Los servicios postales norteamericanos han revelado hoy que las incautaciones británicas de correos con destino a Alemania han interrumpido seriamente el servicio postal con el Reich.
Carta enviada desde Estados Unidos con destino Inglaterra sometida a censura.
El director John E. Lamiell ha dado detalles de dichas incautaciones de paquetes postales con destino a Alemania, indicando su creencia de que probablemente ni siquiera las vigorosas protestas por parte del Departamento de Estado cambiarían la política británica, dado que durante la Gran Guerra tampoco sirvieron de nada.
Dado que las cartas que los norteamericanos envían desde Estados Unidos a norteamericanos residentes en Alemania se ven sometidas al férreo filtro de la censura aliada y sufren retrasos de varios meses o no llegan en absoluto, y dado que notas de protesta como la emitida por el Secretario de Estado Cordell Hull a Inglaterra no han obtenido el menor fruto, desde Alemania nos gustaría proponer a los Estados Unidos la única protesta efectiva que los británicos entenderán: la contramedida.
“Mientras que los Estados Unidos no tome represalias contra Inglaterra, los Estados Unidos estarán prácticamente sometidos a las medidas de fuerza británicas.”
Una de las soluciones que proponemos a los estadounidenses para solventar este problema consiste en que el Jefe de Servicios Postales General James A. Farley devuelva a Inglaterra y Francia un número de sacos de correo igual al confiscado o retenido por ingleses y franceses. Tal medida motivaría a buen una revisión de la política postal aliada.
Si esto no funcionase, lo que sugeriríamos a los Estados Unidos sería ir un poco más allá y arrojar con gran ceremonia un par de sacos de correo aliado al río Hudson según lleguen a Nueva York.
Es lebe Nationalsozialismus!
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