La Luftwaffe regala a Londres otra noche de pesadilla.
Camaradas,
Un ataque aéreo masivo a cargo de 479 bombarderos de la Luftwaffe ha dejado en Londres 750 muertos y más de 1.000 heridos graves. Los 122.292 artefactos incendiarios que han caído sobre la capital inglesa le han recordado a los británicos el amargo sabor de la derrota.
Winston Churchill, aterrorizado por el caos que los submarinos, los buques de superficie y los aviones alemanes están causando en las rutas marítimas del Atlántico Norte y desesperado por su incapacidad a la hora de atajarlo, ha propuesto solicitar al Presidente Roosevelt que los Estados Unidos colaboren en la localización de buques y sumergibles alemanes. Aunque Churchill se ha abstenido de pedirle que los Estados Unidos directamente escolten los convoys de suministros que vayan destinados a Gran Bretaña, sí que ha dicho que “sería de gran ayuda si algunos barcos de guerra y aviones norteamericanos pudieran patrullar el área central del Atlántico Norte, dado que tienen perfecto derecho a hacerlo sin ningún perjuicio a su neutralidad.”
Al otro lado del Atlántico, en Ottawa, el asistente del Secretario de Estado norteamericano Adolf Berle y William Mackenzie King, Primer Ministro de Canadá, han firmado un acuerdo mediante el cual los Grandes Lagos se convertirán en el mayor astillero del mundo, siendo los buques construidos en el lado canandiense con energía y financiación procedente del lado estadounidense.
Construcción "en cadena" de Liberty Ships.
“Todavía se desconoce hasta qué punto será necesario expandir el programa de construcción de barcos debido a la intensificación de los ataques submarinos y aéreos contra convoys”, ha dicho Roosevelt, que sin embargo ha estimado que el número de barcos necesarios será “varias veces” los disponibles en la actualidad. Roosevelt puede estar tranquilo, porque el Reich hará todo lo posible por que así sea.
Nichts für uns, alles für Deutschland!
No hay comentarios:
Publicar un comentario