La 15ª División Panzer cae sobre la 6ª Brigada Neozelandesa.
Camaradas,
Rommel sabe que se le está agotando el tiempo. Su Servicio de Inteligencia le ha informado de que los británicos están trasladando nuevos refuerzos al frente. Necesita echar a los neozelandeses del risco norte y recuperar el control del importante terreno al sudeste de Tobruk. Si permite que los británicos refuercen estas posiciones todo estará perdido. Por ello, sus órdenes para hoy son efectuar un ataque a gran escala contra la 2ª División Neozelandesa con la 132ª División Acorazada Italiana Ariete atacando desde el Punto 175 en el extremo este del escarpado, el Grupo de Artillería Mickl capturando Sidi Rezegh, la 15ª División Panzer avanzando sobre Belhamed y la 90ª División Ligera moviéndose hacia el sur desde sus posiciones en el perímetro de Tobruk cerca de la costa. La 21ª División Panzer todavía se encuentra tratando de desplazarse hacia el oeste a través de Zaafran, como ha estado haciendo desde el comienzo del ataque de ayer, pero la oposición allí la está reteniendo.
Un vehículo blindado de la 15ª División Panzer remolca una pieza de artillería de 50 mm junto a un Pzkfw III durante el ataque contra los neozelandeses.
El General Freyberg se pone en contacto por vía inalámbrica con sus superiores.
Ha sido por la tarde cuando el ataque combinado del Eje se ha producido finalmente precedido por un nutrido fuego de artillería. La 6ª Brigada de Nueva Zelanda ha resistido en torno a Sidi Rezegh con sus Batallones 24º y 26º durante más de cuatro horas hasta que han terminado siendo superados. Las agotadas tropas de estos ya de por sí menguados batallones han resultado muertas o capturadas y más de 600 neozelandeses han desfilado hacia el cautiverio. El Mayor General Freyberg está contemplando cómo su división se desmorona ante sus propios ojos y ha solicitado permiso para que los supervivientes de la 6ª Brigada Neozelandesa pueda retirarse al interior de Tobruk. Godwin-Austen ha denegado el permiso puesto que el ataque de la 1ª Brigada Sudafricana contra el Punto 175 está ya programado y requiere que entretanto los neozelandeses mantengan el otro extremo del escarpado.
La acción de hoy en Sidi Rezegh. Nótese cómo, al oeste, la 15ª División Panzer ha caído sobre los neozelandeses.
Resumen de los movimientos de Rommel desde el comienzo de su incursión en la frontera.
Después de los retrasos que han impedido a la 1ª Brigada Sudafricana alcanzar sus objetivos durante los últimos dos días, el Teniente General Norrie ha decidido conducir a la formación personalmente hasta la batalla. La brigada ha avanzado lentamente hacia el Punto 175 con Norrie urgiéndole seguir adelante. La 4ª Brigada Acorazada ha protegido su movimiento, pero el resultado ha sido el mismo; el avance ha comenzado a primera hora de la tarde y al anochecer la brigada todavía se encuentra a 1,6 kilómetros de distancia de su objetivo.
Después de los varapalos que ha recibido la flota alemana de buques de superficie corsarios durante las últimas semanas con el hundimiento de los cruceros auxiliares Kormoran y Atlantis, al menos podemos terminar el mes con una buena noticia.
La odisea del Komet.
En efecto, el buque corsario Komet ha llegado hoy sano y salvo al puerto de Hamburgo tras una campaña de 516 días y alrededor de 180.000 kilómetros que le han llevado a dar la vuelta al mundo y cruzar el Ecuador ocho veces. Pos sus hazañas, su Capitán Robert Eyssen ha sido condecorado (ayer mismo emitió el Führer la orden) con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.
Robert Eyssen.
El Komet se hizo famoso por sus acciones en el Océano Índico durante el mes de diciembre de 1940, cuando en colaboración con el corsario Orion destruyó la flota mercante de fosfatos británica y las instalaciones de procesamiento y carga de fosfatos en la isla de Nauru. En total, el Komet ha enviado a pique o capturado ocho buques mercantes enemigos, con un total de 41.568 toneladas de registro bruto.
El ataque de la 15ª División Panzer ha ido según lo planeado, pero la 21ª División Panzer, que acaba de perder a su comandante, se ha desplazado con lentitud hasta su línea de partida y ni siquiera ha logrado estar en posición para el anochecer. La lucha en El Duda ha continuado durante todo el día y los Panzer alemanes y sus soldados Panzergrenadier de apoyo han hecho retroceder a la infantería de la 70ª División Británica de vuelta al corredor que une a la localidad con la plaza de Tobruk. Más tarde, un contraataque de la infantería británica apoyado por 11 tanques de infantería del 4º Regimiento de Tanques Reales les ha permitido recuperar todo el terreno perdido.
Soldados italianos posan junto a su tanque M13/40.
Mientras, las unidades blindadas británicas se han pasado casi todo el día al sur combatiendo contra la 132ª División Acorazada Italiana Ariete. Ritchie ha ordenado a sus dos brigadas acorazadas dirigirse hacia el norte lo antes posible para ayudar a los neozelandeses, pero ninguna de las dos brigadas ha podido zafarse de la batalla. Algunos tanques y soldados italianos de la 132ª División Acorazada Ariete han logrado flanquear a los británicos y capturar el Punto 175 a lo alto del escarpado norte, desalojando a los neozelandeses que mantenían la pequeña elevación. Esto ha supuesto un duro golpe para la 6ª Brigada de Nueva Zelanda, que había perdido muchos hombres capturando ese accidente varios días atrás. La única buena noticia para los neozelandeses la ha constituido la llegada de un convoy de suministros desde el este que ha logrado abrirse paso a través del territorio en manos del Eje hasta alcanzar la división de Freyberg con un cargamento de víveres y municiones.
La División Ariete se hace con el Punto 175. ¡Bravo, camaradas fascistas!
Pero la situación de los neozelandeses sigue siendo desesperada y ahora más que nunca necesitan el apoyo de la 1ª Brigada Sudafricana. De nuevo, el General de Brigada Pienaar es urgido a hacer avanzar su unidad hasta el Punto 175. Sin embargo, cuando las noticias del éxito italiano han llegado a sus cuarteles generales, la situación es tal que siente que antes de moverse necesita que se le aclaren las cosas y permanece varios kilómetros al sur de su objetivo durante el resto del día. Mientras tanto, los neozelandeses de Freyberg han continuado desangrándose en la guerra de desgaste que tiene lugar en la cumbre del risco.
Viva l'Italia, viva il Duce! Vinceremo!
Es lebe Deutschland! Sieg Heil!
Los Panzer avanzan hacia Moscú. Fotografía obtenida en las inmediaciones de Klin. La bandera en el techo de la torreta permite a los aviones de la Luftwaffe identificar con facilidad a las unidades alemanas.
Camaradas,
El veterano LVI Cuerpo Panzer a las órdenes del General Schaal –al comienzo de la campaña la fuerza de ataque de Manstein- había estado operando a la izquierda del V Cuerpo con las Divisiones Panzer 6ª y 7ª así como la 14ª División de Infantería Motorizada. El 24 de noviembre había capturado Klin, y poco después Rogachevo; había irrumpido a través de la costura entre los Ejércitos Soviéticos 30º y 16º hasta el Canal Moskva-Volga y de inmediato había establecido una cabeza de puente en la orilla opuesta. En un golpe audaz, el Coronel Hasso von Manteuffel conquistó el puente sobre el canal en Yakhroma con el 6º Regimiento de Infantería reforzado y elementos del 25º Regimiento Panzer, atacó a través de la vía fluvial y se atrincheró para una defensa en círculo de la cabeza de puente.
Tren blindado soviético.
Un tren blindado soviético que apareció en la escena fue atacado inmediatamente por una compañía de tanques del 25º Regimiento Panzer al mando del Teniente Ohrloff, un oficial condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de hierro, y fue rápidamente destruido. Los rusos, sumidos en una completa confusión, cayeron prisioneros y la gran estación de electricidad de Moscú fue ocupada intacta. Por lo tanto, Manteuffel acababa de alcanzar el punto más oriental del frente de Moscú y, además, había establecido una cabeza de puente para el Tercer Ejército Panzer en la orilla oriental del canal al tiempo que capturado el interruptor de luz del Kremlin.
Stalin, ese maníaco que rige los designios de 200 millones de personas.
Desde su habitación fortificada del Kremlin, Stalin telefoneaba frenéticamente a Zhukov, Voroshilov y al Teniente General Kuznetsov, el Comandante en Jefe del 1º Ejército de Choque. Con sus llamadas, Stalin no cesaba de alterar las decisiones estratégicas e incluso tácticas de sus líderes militares, a veces de manera contradictoria, pero en cualquier caso ejerciendo una suerte de autoridad que ningún otro podría haber asumido. El 27 de noviembre, Stalin ordenó que se debía emplear de inmediato a dos brigadas contra la cabeza de puente de Manteuffel, independientemente de otras consideraciones. Esa cabeza de puente debía ser liquidada a cualquier precio.
El tiempo favorece a los rusos. Esa misma tarde del 27 de noviembre, en menos de dos horas, el termómetro cayó hasta los 40 grados centígrados bajo cero. Para protegerse de este frío ártico los hombres del grupo de combate de Manteuffel tan sólo disponían de sus pasamontañas, sus abrigos cortos de tela y sus botas altas demasiado ajustadas. Con este atuendo resulta imposible combatir a 40 grados bajo cero incluso contra un
enemigo débil.
Soldados alemanes precariamente equipados para el combate en el invierno ruso.
Esta mala preparación para el invierno ruso está resultando fatal para los soldados de la Wehrmacht. No sólo no disponen de chaquetas de piel ni botas de fieltro, sino lo que es peor, el Alto Mando Alemán desconoce, o no ha sabido aplicar, ciertas reglas de combate invernal muy simples y fácilmente realizables. Si hace falta alguna prueba que evidencie que esta guerra contra Rusia no ha sido preparada con la debida conciencia –al menos, el Estado Mayor Alemán no ha sabido prever que podría prolongarse más allá de cinco meses-, ésta la proporciona la total ignorancia de los más simples hechos del combate de invierno. Cuando, después de las primeras nevadas, los finlandeses comprobaron que las tropas de sus camaradas alemanes todavía calzaban sus botas altas con clavos de acero, sacudieron sus cabezas atónitos: “Vuestras botas claveteados son ideales conductoras del frío – ¡daría lo mismo si caminaseis sobre vuestros calcetines!”
Soldados soviéticos, perfectamente equipados para el combate a bajas temperaturas, se lanzan al ataque.
De hecho, la primera ocasión en que la excelente impresión que Zhukov tenía de sus rivales en el Estado Mayor Alemán se ha tambaleado ha sido cuando ha visto a los prisioneros alemanes capturados durante estos días. “Oficiales y hombres llevan todos calzado que encaja a la perfección. Y por supuesto, sus pies están congelados. Los alemanes han pasado por alto el hecho de que desde el siglo dieciocho a los soldados del Ejército Ruso se les han proporcionado botas un número mayor para que durante el invierno pudieran rellenarlas con paja o, más recientemente, con periódicos, evitando así la congelación.”
En verdad, los rusos han evitado las congelaciones. Entre las tropas alemanas de primera línea de frente, por el contrario, la incidencia de pies congelados ha ascendido hasta el 40 por ciento en muchas divisiones.
Tropas alemanas intentan empujar un camión ligero Krupp L2H143 de 1,5 toneladas por una carretera helada rusa. La mayoría de los vehículos motorizados alemanes no funcionan bien en estas condiciones.
Pero el frío extremo no ha golpeado sólo a los pies de las tropas. El combustible se ha congelado en las máquinas, los fusiles, las metralletas y las ametralladoras se han atascado. Los motores de los tanques no han podido arrancar. En estas circunstancias, apenas resulta sorprendente que el grupo de combate de Manteuffel haya sido incapaz de retener la cabeza de puente de Yakhroma a pesar de la tenaz resistencia de los defensores cuando dos brigadas soviéticas, la 28ª y 50ª del 1º Ejército de Choque Soviético, provistas de chaquetones de invierno y botas de fieltro, los han atacado. Las metralletas de los rusos han disparado desde fundas de piel y los cerrojos de sus ametralladoras se encuentran lubricados con aceite de invierno. En el lado ruso no ha habido obstrucciones ni pernos atascados. Los rusos han podido tenderse sobre la nieve, durante horas si ha sido necesario, arrastrarse hasta las posiciones alemanas en el momento adecuado y silenciarlas. Su infantería ha estado apoyada por T-34s, mientras que todo lo que le queda al 25º Regimiento Panzer de la 7ª División Panzer son algunos pocos tanques checos Panzer 38(t), Panzer III con cañones de 3,7 cm y Panzer IV con cañones de 7,5 cm que en la mayoría de los casos ni siquiera pueden ponerse en marcha.
El contraataque soviético contra la cabeza de puente del Yakhroma.
Finalmente hoy, 29 de noviembre, Manteuffel se ha visto obligado a renunciar a su cabeza de puente, retirándose a posiciones defensivas sobre la orilla occidental del canal. Al sudoeste, la 6ª División Panzer ha cubierto el flanco derecho del LVI Cuerpo Panzer. El flanco izquierdo del Cuerpo lo cubren la 14ª División de Infantería y la 36ª División de Infantería Motorizada. La oportunidad de un ataque relámpago sobre Moscú desde el norte se ha perdido, pero bajo el frío o bajo el sol, los soldados de la Wehrmacht continuarán combatiendo mientras su Führer se lo ordene.
Tras descubrir que la 15ª División Panzer se les ha escapado de las manos durante la noche, las dos brigadas acorazadas británicas han recibido órdenes de proteger el avance de los sudafricanos a través del desierto, que se apresuran a incorporarse al sector de Sidi Rezegh. Por suerte para ellos, la 21ª División Panzer está todavía muy retrasada y los únicos tanques que amenazan a los sudafricanos pertenecen a la 132ª División Acorazada Italiana Ariete. El Grupo de Apoyo se ha bastado para impedir a los italianos avanzar hacia el oeste. Mientras tanto, se le ha urgido al General de Brigada Pienaar a trasladar a su 1ª Brigada Sudafricana lo antes posible hasta el risco norte, en concreto el Punto 175, donde debe unirse a la 6ª Brigada Neozelandesa. Sin embargo, al finalizar la jornada los sudafricanos se encuentran todavía muy lejos de su objetivo, habiendo cubierto tan sólo 18 de los 35 kilómetros hasta el Punto 175 cuando han debido detenerse al caer la noche.
El plan de contraataque de Rommel contra el corredor de Tobruk según un mapa en posesión de von Ravenstein. Las dos divisiones Panzer atacan codo a codo, con la 21ª División Panzer a la derecha, atravesando las posiciones de la 90ª División Ligera, seguida por la División Ariete.
Sobre el propio risco, en el triángulo en torno a Belhamed, El Duda y Sidi Rezegh, las dos brigadas de Nueva Zelanda han soportado otro periodo de incesantes bombardeos y contraataques a pequeña escala, al igual que los hombres y tanques de la 70ª División en el extremo del corredor de Tobruk. Pocos suministros han podido ser enviados a la 4ª y 6ª Brigadas neozelandesas desde el este, dado que su retaguardia se encuentra en su mayor parte bajo el control de las columnas alemanas que se desplazan hacia el oeste tras la incursión de Rommel en la alambrada. Las reservas de víveres y munición se les agotan a los kiwis. Los cuarteles generales del XXX Cuerpo y los cuarteles generales de retaguardia de la División de Nueva Zelanda se trasladan ambos al interior del perímetro de Tobruk para una mayor seguridad.
El General Johann von Ravenstein es interrogado por el Capitán neozelandés Nash tras su captura.
Rommel siente que se encuentra en una posición excelente para reconquistar todo el risco norte y volver a sellar el perímetro de Tobruk. En consecuencia, ha dado orden de asaltar la zona Belhamed-El Duda con la recién llegada 21ª División Panzer atacando desde el norte y la 15ª División Panzer desde el sur. Pero antes de que esta maniobra haya podido ser puesta en práctica, la 21ª División Panzer ha perdido a su comandante, quien ha sido capturado cerca del Punto 175 por los neozelandeses. Lo ha reemplazado el Mayor General Böttcher, quien a su vez ha sido sustituido como jefe del Grupo de Artillería por el Coronel Mickl.
Panzer rollen in Afrika vor!
Ein Volk, ein Reich, ein Führer!
El Führer ha recibido hoy en la Nueva Cancillería del Reich al Gran Mufti de Jerusalén, Hal Amin al-Husseinnin, la máxima autoridad religiosa del mundo musulmán que ha conseguido llegar a Europa después de una accidentada huida de las garras británicas.
Un momento de la reunión.
En efecto, ya en 1937 el Gran Mufti tuvo que huir de Palestina, donde estaba siendo perseguido debido a su oposición a la ocupación británica, huyó del país y se refugió sucesivamente en Líbano e Irak. Con el estallido de la guerra en septiembre de 1939, el gobierno pro-británico de Irak rompió relaciones con Alemania, pero en marzo de 1940 el anti-británico Rashid Ali fue elegido Primer Ministro y reanudó los contactos con el Eje. El Gran Mufti al-Husseini envió a su secretario Kemal Hadad a Berlín. Hadad actuó de enlace entre las autoridades iraquíes y las potencias del Eje y transmitió peticiones de ayuda económica y militar.
En enero de 1941, una crisis política azotó Irak. Rashid Ali dimitió como Primer Ministro, pero el 1 de abril Rashid Ali encabezó un golpe de estado y recuperó el poder. Durante este segundo gobierno de Rashid Ali, el Gran Mufti al-Husseini tuvo una notable participación, animando a Rashid Ali a enfrentarse militarmente a los británicos y, llegado el momento, emitiendo una fatwa para la guerra santa contra Gran Bretaña.
A finales de mayo, las fuerzas británicas se encontraban a las afueras de Bagdad. Su avance había sido tan rápido que, a pesar del envío de una pequeña fuerza aérea, ni los alemanes ni los italianos habían tenido tiempo de enviar refuerzos significativos al régimen de Rashid. Rashid Ali, condenado a muerte, logró escapar a Egipto, mientras que al-Husseini escapó a Persia, donde fue acogido en asilo primero por la legación Japonesa y después por la italiana.
Retrato del Gran Mufti al-Husseini.
El 8 de octubre, después de la ocupación de Persia por británicos y soviéticos, el Gran Mufti escapó a Europa a través de Turquía y Albania junto con algunos diplomáticos italianos que le proporcionaron un pasaporte italiano. Para evitar ser reconocido, al-Husseini se afeitó la barba y se tiñó el pelo.
El Gran Mufti llegó a Roma el 11 de octubre de 1941, y estableció contacto inmediato con el servicio de Inteligencia Militar Italiano. Al-Husseini afirmó ser el líder de una organización nacionalista árabe con oficinas en todos los países árabes. Con la condición de que las potencias del Eje reconocieran la unidad, independencia y soberanía de Irak, Siria, Palestina y Transjordania, ofrecía el apoyo en la guerra contra Gran Bretaña. El Ministro de Asuntos Exteriores Italiano Ciano aprobó la propuesta de al-Husseini, le concedió un millón de libras y le habló de él al Duce Benito Mussolini, que se reunió con al-Husseini el 27 de octubre.
Animado por su reunión con el Duce, al-Husseini preparó un borrador de declaración en la que afirmaba el apoyo del Eje para el mundo árabe. El 6 de noviembre, la declaración, ligeramente modificada por el Conde Ciano, recibió la aprobación formal de Mussolini y fue remitida a la embajada alemana. Ese mismo día al-Husseini aterrizó en Berlín, donde discutió el texto de su declaración con Ernst von Weizsäcker y otros oficiales alemanes. En el borrador final, prácticamente igual que la propuesta original de al-Husseini, las potencias del Eje declaraban su disposición a aprobar la eliminación del Hogar Nacional Judío en Palestina.
El 20 de noviembre, al-Husseini se reunió con el Ministro de Asuntos Exteriores Alemán Joachim von Ribbentrop y ocho días después –hoy- se ha producido finalmente el esperado encuentro con el Führer en la Nueva Cancillería en presencia de Ribbentrop y el diplomático Grobba, experto del mundo árabe y viejo conocido de al-Husseini en Irak.
El encuentro entre el Fúhrer y el Gran Mufti.
El Gran Mufti ha comenzado agradeciendo al Führer el gran honor que le supone que le reciba. Desea agradecer la oportunidad de expresar al Führer del Gran Reich Alemán, admirado en todo el mundo árabe, su agradecimiento por la simpatía que siempre ha mostrado por la causa árabe y especialmente por la palestina, a la que ha dado una clara expresión en sus discursos públicos. Los países árabes están firmemente convencidos de que Alemania ganará la guerra y que entonces la causa árabe prosperará. Los árabes son los amigos naturales de Alemania porque tienen los mismos enemigos que Alemania, a saber: los ingleses, los judíos y los comunistas. Por lo tanto, están dispuestos a cooperar con Alemania con todo su corazón y participar en la guerra, no sólo negativamente mediante la realización de actos de sabotaje y la instigación de revoluciones, sino también positivamente mediante la creación de una Legión Árabe. Los árabes podrían resultar más útiles para Alemania de lo que podría parecer a primera vista, tanto por razones geográficas como por el sufrimiento que les han infligido los ingleses y los judíos. Más aún, han tenido estrechas relaciones con todas las naciones musulmanes, las cuales podrían ser empleadas en beneficio de la causa común. La Legión Árabe sería muy fácil de reclutar. Una llamada por parte del Mufti de los países árabes y los prisioneros de nacionalidad árabe, argelina, tunecina y marroquí en Alemania produciría un gran número de voluntarios dispuestos a combatir. El mundo árabe está firmemente convencido de la victoria de Alemania, no sólo porque el Reich posee un gran ejército, valientes soldados y líderes militares de gran genio, sino también porque el Todopoderoso jamás podría conceder la victoria a una causa injusta.
A continuación, al-Husseini ha mencionado la carta que ha recibido de Alemania en la que se afirma que Alemania no ocupa ningún territorio árabe y que entiende y reconoce las aspiraciones de independencia y libertad de los árabes, así como que apoya la eliminación del hogar nacional judío. Una declaración pública en este sentido sería muy útil por su efecto propagandístico sobre los pueblos árabes. Despertaría a los árabes de su letargo momentáneo y los llenaría de coraje. También facilitaría la tarea del Mufti de organizar de manera secreta a los árabes hasta el momento en que tengan que golpear. Al mismo tiempo, puede dar la garantía de que los árabes aguardarán con estricta disciplina y paciencia el momento adecuado y sólo atacarán cuando llegue la orden desde Berlín. Por lo tanto, al-Husseini le reitera al Führer su solicitud de que haga una declaración pública para que los árabes no pierdan la esperanza, la cual resulta tan poderosa en la vida de las naciones. Con dicha esperanza instalada en el corazón de los árabes, los árabes esperarán. No están presionando para una realización inmediata de sus aspiraciones; pueden esperar fácilmente durante medio año o durante un año entero. Pero si no les llega la esperanza mediante una declaración de este tipo, entonces sólo se podrá esperar que resulten beneficiados los ingleses.
La respuesta del Führer ha sido la siguiente:
El Führer escucha con atención las palabras del Gran Mufti. Momentos después, toma la palabra.
Los objetivos de mi lucha son claros. En primer lugar, estoy combatiendo a los judíos sin respiro, y esta lucha incluye la lucha contra el así llamado Hogar Nacional Judío en Palestina porque los judíos desean establecer allí un gobierno central para sus propios propósitos perniciosos y llevar a cabo una devastadora y ruinosa expansión a expensas de los gobiernos del mundo y de otros pueblos.
Está claro que los judíos no han conseguido nada en Palestina y sus afirmaciones son mentiras. Todos los logros en Palestina son atribuibles a los árabes y no a los judíos. Estoy decidido a hallar una solución para el problema judío, progresando paso a paso sin cesar. Con respecto a esto estoy realizando el llamamiento necesario y correcto, en primer lugar a todos los países europeos y a continuación a los países fuera de Europa.
Es cierto que nuestros enemigos comunes son Gran Bretaña y los soviéticos, cuyos principios son opuestos a los nuestros. Pero tras ellos se alza escondida la Judería, que dirige a ambos. La Judería sólo tiene un objetivo en estos dos países. Ahora mismo estamos en medio de una lucha a vida o muerte contra estas dos naciones. Esta lucha no sólo determinará el resultado de la lucha entre el Nacionalsocialismo y la Judería, sino que el final victorioso de esta guerra supondrá una gran y positiva ayuda para los árabes que están inmersos en la misma lucha.
Ésta no es solamente una aseveración abstracta [Estas palabras son la respuesta a las insistentes peticiones del Mufti para una declaración pública del Eje a los árabes.] Una simple promesa no tendría ningún valor en absoluto. Sin embargo, una aseveración que descanse sobre una fuerza conquistadora es la única que tiene un valor verdadero. En la campaña iraquí, por ejemplo, la simpatía de todo el pueblo alemán fue para Irak. Fue nuestro objetivo ayudar a Irak, pero las circunstancias nos impidieron proporcionar una ayuda significativa. El pueblo alemán vio en los iraquíes camaradas en el sufrimiento, porque el pueblo alemán también ha sufrido como ellos lo han hecho. Toda la ayuda que dimos a Irak no fue suficiente para salvar a Irak de las fuerzas británicas. Por esta razón resulta necesario subrayar una cosa: en esta lucha que decidirá el destino de los árabes, puedo ahora hablas como un hombre dedicado a un ideal y como un líder militar y un soldado. Todos los que se unan a esta gran lucha y que ayuden en su exitoso desenlace sirven a la causa común y por ende sirven a la causa árabe. Cualquier otro punto de vista supone debilitar la situación militar y por tanto no brinda ninguna ayuda a la causa árabe. Por lo tanto, es necesario que decidamos los pasos que puedan ayudarnos contra la Judería mundial, contra la Rusia Comunista y contra Inglaterra, y cuáles entre ellos pueden ser de mayor ayuda. Sólo si ganamos la guerra la hora de liberación será también la hora del cumplimiento de las aspiraciones árabes.
El Gran Mufti con un soldado alemán. Pocas imágenes ilustran mejor que ésta la unidad de sangre entre la Alemania Nacionalsocialista y el mundo musulmán.
La situación es la siguiente: estamos conduciendo la gran lucha para abrir el camino al norte del Cáucaso. Las dificultades involucradas van más allá del transporte debido a las carreteras y vías ferroviarias demolidas y al tiempo invernal. Y si en estas circunstancias me aventuro a realizar una declaración respecto a Siria, entonces los elementos pro-de Gaulle en Francia se verán reforzados, pudiendo ocasionar una revolución. Los franceses se convencerán de que unirse a Gran Bretaña resulta más ventajoso y que la separación de Siria será un patrón al que seguirá el resto del Imperio Francés. Esto fortalecerá la posición de de Gaulle en las colonias. Si la declaración se emite ahora, surgirán dificultades en Europa Occidental que provocarán el desvío de algunas fuerzas alemanas con fines defensivos, por lo tanto impidiéndonos enviar todas nuestras fuerzas al Frente Este.
Ahora le voy a decir algo que me gustaría mantuviera en secreto.
Primero, mantendré mi lucha hasta que se haya logrado la complete destruccón del dominio Judeo-Bolchevique.
Segundo, durante la lucha (y no sé cuándo llegará la victoria, pero probablemente no en el futuro lejano) alcanzaremos al sur del Cáucaso.
Tercero, entonces me gustaría emitir una declaración acerca de que la hora de la liberación de los árabes habrá llegado. Alemania no tiene aspiraciones en esta área y sólo le preocupa aniquilar el poder que produce a los judíos.
Cuarto, me siento feliz de que haya escapado y de que se encuentre ahora con las potencias del Eje. Llegará la hora en que usted será el señor de la palabra suprema y no sólo el portador de nuestras declaraciones. Será el hombre que dirija a la fuerza árabe y llegado ese momento no puedo imaginar lo que les sucederá a los pueblos occidentales.
Quinto, creo que con este avance árabe comienza el desmembramiento del mundo británico. La carretera desde Rostov a Irán e Irak es más corta que la distancia desde Berlín a Rostov. Espero que al año siguiente derribemos esta barrero. Es mejor que sea entonces y no ahora cuando se emita una declaración. Ahora no puede ayudarnos en nada.
Mañana, al igual que hoy, la conexión seguirá viva.
Entiendo el deseo árabe para esta declaración, pero Su Excelencia el Mufti debe entender que sólo cinco años después de que me convirtiera en Presidente del gobierno alemán y Führer del pueblo alemán, fui capaz de hacer una declaración similar acerca del Anschluss austriaco, y esto porque fuerzas militares me impidieron efectuar una declaración semejante. Pero cuando los Panzer alemanes y los escuadrones de la Luftwaffe alemana alcancen el sur del Cáucaso, entonces habrá llegado el momento de emitir la declaración.
En respuesta a su petición de efectuar una declaración o firmar un tratado secreto, debo decirle que una declaración conocida por un cierto número de personas no puede permanecer en secreto, sino que de un modo u otro acabará saliendo a la luz. Yo he realizado muy pocas declaraciones a lo largo de mi vida, al contrario de los británicos que han hecho muchas. Si yo declaro algo, yo lo mantengo. Una vez prometí al Mariscal de Finlandia que ayudaría a su país si el enemigo volvía a atacarlo. Esta palabra mía fue una impresión más poderosa que cualquier declaración escrita.
Recapitulando, quiero afirmarle lo siguiente: Cuando hayamos llegado al sur del Cáucaso, entonces habrá llegado el momento de la liberación de los árabes. Y puede fiarse de mi palabra.
Nos preocupaba usted. Conocíamos su historia. Seguí con interés su largo y azaroso viaje. Estaba muy inquieto por usted. Me siento feliz por que esté con nosotros ahora y se encuentre en posición de sumar su fuerza a la causa común.
Es lebe der Führer! Es lebe Nationalsozialismus!
Es lebe der Großmufti von Jerusalem! Es lebe der freien arabischen Welt!
Noticiario Wochenschau en el que la primera noticia es el funeral de Werner Mölders. La música que lo acompaña es la Marcha Fúnebre de Sigfrido de Richard Wagner.
Camaradas,
Una ráfaga de emoción, un escalofrío solemne ha atravesado esta mañana las calles de Berlín, a través del silencio y bajo el cielo de estaño. El cadáver del Coronel de veintiocho años Werner Mölders, muerto en accidente aéreo el pasado 22 de noviembre, ha sido trasladado sobre un cañón hasta el cementerio de los Inválidos, en los alrededores de Berlín. Iba el joven héroe envuelto en su bandera, escoltado por fuerzas de la Luftwaffe y una batería pesada de artillería antiaérea. Detrás del féretro, solo, seguido a distancia por el cortejo de generales, el Reichsmarschall Göring, con capote blanco. Todo Berlín se ha echado a la calle, incorporado en vivo a la tristeza de una mañana que ve pasar, en una atmósfera de gloria, pero roto e imposible, lo que hace muy pocos días todavía estaba lleno de audacia y de triunfo. Göring se ha despedido de Mölders al borde de su tumba, situada junto a la de Ernst Udet y Manfred von Richtofen. Hasta la vista, camarada. Les dejamos con las imágenes del funeral:
Idílica representación del encuentro de la guarnición de Tobruk y sus liberadores. El enlace está condenado a ser interrumpido de nuevo.
Camaradas,
Al aterrizar en sus cuarteles generales de El Cairo, Auchinleck se ha tenido que enfrentar al problema de qué hacer con el Teniente General Cunningham. Ha tomado la decisión de sustituirle al frente del Octavo Ejército, pero no está seguro de con quién. La elección más obvia estaría en uno de sus comandantes de cuerpo, Norrie o Godwin-Austen, pero se encuentran en medio de una batalla y a un movimiento así seguirían otros a lo largo de toda la cadena de mando para cubrir los huecos. El cambio en el Octavo Ejército debe hacerse de inmediato aunque ninguno de los oficiales aptos para la tarea se encuentre en el teatro. Auchinleck tampoco dispone de tiempo para que le envíen uno por Inglaterra, por lo que ha buscado a uno en sus propios cuarteles generales y decidido que su Jefe de Estado Mayor adjunto, el Mayor General Neil Ritchie, tendrá que ser ese hombre.
Neil Ritchie, nuevo comandante del Octavo Ejército.
Neil Ritchie está muy por debajo de los comandantes de cuerpo de Auchinleck, con escasa experiencia en dirigir a tropas de combate. No ha estado al frente de ninguna unidad mayor que un batallón sobre el campo de batalla, pero las circunstancias actuales son críticas y el Octavo Ejército necesita un nuevo hombre en la cúspide. El ascenso de Ritchie tiene toda la pinta de una solución temporal hasta el final de la Operación Crusader. Aunque es cierto que la tarea sea a todas luces demasiado grande para él, podrá contar con la ayuda del comandante en jefe para asegurarse de que todo transcurre como la seda. Auchinleck le ha informado a Ritchie acerca de cómo siente que debería progresar la ofensiva y a continuación le ha dejado al nuevo comandante acudir a sus cuarteles generales y zambullirse en la batalla. El comandante en jefe en cualquier caso quiere mantener bajo su control el resultado de Crusader y en cuanto la ofensiva ha parecido encauzarse, se ha trasladado a los cuarteles generales del Octavo Ejército en Maddalena.
Comandantes de tanques de la 32ª Brigada Acorazada en la zona de El Duda, donde se ha producido el enlace.
Inmortalización de la liberación (fugaz) de Tobruk. La primera ilustración se ha basado en esta fotografía.
Los neozelandeses caminan junto a los tanques de Tobruk en El Duda tras el enlace.
Prisioneros italianos capturados por las tropas británicas durante la batalla de ruptura.
El Octavo Ejército ha dado la bienvenida a su nuevo comandante celebrando nada más ni nada menos que con la liberación del asedio de Tobruk, que ha tenido lugar durante la mañana de hoy. La 70ª División del Mayor General Scobie finalmente ha logrado reunirse con fuerzas amigas. El día antes parecía que esto no iba a suceder, dado que la 2ª División de Nueva Zelanda había quedado retenida durante su ataque contra El Duda. En consecuencia, Scobie ha decidido que sus hombres tienen que seguir presionando desde el interior del cerco y tomar la plaza ellos mismos. Así, con la ayuda de los tanques de la 32ª Brigada Acorazada, el 1º Regimiento Essex ha irrumpido desde el corredor y conseguido tomar la localidad. Pronto, un destacamento neozelandés del 19º Batallón de Nueva Zelanda y un escuadrón del 4º Regimiento de Tanques Reales se han encontrado en Belhamed completando el enlace entre las dos fuerzas. Aquello que Rommel tanto se había esforzado en evitar ha sucedido.
Movimientos tácticos de los últimos días. Aunque los británicos han logrado un éxito al establecer contacto con la guarnición de Tobruk, el Afrika Korps se dispone a caer sobre ellos.
Este momento de triunfo para los británicos no ha durado mucho. Los duros combates a lo largo del collado norte les ha costado un alto precio a los neozelandeses y las cosas están a punto de ponerse mucho peor para ellos. Avanzando desde el este hacia su retaguardia se encuentran los Panzer del Afrika Korps. En cabeza rueda la 15ª División Panzer a lo largo del sendero Trigh Capuzzo, con la 21ª División Panzer, algo retrasada por los acontecimientos en la frontera, desplazándose por la carretera costera, la Via Balbia. Las noticias no han tardado en llegar a Norrie, que ha decidido enviar a sus dos brigadas acorazadas contra los alemanes mientras el Grupo de Apoyo mantiene a raya a la 132ª División Acorazada Ariete en el lado sur del campo de batalla.
Un vehículo blindado de la 21ª División Panzer rueda de vuelta al oeste.
Panzer, marsch!
Rommel regresa al frente de Tobruk a poner orden.
La 15ª División Panzer ha sido avistada finalmente sobre Trigh Capuzzo justo al oeste de Gasr el Arid. El Mayor General Gott ha dado orden a la 22ª Brigada Acorazada de dirigirse de frente contra los Panzer y a la 4ª Brigada Acorazada de atacar su flanco. En ese momento la 22ª tiene 45 tanques operativos mientras que la 4ª tiene 77. Por su parte, la 15ª División Panzer cuenta con unos 50 tanques. La batalla de tanques que ha seguido a continuación ha repetido el patrón de los anteriores enfrentamientos, con un combate confuso hasta que la luz ha comenzado a desvanecerse, momento en el que los británicos han abandonado el campo de batalla y se han retirado. Sin tanques enemigos ante él, Neumann-Silkow ha ordenado reabastecerse de suministros y combustible de inmediato y con su 15ª División Panzer ha continuado avanzando en la oscuridad hasta una posición en el escarpado norte desde la que continuar su avance al día siguiente, dejando a los tanques británicos descansando tranquilamente a su retaguardia. El nuevo comandante del Octavo Ejército había dado orden al XXX Cuerpo de que debía impedir a los tanques enemigos penetrar el área al oeste de Sidi Rezegh, pero una división Panzer ya ha logrado escabullirse de los tanques de Gott. Ritchie también ha enviado a lo vapuleados restos de la 1ª Brigada Sudafricana hacia el norte para reforzar las posiciones neozelandesas sobre el risco septentrional.
Gott straffe Engelland!
Es lebe das Deutsches Afrika Korps!
La batalla de Gondar ha concluido, poniendo fin a la campaña militar en el África Oriental Italiana. Las últimas jornadas de resistencia italiana han estado revestidas de gran gloria. El 23 de noviembre los británicos habían cercado la ciudad por los cuatro lados. La guarnición italiana había quedado dislocada debido a la deserción de muchos askaris. El único caza operativo, un Fiat CR.42 "Falco" comandado por Ildebrando Malavolta, se dirigió a atacar en solitario el campo aéreo británico más cercano, muriendo en el intento.
Hoy ha comenzado el ataque final de los británicos, los cuales se han dirigido directamente hacia el aeródromo de Azoz. Durante la mañana han logrado capturar Azoz y llegar al castillo de Fasilides. A las 14.30 horas, el General Guglielmo Nasi ha enviado a Italia un último comunicado: "La brigada de reserva, lanzada hacia el frente sur, no ha logrado contener el ataque. El enemigo ya ha pasado el cable y los vehículos blindados han entrado en la ciudad. Considero agotados todos los medios para una resistencia ulterior y envío parlamentarios."
Amba Alagi y Gondar: las dos últimas grandes batallas del África Oriental Italiana.
Resumen completo de la campaña.
Más tarde, un comunicado oficial emitido desde Roma ha informado al mundo de lo siguiente:
Prosiguiendo las operaciones comenzadas hace días el enemigo ha continuado sus ataques en la región de Gondar, ciudad que fue intensamente atacada hacia las cuatro de la mañana, quedando cercada por todas partes. Nuestras unidades, numéricamente inferiores, sobre todo en relación con la amplitud de la zona a defender, en precarias condiciones materiales y a pesar de que algunas unidades coloniales cedieron, no pudiendo resistir los intensos bombardeos artilleros y aéreos, han combatido tenazmente defendiendo el terreno palmo a palmo hasta primeras horas de la tarde, cuando algunas unidades enemigas considerablemente reforzadas habían conseguido ya entrar en la zona habitada de la ciudad. Agotados todos los procedimientos para mantener la resistencia, y con el objeto de no imponer a la población indígena y nacional más sacrificios, el comandante superior de la región Giuglelmo Nasi ha ordenado la suspensión de las hostilidades Los valerosos combatientes de Gondar han cumplido plenamente y con honor la misión que la Patria les había encomendado.
Los italianos marchan hacia el cautiverio con la cabeza bien alta.
Gondar se ha rendido. No es la noticia gloriosa y dolorosa lo que nos asombra. El estupor nuestro es que esta noticia llegue tan tarde. Porque desde hace muchos meses una guarnición cercada, reducida por la fiebre, por el espanto del calor africano, que apenas cede en tibios días del invierno, bebiendo un agua infecta, sin municiones y faltándole aquello que es el último bien de la tierra, es decir, la esperanza, resistía todavía. Resistía a fuerzas enemigas tan desproporcionadamente superiores que sólo a la excelsa locura que hace a los mártires y a los héroes, en alianza estrecha, puede así trocarse en llama en el alma de un puñado de hombres. Tras la postrera tempestad de hierro y fuego, abatieron su defensa, al fin; astrosos, pero henchidos de altivez; azotados del cieno de las trincheras, pero limpios de espíritu, como atletas al caer.
¡Loor a ellos, que, no pudiendo ya a dar a su Patria la victoria, por lo menos supieron darle honor!
Los británicos rinden honores militares a los italianos que presentan su capitulación en Gondar.
Ha caído así el último bastión de resistencia organizada italiana en el África Oriental pero, ¿ha cesado la lucha? ¡No! Miles de italianos permanecen todavía sobre las armas, dispuestos a continuar la lucha por su cuenta individualmente o en pequeños grupos en Etiopía, Eritrea y Somalia, a la espera de que el transcurso de las operaciones militares en otros teatros reviertan la situación general y el África Oriental Italiana vuelva a ser una tierra próspera bajo el Fascismo.
Rommel se ha reunido hoy con Crüwell y le ha reiterado su deseo de acabar con las fuerzas británicas desplegadas en la frontera lo antes posible. El comandante del Afrika Korps le ha urgido a Rommel que reconsidere su decisión y regrese a Tobruk de inmediato. Las noticias que llegan de parte del Teniente Coronel Westphal, el oficial de operaciones de Rommel en el Cuartel General del Panzergruppe Afrika en El Adem, indican que están teniendo lugar duros combates alrededor de Belhamed cerca del pasillo de Tobruk. Crüwell está convencido de que la lucha en el oeste es crucial en el desarrollo de la batalla y le preocupa que mientras los Panzer del Afrika Korps se encuentran en la frontera los escasos tanques que les quedan a los británicos puedan operar cerca de Tobruk sin ser molestados. De nuevo, Rommel ha ignorado a su subordinado y ha dado órdenes de despejar de ingleses el terreno entre Sollum y Bardia.
Ludwig Crüwell, contrario a la aventura que ha emprendido Rommel en el este, lejos de los principales frentes de combate, pero obediente a sus órdenes.
La 15ª División Panzer ha atacado en dirección a Fort Capuzzo y se ha topado con la 5ª Brigada Neozelandesa cerca de Sidi Azeiz. Parece claro que los kiwis tienen al grueso de su fuerza más al oeste y Crüwell no tarda en darse cuenta de que esta unidad está avanzando hacia Tobruk. De hecho, dos de sus brigadas, las Brigadas de Infantería de Nueva Zelanda 4ª y 6ª, ya están en acción cerca de Belhamed a tan sólo 16 kilómetros del pasillo de Tobruk mientras la 5ª Brigada Neozelandesa se concentra en reducir a la guarnición italiana de Bardia.
Los Panzer avanzan ante una fuerte oposición.
Entretanto, la 21ª División Panzer, que también ha atacado hacia el norte, se ha visto enfrentada a una fuerte oposición cerca de Sollum. La 132ª División Acorazada Ariete ha llegado finalmente a las inmediaciones de la frontera, aunque sin alcanzarla, y ha comenzado a avanzar hacia el noreste en dirección a la costa, en Bardia, aunque no ha avanzado más allá de Fort Capuzzo. Todas estas operaciones han logrado algunos éxitos inevitablemente, aunque han sido locales y descoordinados dado que todos los ataques han estado viciados de un cierto grado de confusión. Rommel y Crüwell a menudo han emitido órdenes contradictorias, con Rommel realizando cambios de planes sobre la marcha insistiendo en que los ataques continúen sin descanso a pesar de que los suministros estén escaseando y el cansancio y las averías azoten a los hombres y sus vehículos. Algunas de las unidades parecen estar más preocupadas en buscar combustible y víveres que en seguir el aluvión de órdenes contradictorias.
La angustia atenaza a un oficial británico que siente que los Panzer están a punto de irrumpir en su cuartel.
Toda esta actividad del Eje tan cerca de sus cuarteles generales en Maddalena han provocado una gran ansiedad a Cunningham. En un momento determinado, los Panzer alemanes se han situado a tan sólo 45 kilómetros de distancia de la principal base británica en Thalata. Aunque no se han producido escenas de pánico, el personal situado allí y todavía más en la retaguardia está muy preocupado. Este nerviosismo ha contagiado a muchos de los soldados británicos de la frontera, haciéndole titubear todavía más a Cunningham. Otros están hechos de otra pasta y se han mostrado convencidos en que la lucha debe proseguir sin descanso. Por ejemplo Auchinleck, quien continúa firme en su determinación de que la ofensiva todavía se puede ganar y siente que el comandante del Octavo Ejército está mostrando signos de desgaste mental y físico, síntomas que son típicos de la fatiga de batalla. Antes de partir para El Cairo Auchinleck ha dejado instrucciones para la conducción de la batalla, que incluyen una orden que deberá ser dirigida a todas las tropas del teatro: “Atacar y perseguir”, será en lo sucesivo la consigna de todo el mundo en el Octavo Ejército. A continuación se ha subido a su avión y decidido relevar a Cunningham de su mando al frente del Octavo Ejército.
Dos tanques Crusader del XXX Cuerpo, que ante la ausencia del Afrika Korps, opera a sus anchas.
Mientras Rommel trata sin éxito de desmoralizar y confundir a los británicos atacando su retaguardia, las actividades al oeste del campo de batalla se están volviendo en su contra y el XXX Cuerpo está haciendo un buen uso del respiro que le ha proporcionado la ausencia del Afrika Korps. Las formaciones que habían quedado diezmadas y dispersas en las anteriores batallas de tanques están recuperando ahora algo de cohesión, aunque la 7ª Brigada Acorazada ha sido tan vapuleada que ha tenido que ser retirada a Egipto para ser recompuesta. Sus tanques supervivientes han sido distribuidos entre otras unidades. Las dos brigadas acorazadas que quedan, la 4ª y la 22ª, han reparado tanques averiados y dañados y registrado los campos de btalla en busca de otros que puedan volver a ser puestos en servicio. Los soldados británicos han descansado, han recuperado las fuerzas con largas horas de sueño y de nuevo han reunido el coraje necesario para entrar en la refriega una vez más.
Avance de la División de Nueva Zelanda durante los últimos cuatro días.
Durante los últimos tres días la 2ª División de Nueva Zelanda de Freyberg ha estado avanzando a lo largo del sendero Trigh Capuzzo y el risco norte hacia Sidi Rezegh, exprimiendo a la 90ª División Ligera Alemana contra los cañones de la 70ª División Británica en el corredor de Tobruk. Esta creciente presión que se ha estado ejerciendo sobre el anillo del Eje en torno a Tobruk está provocando alarma en el Cuartel General del Panzergruppe Afrika. El oficial de mayor rango allí, el Teniente Coronel Westphal, está tratando con desesperación de obtener noticias de Rommel, completamente frustrado por la falta de contacto del genial suabo con sus propios cuarteles generales. Mientras tanto, la División de Nueva Zelanda se ha abierto paso a través de una férrea oposición hasta capturar Sidi Rezegh y después Belhamed a primera hora de hoy, amenazando con conquistar El Adem. Este último movimiento ha sido la señal que ha convencido al Mayor General Scobie a realizar un último gran esfuerzo en su batalla de ruptura para reunirse con los kiwis. El asedio de Tobruk parece a punto de ser levantado y Westphal ha continuado enviando frenéticas peticiones a Rommel para que regrese con algo de apoyo blindado para mantener a raya a los británicos. Llegado este punto, Rommel ha comenzado a darse cuenta de que es improbable que los acontecimientos en la frontera mejoren radicalmente. La fatiga, la falta de suministros, las averías y la fuerza de las unidades británicas están quebrantando la resolución de sus tropas de combate en el momento en que finalmente ha recibido informes de los trágicos acontecimientos en Tobruk. Está claro que se necesita al Afrika Korps de vuelta en el área de Sidi Rezegh, y no sin ciertas reticencias, ha decidido interrumpir su aventura oriental y regresar con sus tanques al oeste del campo de batalla. Así, ha dado instrucciones a Ravenstein de dirigir su división hacia El Duda mañana a primera hora mientras que a la 15ª División Panzer de Neumann-Silkov le ha urgido a finiquitar sus acciones en la frontera lo más rápido posible antes de unirse a la 21ª División Panzer en un ataque combinado sobre los neozelandeses. Estas decisiones las ha tomado sin la participación del Teniente General Crüwell, que en ese momento se encuentra en sus cuarteles generales al sur de Gasr el Abid. No mantiene el menor contacto con Rommel y no sabe nada de estos nuevos objetivos que acaban de darse a sus Panzer. Todavía peor: no sabe nada de los acontecimientos que tienen lugar en Tobruk y ni siquiera del paradero de sus dos divisiones Panzer.
La incursión de Rommel en la frontera.
Así ha terminado el extravagante intento de Rommel de obligar a los británicos a interrumpir su ofensiva. Ha conseguido muy poco, en gran parte debido a la intervención personal de Auchinleck en el Cuartel General del Octavo Ejército y su determinación en continuar el ataque en Tobruk a pesar de la amenaza a sus espaldas. El movimiento del Eje sí que ha provocado cierta confusión y en los cuarteles generales británicos ha cundido una gran intranquilidad al tener fuerzas enemigas tan lejos en su retaguardia, pero aún así no han cambiado de planes y no han detenido sus operaciones en el área de Tobruk. Las líneas de suministros británicas no han sido interrumpidas y ninguno de sus principales almacenes de suministros han sido capturados. La principal consecuencia ha sido que ha precipitado el relevo del comandante del Octavo Ejército.
Un soldado británico examina un Pzkfw IV fuera de combate. En el suelo descansa el cadáver de uno de los miembros de su tripulación.
Al final, los alemanes han perdido 30 de sus 100 Panzer sin conseguir rescatar a sus guarniciones fronterizas. Rommel ha debilitado sus unidades Panzer y agotado suministros vitales sin conseguir ningún progreso notable. Desde el mismo comienzo, el Teniente General Crüwell ha tratado de convencerle a Rommel de que su primera tarea debería ser la completa aniquilación de los tanques del XXX Cuerpo mientras tuviese la oportunidad de hacerlo y despejar al campo de batalla occidental hasta sofocar el intento de ruptura de la guarnición de Tobruk. Rommel se ha comportado impulsivamente, confiando demasiado en sus propias habilidades como comandante audaz y defensor de la guerra móvil. Siempre dispuesto a asumir grandes riesgos en aras de una conclusión espectacular, en este caso quizás debería haber actuado como un buen comandante y haber hecho lo más obvio para asegurar una victoria que estaba al alcance de su mano.
Panzer, marsch!
Nichts für uns, alles für Deutschland!