Camaradas,
El Gobierno francés ha interceptado un telegrama que el Embajador soviético en París Yakov Zakharovich Suritz dirigió ayer a Moscú con motivo de la paz soviético-finlandesa en los siguientes términos:
“Gracias a la sabiduría del Gobierno soviético y a nuestro bravo Ejército Rojo, los planes de los señores de la guerra anglo-franceses, que intentaban llevar las llamas de la guerra al noreste de Europa, han fracasado de nuevo.”
El Embajador soviético en París, Yakov Suritz.
Esta comunicación, firmada por Suritz y dirigida a Stalin, no ha sentado nada bien en Francia, que lo considera una ingerencia inapropiada en su vida política interior al tiempo que interpreta como incorrectas algunas de las impresiones empleadas. El enfado ha llegado hasta el punto que hoy, Molotov ha recibido de Francia una reclamación en la que se hace constar que el Embajador Yakov Suritz es considerado una persona “non grata” y que se desea que sea relevado por su Gobierno.
En su respuesta, la Unión Soviética ha declarado que no considera el telegrama de Suritz ofensivo para el Gobierno francés, al cual ni siquiera se nombre. No obstante, en tanto que el Gobierno francés formalice su reclamación para que sea retirado del puesto de Embajador, Moscú considera a Suritz relevado de sus funciones.
La opinión francesa en torno a la cuestión soviética ha quedado perfectamente ilustrada en un artículo publicado hoy en Le Temps: "La situación es de perfecta sencillez. Estamos en guerra corn Alemania, de la que Rusia es una aliada de facto. Los amigos de nuestros enemigos son nuestros enemigos. Aclarar nuestra situación con respecto a los soviéticos es resolver al mismo tiempo de manera definitiva las cuestiones de orden público en Francia, poniendo término a las maniobras de que se aprovechan los que aparecen como apóstoles de la traición y obreros al servicio del espionaje."
El juicio de 27 ex-diputados comunistas que está teniendo lugar en Francia este mes de marzo. Han sido acusados de haber reconstituido una organización ilegal después de la disolución del Partido Comunista Francés.
El 1 de octubre de 1939, después de que la Internacional Comunista declarara la guerra “imperialista”, el recién disuelto Partido Comunista Francés firmó una carta apoyando la paz e invitando al Gobierno francés a aceptar las propuestas de paz del Führer. El 4 de octubre Maurice Thorez, líder del Partido Comunista Francés, desertó del Ejército y escapó a Moscú. Fue juzgado in absentia y condenado a muerte por deserción. Pero no quedó todo ahí. Unos pocos meses después, en enero, todos los diputados comunistas salvo una docena fueron expulsados del Parlamento, declarados proscritos, confiscados sus bienes, juzgados y condenados por no haber apoyado la guerra contra el Reich.
El terror de los Aliados: un bloque nazi-soviético invencible.
¿Será esto el germen de un conflicto entre anglo-franceses y soviéticos? En verdad que nada complacería más al Reich, pero lo cierto es que no vemos a los occidentales con los redaños suficientes como para enfrentarse al mismo tiempo a los colosos alemán y soviético. Su verdadero sueño es que sean las naciones de Hitler y Stalin las que se golpeen entre ellas y les ahorren el trabajo a los muy cobardes.
Es lebe der Deutsch-sowjetische Nichtangriffspakt!
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