aérea.
Distribución de los Grupos de Caza de la RAF.
Este cambio de planes ha demostrado ser un error por varias razones. En primer lugar, ha dado al Grupo 11 de Caza de la RAF, tan castigado durante las incursiones contra sus aeródromos durante el mes de agosto y principios de septiembre, la oportunidad de reparar sus aeródromos y radares, con lo que las defensas británicas han vuelto a estar a pleno rendimiento. En segundo lugar, el caza principal alemán, el Bf 109, sólo puede llevar suficiente combustible para operar sobre Gran Bretaña durante 20 minutos, lo que sitúa a Londres en el límite de su alcance y les impide proporcionar escolta a nuestros bombarderos a durante todo el ataque a nada que los cazas de la RAF se inmiscuyan. Y en tercer y último lugar, los ataques alemanes contra Londres han situado a nuestros aparatos dentro del alcance del Grupo 12 de Caza de la RAF, permitiendo a los británicos combatirnos con unidades adicionales.
Fotografía de Londres en manos del servicio de reconocimiento aéreo de la Luftwaffe. La fotografía la obtuvo un vuelo comercial de Lufthansa antes de la guerra. ¡Recordadlo si alguna vez voláis con Luftwaffe... digo... con Lufthansa!
Sabiendo que el nuevo objetivo era Londres y los centros industriales, los controladores británicos disponían de tiempo suficiente para reunir grandes números de cazas con los que atacar a las formaciones alemanas y dislocarlas antes de que pudieran efectuar los bombardeos. La aparición de estas grandes formaciones de Hurricanes y Spitfires han supuesto un gran impacto psicológico a los pilotos de la Luftwaffe, a quienes sus oficiales no habían dejado de repetir que la RAF había sido virtualmente barrida de los cielos.
Diagrama propagandístico que intenta explicar la respuesta de la RAF a los ataques nocturnos de la Luftwaffe, tan sólo aplicable, a lo sumo, a los ataques diurnos.
Para la población de las ciudades británicas, el Blitz había comenzado. A los ataques diurnos les seguían los ataques nocturnos, por lo que los civiles no han tenido descanso. Todo el mundo se encontraba en la línea de frente y la RAF, carente de Cuerpo de Caza Nocturno, poco podía hacer contra los ataques de noche salvo verlas venir.
Consecuencias del Blitz.
Sin embargo, a medida que el largo y caluroso verano se ido adentrando en el mes de octubre, las tácticas de la Luftwaffe en la Batalla de Inglaterra se han ido modificando de acuerdo con las circunstancias.
En primer lugar, y a medida que las pérdidas diurnas de bombarderos han ido aumentando alarmantemente, la fuerza de bombarderos de la Luftwaffe ha comenzado a operar sólo de noche, causando enormes daños en las ciudades británicas. Sus servicios de emergencias no dan abasto.
Un caza Bf 109 es cargado con una bomba de 250 kg.
Durante el día, los cazas alemanes, mayoritariamente Messerschmitts Bf 109 pero en ocasiones también Bf 110s, también han comenzado a volar sobre Inglaterra transportando bombas en ataques de caza-bombardeo a pequeña y gran escala. Para los defensores de la RAF, agotados después de los ataques nocturnos, estos ataques suponen un sobreesfuerzo a veces inhumano. Los caza-bombardeos alemanes vuelan, como se ha descrito estos últimos días, rápido y muy alto, y su intercepción resulta harto dificultosa. El aviso del sistema de radares llega demasiado tarde y no permite que un Spitfire alcance esa altura desde el suelo, por lo que la RAF se ve obligada a mantener patrullas regulares volando entre los 15.000 y 20.000 pies. Esto supone un empleo costoso e ineficiente de los aviones y de los pilotos británicos
El Feldmarschall Kesselring y otros oficiales de la Luftwaffe analizan la situación con rostro severo.
Todo parece indicar, no obstante, que la Luftwaffe ha dejado pasar su oportunidad. Salvo que la moral civil británica termine por desplomarse como resultado de los ataques de terror, todo parece indicar que la Operación Seelöwe no va a poder efectuarse este año. Con el mes de octubre y el otoño suele llegar el mal tiempo sobre Inglaterra, lo que imposibilitará las incursiones aéreas y en definitiva supondrá el final forzoso de la Batalla de Inglaterra. Al menos hasta el año que viene.
Gott straffe England!
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