Camaradas,
No es lo mismo leerlo que oírlo, ni es igual oírlo que verlo en toda la magnificencia del enorme Palacio de Deportes de Berlín donde seis mil almas han oído el tradicional discurso del Führer del 30 enero, día del
Machtergreifung, con el entusiasmo de su presencia. Hay que vivir estas cosas gota a gota. Con el fondo de las banderas y la forma viva del olor de la multitud. Como ha dicho Goebbels en sus brevísimas palabras, no sólo su pueblo le va a oir, sino el mundo entero.
Tras la breve alocución de Joseph Goebbels, a las siete y tres minutos el Führer ha empezado a hablar. Ha dicho que los ingleses, la nación que ha estado involucrada en más guerras, sostienen que sus fines de guerra son la creación de una Europa nueva, llena de justicia, en la que serán superfluos los armamentos y en la que se fomentará la economía y la cultura. El Führer no cree en el advenimiento de esa edad de oro, que las mismas gentes ya prometieron otra vez en 1918. Pero, en realidad, sin tener en cuenta el derecho de los pueblos a disponer de su suerte, se descuartizó a Europa, se desmembraron los grandes Estados, se aplastó a los pueblos y se destrozó el derecho de las naciones después de haberlas dejado indefensas. Ya no se habló de desarme sino que, al contrario, continuó el rearme. Alemania pasó por años de desesperación.
Movilización de fuerzas
En aquel período fue cuando nació el movimiento nacionalsocialista, que dirigió sus esperanzas no al horizonte vacío, sino hacia la única asistencia verdadera que existe en este mundo: hacia la asistencia de nuestra propia fuerza. Pero, a pesar de que no se trataba más que de un movimiento puramente germano, nos atrajimos inmediatamente el odio de los demás. Y, como sabíamos lo que nos esperaba, emprendimos en seguida, con el resurgimiento interior, la movilización de la fuerza de Alemania. Ya sabéis lo que ocurrió después. En 1935 implanté el. servicio militar obligatorio; en 1936 ordené la ocupación de Renania; en 1937 comenzó el plan de los cuatro años; en 1938 fueron liberados Austria y el país de. los Sudetes y en 1939 empezamos a proteger al Reich contra los que se habían quitado la careta entre tanto.
El egoísmo de Inglaterra.
Hubiera sido inútil negociar, pues cada petición del Reich fue rechazada. Inglaterra ha tratado durante trescientos años de evitar a toda costa una verdadera consolidación de Europa de igual modo que Francia se ha esforzado, durante varios siglos, en evitar una consolidación de Alemania. Inglaterra se ha anexionado 40 millones de kilómetros cuadrados de la superficie del globo. La Gran Bretaña ha emprendido siempre una lucha para extender su comercio, para obligar a las gentes a fumar opio, para conseguir minas de oro, para apoderarse de minas de diamantes. Ha perseguido siempre finalidades muy materiales, disfrazadas, para cubrir las apariencias, con fines espirituales de nobleza e idealismo. Churchill dice claramente lo que Chamberlain piensa: hay que desmembrar y aniquilar a Alemania. Pero olvida la existencia de ochenta millones de alemanes en Europa Central.
Pueblos jóvenes y pueblos ricos.
El problema se plantea actualmente en la siguiente forma: en un lado se encuentran los países que, en el curso de los siglos, han sido engañados a causa, sobre todo, de su desunión. Pero esas naciones han sabido vencer la situación y se han unido. Son pueblos jóvenes que han sabido ocupar el puesto que les correspondía y presentar sus reivindicaciones. Frente a ellas se encuentran los que ya tienen cimentada su posición, los que "poseen", y estos países, que se limitan a bloquear vastos espacios del mundo sin medida ni razón y que incluso hace algunas decenas de años saqueaban a Alemania, ven, naturalmente, las cosas desde su punto de vista de "poseedores". Se repite ahora, en gran escala en el mundo lo que antes ha pasado en pequeño en el interior mismo de los pueblos. También en ellos existían conceptos económicos y opiniones políticas que podían resumirse del modo siguiente: "El que posee, posee, y el que nada tiene carece de todo." El orden divino lo quiere así y así tiene que quedar.
El Führer pone nuevamente de relieve a continuación, el hecho de que cuarenta y seis millones de ingleses posean cuarenta millones de kilómetros cuadrados y Francia domine sobre nueve millones, mientras que Alemania, con una población de ochenta millones, dispone tan sólo de seiscientos mil kilómetros cuadrados. Este es el problema que es necesario resolver y que será resuelto, como lo serán otras cuestiones sociales. Damos, en la actualidad, a Francia e Inglaterra la misma respuesta que dimos anteriormente a nuestros adversarios del interior.
«Se quitaron, por fin, la careta.»
El triunfo del nacionalsocialismo fue recompensa de un combate heroico y único. El pueblo alemán no sentía odio ni contra el pueblo francés ni contra el pueblo inglés. Sus reivindicaciones no han privado de nada a estas dos naciones. El pueblo alemán no ha sido nunca educado en la animosidad hacia nadie, mientras que en Inglaterra y Francia los agitadores han instigado días tras día en la prensa y en los mítines a los pueblos francés e inglés en contra del pueblo alemán. En 1939 estas potencias occidentales se quitaron, por fin, la careta. Enviaron a Alemania su declaración de guerra a pesar de todos nuestros esfuerzos, a pesar de nuestra voluntad de llegar a un acuerdo. Hoy reconocen abiertamente que Polonia, en efecto, habría estado dispuesta a negociar pero que ellas no lo permitieron. Querían la guerra. Yo les tendí la mano. Ellas la rechazaron. Esas democracias gritaron: "Ni reconciliación, ni acuerdo, sino la guerra." Pues bien, ya tienen su guerra.
Amistad con Italia, pacto con Rusia.
Durante años Alemania ha hecho una política común con Italia. Esta política no ha cambiado hasta ahora. Los dos Estados están unidos por una estrecha amistad. Sus intereses comunes son idénticos. El año pasado traté de evitar que tuviera éxito la intención de Inglaterra de hacer degenerar la guerra proyectada en una guerra general y mundial. Chamberlain hizo todo lo que pudo durante meses para llegar a un acuerdo con Stalin. Esto no tuvo éxito. Se comprende que ahora esté furioso de que yo haya hecho lo que él había intentado hacer.
Creo que el Todopoderoso estará muy contento de que se haya evitado una lucha insensata en un gran territorio. Durante siglos enteros Alemania y Rusia han coexistido en paz y amistad. ¿Por qué no había de suceder lo mismo en el porvenir? Creo que será posible hacerlo ya que los dos pueblos lo desean. Todos los intentos de la plutocracia británica o francesa para dividirnos de nuevo fracasarán gracias al reconocimiento inequívoco de las intenciones de estos pueblos. De esta manera Alemania tiene hoy en primer lugar las manos libres en el este. Polonia, el estado al que Inglaterra concedió su garantía fue barrido del mapa de Europa en dieciocho días sin que esta garantía entrara en juego.
Guerra contra mujeres y niños.
Churchill muestra ya su gran impaciencia por lanzarse a ella. Por mediación de sus sustitutos y también personalmente expresa la esperanza de que "puedan, al fin, comenzar los combates con bombas. Ya dicen que esta lucha no se detendrá, naturalmente, ante las mujeres y los niños. ¿Pero cuándo se ha detenido Inglaterra ante las mujeres y los niños? Toda la guerra de bloqueo no es más que una guerra contra mujeres y niños. Churchill no sabe lo que Alemania ha hecho durante estos últimos meses. Puedo asegurar al pueblo alemán que durante los últimos cinco meses hemos llevado a cabo obras.verdaderamente grandiosas. Lo que se ha hecho en Alemania durante los siete últimos años, antes de empezar la guerra, palidece al lado de lo que se ha efectuado en estos cinco meses. (Aplausos frenéticos y prolongados.) Nuestro armamento aumenta ahora según lo previsto. Nuestros preparativos están dando frutos, tantos frutos que nuestros enemigos comienzan lentamente a copiar nuestras medidas. (Aplausos.) Sí, es verdad, pero no se trata más que de pequeños copistas.
Alemania es la primera potencia mundial.
El Führer recuerda con este motivo las afirmaciones inglesas sobre las pérdidas de submarinos alemanes, y afirma que los ingleses tendrán en fecha próxima que recurrir a la teoría de la resurrección de los submarinos. Cuando observo esta propaganda extranjera, mi confianza en la victoria aumenta hasta el infinito. Hoy Alemania es la mayor potencia mundial. Contra las fuerzas ciegas de nuestros enemigos ha entrado en lucha el pueblo alemán, educado por siete años de trabajo nacionalsocialista en todos los terrenos. Esta comunidad no cometerá el mismo error que la de 1918. (Se oyen gritos de "¡Jamás!")
Nuestros adversarios quieren que Alemania perezca, pero Alemania no dará nunca más que una sola respuesta: Alemania vivirá y, por consiguiente, vencerá.
Las palabras finales del Führer han sido recibidas con una verdadera tempestad de entusiasmo, que se prolongan durante muchos minutos. Un entusiasmo indescriptible ha reinado en el Palacio de Deportes y en las calles adyacentes. Al salir el Führer ha sido despedido con una ovación clamorosa del público, que ha entonado espontáneamente el canto "Marchamos contra Inglaterra", el cual ha sido repetido por la inmensa multitud que llenaba las afueras del Palacio.
Es lebe Adolf Hitler!