Camaradas,
Los Aliados intentan recuperar el tiempo perdido ante lo evidente de su fracaso y mientras la Wehrmacht da pasos firmes Inglaterra lanza ataques a la desesperada.
Así, hoy la RAF ha lanzado hasta cuatro escuadrones en ataques distintos contra el tráfico marítimo en el estrecho del Kattegat que se han saldado en sonoros fracasos.
Más doloroso ha resultado el ataque del submarino HMS Spearfish, que ha logrado averiar al crucero pesado Lutzow con un torpedo mientras realizaba su viaje de vuelta desde Oslo.
Daños sufridos en la popa por el crucero pesado Lützow, a su regreso en Kiel.
La escasa previsión de nuestros enemigos les ha llevado al fatal error -o precavido temor, según se mire- de tener destinados todos sus portaaviones salvo uno, el HMS Furious, en el teatro de operaciones del Mediterráneo.
Por eso, a pesar de que Inglaterra haya destacado importantes elementos de la Royal Navy para las operaciones en Noruega, tan sólo un portaaviones está proporcionando cobertura aérea en un cielo dominado por la Luftwaffe. Por desgracia para ellos, en el momento de su despliegue el HMS Furious no tenía embarcada a bordo su dotación completa de aviones y los ingleses tan sólo pueden contar con dos escuadrones de Swordfish, con un total de 18 aparatos.
El HMS Furious, navegando.
El HMS Furious se reunió ayer con el resto de fuerzas de la Royal Navy reunidas frente a Trondheim. Sus 18 aviones han realizado hoy el primer ataque aéreo de torpedos de la guerra. Su objetivo: el crucero pesado Hipper que creen anclado en Trondheim.
El despegue ha comenzado a las 4 de la mañana. A las 5:15 los escuadrones ingleses han avistado el Fiordo de Trondheim y a las 5:19 han iniciado el picado contra su objetivo esperando sorprender a su enemigo. Sin embargo, al salir de las nubes a 3.000 pies, se han dado cuenta de que el Hipper no se encuentra ha en Trondheim. Abandonó el puerto ayer por la tarde. Desesperados, uno de los escuadrones ingleses con nueve aviones han volado hacia el Fiordo Skjoren, donde han avistado un destructor anclado y decidido a atacarlo. Todos los aviones han lanzado sus torpedos con buena puntería pero, para su horror, a 500 yardas del objetivo las estelas de los torpedos se han terminado. ¡Los ingleses desconocían que su objetivo se encuentra protegido por bancos de arena!
Escuadrón de Fairey Swordfish armados con torpedos.
El segundo escuadrón ha avistado un destructor navegando dentro del Fiordo de Trondheim hacia el puerto y han lanzado todos sus torpedos contra él. Dos de los torpedos han explotado prematuramente y los otros seis han sido esquivados.
Los descorazonados ingleses han vuelto a su portaaviones a las 6:30. Más tarde, un segundo ataque aéreo –esta vez con bombas- contra el destructor anclado en el Fiordo de Skjoren ha resultado un nuevo fracaso, con todas las bombas cayendo muy lejos de su objetivo.
Es lebe Kriegsmarine!
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