Camaradas,
La Royal Navy considera imperativo, para reforzar su moral y por cuestiones estratégicas, derrotar a los alemanes en Narvik, y para ello han sido destacados el Vicealmirante William Whitworth al mando de una fuerza formada por el acorazado HMS Warspite y nueve destructores acompañados del portaaviones HMS Furious. Estas fuerzas navales se han adentrado hoy en el Ofotjord en Narvik, donde los ocho destructores alemanes al mando del Fregattenkapitän Erich Bey se hayan emboscados, cortos de combustible y municiones.
El escenario de las dos batallas navales de Narvik y sus víctimas.
Durante los preliminares de la batalla, un Swordfish lanzado desde el Warspite ha hundido al submarino U-64, anclado en un fiordo cercano. La mayoría de la tripulación ha sobrevivido y ha sido rescatada por tropas de montaña alemanas.
El HMS Warspite cañonea a las baterías costeras e instalaciones de Narvik.
En la batalla que ha seguido, tres de los destructores alemanes han resultado hundidos por el Warspite y sus escoltas y otros cinco han sido hundidos por sus propias tripulaciones cuando se han quedado sin combustible y municiones. Nuestros destructores han combatido con bravura contra un enemigo muy superior que no ha dado –tampoco se le ha pedido- cuartel.
El destructor alemán Hermann Künne en llamas.
El destructor Bernd von Arnim, destruido por su tripulación.
Los graves daños infringidos en la popa del destructor británico HMS Eskimo.
Unos 2.600 supervivientes de las tripulaciones alemanas han sido organizados en una unidad de infantería de marina improvisada, la Gebirsmarine, que se dispone a combatir al lado del 139 Gebirgsjägerregiment. A pesar de no haber recibido entrenamiento para el combate en terrenos montañosos, los marineros han rescatado dos piezas de artillería de 10.5 cm y 11 cañones antiaéreos de los buques hundidos durante las batallas navales a los que darán buen uso si los ingleses se atreven a intentar desalojarlos.
Es lebe Deutschland!
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